Los incendios del “verano negro” australiano afectaron la capa de ozono, dice estudio

Los incendios que calcinaron unos 5,8 millones de hectáreas en el este de Australia

Un bombero tratando de sofocar el incendio en Australia. (Fuente externa)

Los numerosos incendios ocurridos durante el catastrófico "verano negro" de Australia, entre finales de 2019 y principios de 2020, ensancharon el agujero en la capa de ozono de la Tierra, según un nuevo estudio publicado el viernes.

El informe aparecido en la revista Scientific Reports de Nature establece un vínculo entre el humo sin precedentes desprendido por los incendios con el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida.

Los incendios que calcinaron unos 5,8 millones de hectáreas en el este de Australia fueron tan intensos que provocaron la formación de decenas de nubes pirocumulonimbo infundidas de humo.

Las nubes pirocumulonimbo, denominadas por la NASA como "la nube del dragón que escupe fuego", son tan poderosas que pueden afectar el clima local, causando tornados de fuego y tormentas eléctricas.

Durante el "verano negro", estas nubes enviaron más humo que nunca a las partes altas de la atmósfera.

El resultado fue "millones de toneladas de humo y gases asociados inyectadas en la alta troposfera y la baja estratosfera", según los investigadores de las universidades inglesas de Exeter y Manchester.

Y esta acumulación de partículas de humo provocó que la baja estratosfera se calentara hasta niveles no vistos desde la erupción del volcán Pinatubo en Filipinas en 1991.

Este calentamiento ensanchó el agujero en la capa de ozono que aparece cada primavera austral en la Antártida y que alcanzó "niveles récord en las observaciones de 2020".

Este agujero fue creado por la contaminación humana, especialmente de los clorofluorocarbonos (CFC) antes emitidos por muchos refrigeradores, pero la cooperación global reciente da esperanzas de que pueda volver a cerrarse.

El protocolo de Montreal firmado en 1987 y ratificado por 195 países redujo la cantidad de CFC emitidos, con lo que la capa se puede recuperar completamente en 2060 según modelos de la ONU.

Sin embargo, los investigadores advierten que el incremento de la frecuencia y la intensidad de los incendios por el cambio climático puede revertir la tendencia.

"Esto puede llevar a más eventos como el de 2020, lo que a su vez podría llevar a una mayor reducción de la capa de ozono", dijo a AFP el profesor James Haywood.

"Así que los considerables esfuerzos que hemos realizado para proteger el agujero de la capa de ozono podrían verse frustrados por el calentamiento global", advirtió

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