Alerta: urge un Pacto por el Agua para preservar ese recurso vital
Se contaminan las capas subterráneas y superficiales y se deforestan las cuencas
Estudiantes aprenderán en las escuelas con el Gran Libro del Agua
Después de décadas de desarrollo económico y expansión de grandes ciudades, la población dominicana sigue descargando sus baños en el río. Subterráneas o superficiales, las corrientes de agua que surcan y bordean el territorio dominicano cargan los desechos de los baños, las cocinas y la actividad industrial, lo que hace cada vez más difícil encontrar agua limpia.
Para la agricultura y la ganadería se han deforestado las cuencas hidrográficas y ya la tierra no es capaz de retener el agua más allá de algunos minutos después que llueve. Por eso, algunos ecologistas afirman que en República Dominicana solamente hay agua mientras llueve.
Este es el panorama que describe el ingeniero hídrico y gran conocedor de los recursos de agua dominicanos, Gilberto Reynoso, quien es también director ejecutivo del Gabinete del Agua.
Se inyecta el veneno
Las aguas subterráneas son una reserva estratégica para los países y deben ser el último recurso en usarse. En la República Dominicana se extrae esta agua en muchas provincias para el consumo humano, a pesar de tener múltiples ríos para tomarla.
Como resultado, Reynoso afirma que el agua salada del mar Caribe ha avanzado de 20 a 25 kilómetros tierra adentro en la costa sur. Por ser más pesada, el agua salada tiene una relación de 40 a 1 con el agua dulce. Esto quiere decir que por cada metro cúbico de agua dulce que se extrae, el agua salada avanza cuarenta.
Al mismo tiempo, estas corrientes reciben las aguas residuales de millones de hogares y empresas en todos los pueblos, que la inyectan en el subsuelo a través de pozos filtrantes.
El sistema de alcantarillado, que debe recoger y tratar estas aguas antes de su deposición, apenas cubre un 20 % de todo el territorio dominicano, según ha dicho el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención. El 95 % de las aguas residuales se descargan sin ningún tipo de tratamiento, de acuerdo a datos del Gobierno.
El experto pone como ejemplo a Piantini, en la capital dominicana, como uno de los sectores que tienen mayor contaminación de aguas subterráneas por la gran densidad de población que vive en muchos edificios con una gran cantidad de apartamentos y negocios.
La contaminación que fluye debajo de la tierra termina en los ríos Haina, Isabela, Ozama o en la costa del mar Caribe. Otra parte se queda estancada.
Mucha lluvia y poca agua
Gilberto Reynoso explica que la República Dominicana tiene una de las mejores pluviometrías (promedio de precipitaciones) anuales del mundo, en relación con el tamaño del territorio, sin embargo, tiene también un alto nivel de evapotranspiración (el agua que evapora el sol).
Del agua que cae y corre por encima y debajo de la tierra, ya se utiliza alrededor del 60 %, lo que indica que “ya estamos en un período de escasez”, según Reynoso, porque ningún país debe pasar del 40 %.
La situación es tal que “si no le ponemos la atención debida al agua, para el año 2030 vamos a tener situaciones muy críticas”. La crisis ya se sufre en el presente en algunas regiones hidrográficas.
En la región hidrográfica Yaque del Norte ya demandan el 119 % del agua que tienen disponible, mientras en la Yaque del Sur se demanda el 101 %.
Para garantizar agua a esas poblaciones y otras que llevan la misma tendencia en el futuro, se requiere reducir el desperdicio en la agricultura y la pecuaria. El 90 % del agua potable se dedica a estas actividades. Sin embargo, más del 60 % del agua que se usa en agricultura se desperdicia por el uso del riego superficial, según un informe del Ministerio de Economía.
El cambio climático va cambiando la dinámica de las lluvias, que en los últimos años han mostrado un comportamiento anormal. “Las lluvias de ahora son lluvias raras. Aquí nunca había habido lluvias como ocurrieron ahora en febrero y marzo, que son meses sumamente secos”, comenta Reynoso. Los mangos de Baní que maduran con la lluvia de mayo tienen que esperar, como un ejemplo de los efectos de las alteraciones.
Urge un Pacto por el Agua
El Gabinete del Agua realiza consultas a nivel nacional para conocer las necesidades específicas de las localidades en la materia y tomarlas en cuenta en la redacción del Pacto del Agua que será firmado en el Consejo Económico y Social. Este pretende ser un compromiso del Gobierno y de la sociedad para intervenir todas las aristas del problema del agua de aquí al 2038 con una inversión estimada de US$8,500 millones.
Incluye obras tan ambiciosas como la construcción de la red de alcantarillado de todo el territorio nacional con sus plantas de tratamiento y 17 nuevas presas. Muchas de ellas ya se empezaron a construir en el presente gobierno.
El 22 de diciembre de 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 22 de marzo como Día Mundial del Agua para crear conciencia pública sobre la importancia de la conservación y desarrollo de los recursos hídricos. Por la fecha, este martes se pondrá en circulación el Gran Libro del Agua, que será usado por el Ministerio de Educación para la instrucción de los alumnos sobre todos los elementos relativos a ese imprescindible recurso. El Gabinete del Agua firmó con la empresa dueña de los derechos del texto un convenio para su utilización en República Dominicana. Éste ya se usa en Perú, Ecuador, Chile y Colombia. El Gabinete del Agua va a empezar instruyendo a 100 maestros para que transmitan el conocimiento.
Se origina incendio en el mercado fronterizo de Dajabón
Cómo percibe la generación Z la violencia contra la mujer
Misión keniana y Policía de Haití intentan cercar a "Barbecue" en su feudo de Delmas
Capitaleños desconocen cómo instalar la caja convertidora de señal a sus televisores
La ONU honra a las Mirabal y revisa la violencia de género