Parque Nacional Cotubanamá: entre turismo y conservación

Bellas playas, grandes bosques y diversidad de fauna caracterizan el área protegida más visitada del país

Los 791.9 kilómetros del Parque Nacional Cotubanamá se localizan en el extremo sureste de la República Dominicana. (Marvin del Cid)

El sureste del país alberga un espacio de bellas playas, masas de bosques, manglares, humedales, entre otros ecosistemas, cuya conservación otorga un equilibro importante a las especies que habitan en el Parque Nacional Cotubanamá, cuyo encanto atrae cada año a miles de personas, convirtiéndola en el área protegida más visitada de República Dominicana.

Los 791.9 kilómetros cuadrados de Cotubanamá se sitúan entre las provincias La Romana y La Altagracia. El territorio abarca la paradisíaca isla Saona y sus 110 kilómetros cuadrados, el espacio marítimo que rodea el parque y el Área Nacional de Recreo Guaraguao-Punta Catuano.

En la isla viven alrededor de 69 familias, quienes residen en la zona desde antes de la declaración  como área protegida. Estas familias están distribuidas en los poblados de Mano Juan, de mayor actividad, y Catuano.

El origen

En el decreto 1311 de 1975, el Poder Ejecutivo dispuso la creación del Parque Nacional del Este, integrado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas en la Ley 64-00 de Medio Ambiente y cuatro años más tarde añadida a la Ley Sectorial de Áreas Protegidas dentro de la categoría número dos o de Parques Nacionales.

El decreto emitido por el expresidente Joaquín Balaguer detalla que el establecimiento de un parque nacional en el territorio que incluye a la isla Saona “permitirá la conservación de esa región de los recursos naturales renovables, evitará los daños al sistema hidrográfico y proveerá áreas accesibles a la recreación pública, al turismo y la investigación científica”.

El Parque Nacional pasó a ser denominado Cotubanamá en 2014, con la promulgación de la Ley 519-14, sometida ante el Congreso Nacional para honrar al cacique indígena homónimo nacido en el cacicazgo de Higüey.

“Cotubanamá es uno de los caciques de mayor trascendencia de América, al haberse rebelado contra la dominación española en defensa del derecho a la vida de los habitantes de su cacicazgo”, reza uno de los considerandos de la referida Ley.

Diversidad

La “Guía Ecoturística del Sistema Nacional de Áreas Protegidas”, desarrollada por José Mateo Feliz y Adolfo López, destaca que el área protegida del Este posee uno de los pocos espacios de bosque tropical conservado de manera compacta en esa región.

La publicación añade que en esta área protegida se fomenta una gran diversidad biológica en la que se conjugan masas de bosque, playas, áreas costeras, manglares, ensenadas, abrigos rocosos, farallones, humedales y valiosos enclaves de recursos históricos y culturales.  Sobre estos últimos, destaca la gran cantidad de cavernas que resguardan las huellas de los taínos y su cultura previa a la llegada de los españoles.

En el Parque Nacional han sido identificados bosques húmedos, bosques secos y bosques de transición entre los dos mencionados previamente.

En 2022, el área protegida que era conocida como Parque Nacional del Este recibió la visita de 876,924 turistas, según Medio Ambiente

Priman las plantas nativas

Varios inventarios realizados en el área protegida señalan que el espacio alberga más de 500 especies, primando las nativas (441), seguidas de las endémicas (50) y las introducidas (30).

La caoba (Swietenia mahagoni), ceiba (Ceiba pentandra), palma real (Roystonea hispaniolana), mangle rojo (Rhizophora mangle), guayacán (Guaiacum officinale), uva de playa (Coccoloba uvifera), gri-grí (Bucida buceras), copey (Clusia rosea) y bayahonda o cambrón (Prosopis juliflora) son algunas de las plantas más características de este Parque Nacional.

De la tijereta al manatí

Como parte de su esencia, la fauna de este parque nacional está conformada por cientos de especies. Es el caso de las aves, en el área protegida se han identificado alrededor de 112 especies, de las cuales ocho son endémicas de la isla y la región del Caribe.

Las más comunes son el pelicano, (Pelecanus occidentalis), tijereta (Fregata magnificens), cotorra (Amazona ventralis), lechuza (Tyto alba), carpintero (Melanerpes striatus), ruiseñor (Mimus polyglottos), además del ave nacional, cigua palmera (Dulus dominicus) y otras.

En esta área de la región este se han avistado solenodontes (Solenodon paradoxus), y hutias (Plagiodontia aedium).

Los mamíferos marinos como los defines nariz de botella, (Tursiops truncatus), el delfín moteado (Stenella frontalis), ballenas (Megaptera novaengliae) y manaties (Trichechus manatus), además de la tortuga verde (Chelonia mydas), carey (Eretmochelys imbricata), y laúdo tinglar (Dermochelys coriacea) habitan en abundancia en el área protegida.

Saona y la gestión sostenible

En julio pasado, el gobierno dominicano anunció el desarrollo de un máster plan para el manejo sostenible de la isla Saona.

Durante una visita del presidente Luis Abinader a la isla, el Ministerio de Medio Ambiente detalló que el máster plan contempla una inversión de casi 600 millones de pesos, en un proceso de saneamiento de la isla que inició con el paso del huracán Fiona en septiembre de 2022.

El plan contempla la puesta en operación de un centro de acopio, valorización y compostaje de residuos sólidos, la consolidación del proceso para eliminar que se recurra al plástico de un solo uso y el foam en la isla, la construcción de una planta procesadora de aguas residuales, entre otras obras, a los fines de preservar los recursos naturales de esa isla.

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