El cambio climático, responsable de la proliferación de sargazo en el litoral caribeño

El alcalde de Capesterre dijo que se está viviendo pleno período de sargazo

Una playa afectada por sargazo. (RFI.)

“Estamos en pleno período de sargazo”, alerta Jean-Claude Maës, alcalde de Capesterre, un pueblo de alrededor de 3,000 habitantes. El edil de este puerto de la isla de Marie-Galante (Antillas francesas) no recuerda haber visto un arribo tan masivo de estas algas que se vuelven peligrosas cuando se descomponen en el litoral.

A finales de abril, una mancha marrón en los mapas satelitales de la NASA prendió las alarmas entre los científicos marinos. Años tras años desde 2011 crece un cinturón oceánico de sargazo que se extiende de las costas africanas hasta el Caribe. Se trata de miles de kilómetros de algas derivando hacia el litoral caribeño.

“Desde Cristóbal Colon, en sus textos, ya se decían que estaban estas algas flotando que impedían el paso de los barcos. Pero estaban contenidas un en zona por las corrientes”, recuerda Rosa Rodríguez, bióloga marina del Instituto de Ciencias del Mar de la Universidad Nacional Autónoma de México y quien estudia el sargazo.

“El sargazo en sí no es peligroso, lo que mata es la cantidad de sargazo”, insiste Rodríguez. Y desde 2011, los biólogos marinos observan cómo se ha formado un nuevo “cinturón de sargazo” en la zona tropical del Atlántico, y que se añado al conocido “Mar de Sargazo” del que hablaban los exploradores de tiempos pasados. Se teme que este año, el cinturón de sargazo, empujado por un cambio de corrientes, golpee con más fuerza aun las costas de los distintos países caribeños.

Las costas mexicanas ya fueron afectadas más temprano que en años anteriores. Tan solo en el balneario de Playa del Carmen en la Península de Yucatán, las autoridades municipales recolectaron más de 10,000 toneladas de sargazo en 3 meses. Un récord.

“Cuando se acumula el sargazo en las playas en cantidades impresionantes, y que hace barreras de entre 1 metro de alto, se empieza a descomponer, empieza a producir líquidos oscuros y produce gas”, observa Rodríguez.

Olor fétido y gas tóxico

Las consecuencias son múltiples: el agua turquesa de las playas se convierte en una marea color chocolate y un olor a huevo podrido satura el aire. La científica mexicana detalla la larga lista de impactos negativos causados por la proliferación de esta alga en los litorales: “Provoca en mortalidad de corales y de especies de importancia comercial como la langosta. Baja el nivel de oxígeno, se cambia la calidad del agua. El sargazo puede traer animalitos urticantes, puede traer objetos punzocortantes, y los gases que produce el sargazo: el amoniaco, metano y el ácido sulfhídrico que puede provocar problemas respiratorios, neurológicos, náuseas y vómitos”.

En el norte del Caribe también, el sargazo causa estragos. El presidente dominicano Luis Abinader indicó a finales de abril que la llegada masiva de sargazo perturbó la alimentación en agua de plantas termoeléctricas en la costa. La preocupación es tal que las autoridades proponen declarar el sargazo una emergencia regional en el caribe.

“Hay una capa de algas de prácticamente 2 metros de profundidad. Equivale a cuatro canchas de fútbol”, cuenta a RFI Jean-Claude Maës, alcalde de Capesterre, en las Antillas francesas.

Esta acumulación de algas obliga el municipio a dedicar recursos significativos para la limpieza de la costa. “Tengo 4 equipos trabajando permanentemente para recoger lo más posible. De lo contrario, la población no podría permanecer aquí. Tenemos 72 horas para recogerlas... porque pasado este plazo, el olor se vuelve insoportable”, detalla el edil, contactado por RFI por teléfono.

Maës espera ahora con ansias la colocación de una presa flotante en junio. “Pero para salvar realmente la punta de Capesterre, tendremos que construir un dique para desviar el sargazo. ¡De otra forma, habría que desplazar el pueblo!”, advierte el alcalde.

El papel del cambio climático

La presencia cada vez mayor de sargazo en las costas caribeñas llevó a los científicos a estudiar las causas de este fenómeno reciente. Se pensó inicialmente que los nutrientes agrícolas y la contaminación humana de los ríos favorecían la proliferación de sargazo. Una hipótesis descartada en un reciente informe publicado por investigadores franceses. La causa sería distinta. Pero los humanos sí seríamos responsables.

Según el consenso científico actual, todo apunta que el incremento masivo de sargazo en las costas caribeñas es producto del cambio climático. “No tanto por el aumento de la temperatura del agua de mar, sino porque el aumento de la temperatura de la atmosfera y del mar está provocando cambios en los patrones de vientos y de corrientes marinas”, explica Rosa Rodríguez.

“Y esto está haciendo que el sargazo, que antes estaba concentrado en el Mar de los Sargazos, se mueve más hacia la zona tropical, desde África hasta el Golfo de México. Y en esta zona, pues encuentra temperaturas más cálidas y gran cantidad de nutrientes, lo que hace que su biomasa aumente”, concluye la científica.

¿Qué hacer ante la presencia de toneladas de sargazo en el litoral? De momento, limpiar las playas… Una solución muy costosa: retirar el sargazo cuesta alrededor de 1 millón y medio de dólares por kilómetro de playa por año, según calculó Rosa Rodríguez.

El reciclaje: una solución incipiente

¿Y si el sargazo pudiera ser reciclado para la alimentación animal, la fabricación de zapatos o para generar biogás? Las ideas no faltan, pero la cadena industrial aun es incipiente explica a RFI la bióloga marina de origen holandés Brigitta Von Tussenbroeck, co autora de un informe al respecto el año pasado.

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