Inteligencia artificial: ¿futuro o un nuevo peligro?

La idea de contar con sistemas artificiales que emulen el comportamiento y razonamiento humano siempre ha fascinado y ha dado paso a incontables historias de ciencia ficción; y el sector tecnológico tiene razones para sonreír a esto, pues se espera que el 2023 será el año en el que la inteligencia artificial (IA) se democratice y esté presente en más herramientas de uso diario.

Pero la utilización de IA no es nada nuevo, de hecho, tenemos y utilizamos a diario equipos y herramientas que utilizan estos programas artificiales. Si tienes un móvil inteligente en los bolsillos ya tienes un sistema de IA que te monitorea, aprende tus rutinas, te da información y sugiere acciones a tomar.

Los asistentes digitales como Alexa, Google Assistant o Siri son claros ejemplos de sistemas con IA. Ese momento cuando enciendes el auto y tu móvil te informa el tiempo y tráfico de tu viaje de manera automática, gracias a la interconectividad entre tu teléfono y el coche; todo es gracias a un sistema de inteligencia artificial que aprende de nosotros cada día.

Las principales empresas tecnológicas como Google, Microsoft, Apple y Amazon han dedicado miles de millones de dólares en investigación y desarrollo de sistemas y herramientas de inteligencia artificial.

Estas mismas empresas compiten a diario por encontrar la siguiente gran innovación. Por ejemplo, Meta ve en el metaverso el futuro, y otras empresas también invierten en tecnología de realidad aumentada y virtual (AR/VR por sus siglas en inglés). Mientras que otras como Samsung, apuestan a desarrollar las pantallas plegables para incluirlas en equipos como nuestros móviles, computadores o televisores.

Pero compañías como Google, Microsoft y Amazon han sido de las que más han avanzado en el desarrollo de sistemas con inteligencia artificial. Pero, una característica en común que tienen estas empresas, es que todavía no han logrado llamar la atención del mercado con las herramientas que han lanzado.

Sin embargo, en 2022 vimos sistemas interesantes basados en IA que cautivaron al mercado. Herramientas como Dall-E, la cual genera imágenes a base de la petición y explicación del usuario. También, probamos el ChatGPT 3.5, un chat bot capaz de contextualizar preguntas y conversaciones de manera natural y rápida.

Ambas herramientas fueron desarrolladas en el laboratorio de investigación en Inteligencia Artificial, OpenAI, en la ciudad de San Francisco, california.

En OpenAI empresas importantes como Microsoft han visto la oportunidad de invertir y aprovecharse de los resultados finales. De hecho, la empresa que comanda Satya Nadella invirtió mil millones de dólares en 2016, y de acuerdo con informaciones ofrecidas por el New York Times, el monto de inversión ha aumentado hasta los tres mil millones de dólares.

Y la jugada de inversión por parte de Microsoft ha traído sus frutos, pues el avance y la gran recepción que tuvo el chatbot de ChatGPT, le ha dado ideas a la empresa para incluirlo en su buscador web Bing.

Esta movida sorprendió tanto a usuarios como a la misma competencia de la compañía como lo es Google.

Pues, por años las búsquedas en la web se han basado en hacer una pregunta y recibir una página con links azules que nos redireccionan al portal que hemos dado clic y donde esperamos se encuentre la respuesta a nuestra duda.

Pero luego de ver la interesante forma en la que ChatGPT ofrece información contextualizada en modo de una conversación fluida y casi humana, la idea de cambiar la forma en la que interactuamos con estos sistemas es disruptiva; y Microsoft decidió atacar primero y anunciar su implementación en su buscador.

La forma en que se implemente este sistema por parte de Microsoft y la reacción del público será vital para la disrupción en cómo consumimos contenido en la web.

Google, tiene el buscador web más utilizado del mundo, Chrome con un 65.8 por ciento y Google Search 84 por ciento del mercado, de acuerdo con datos de Statista. Y la principal fuente de ingreso de la empresa es a través de la publicidad en línea que ofrece a terceros.

Pero, el éxito detrás de Google depende de su algoritmo de búsqueda, el cual ha evolucionado a un sistema de inteligencia artificial que es utilizado en el principal sistema operativo móvil del mercado, Android.

Android domina el mercado de móviles inteligentes con un 70.6 por ciento del mercado, según datos de Statista.

Sin embargo, Google ha sido la empresa que más ha sabido capitalizar la gigantesca cantidad de datos que ha amasado de los usuarios, de hecho, la efectividad del algoritmo depende de la data creada, almacenada y convertida en información de cada uno de los usuarios.

Gracias a esta data Google ha podido desarrollar proyectos su asistente digital, el cual es el mejor del mercado. Pero también le ha dado la posibilidad de crear el proyecto LaMDA, el cual es una herramienta de inteligencia artificial capaz de tener una conversación fluida con el usuario. La demostración presentada por la empresa es impresionante y hace soñar hasta el más incrédulo.

Pero no todo es perfecto, y Google ha hecho énfasis en que esta herramienta todavía le hacen falta retos por superar, como lo son el tema de la verificación de la información, la cual, en ocasiones no puede ser la correcta.

Usuarios de ChatGPT, también han reportado inconvenientes con la verificación de información que puede lanzar el sistema.

Además, durante una llamada de demostración de las capacidades del sistema, la conclusión fue que es imposible identificar que fue un sistema de IA el que realizó la llamada. Esto fue objeto de críticas sobre los posibles peligros de tener y contar con un sistema con estas capacidades.

La democratización del acceso a herramientas al ChatGPT ha causados los temores de Skynet en Terminator.

Universidades y escuelas han prohibido el uso de la herramienta por parte de sus estudiantes, pues estos últimos han decido utilizar al ChatGPT para que este les escriba sus tareas.

Sin embargo, existe un segundo grupo que apoya el uso de herramientas de IA para enseñar en clases; y este tópico será tema de debate durante todo este 2023.

De hecho, la Unión Europea, quien ha sido pionera en términos regulatorios de las nuevas tecnologías, ha expresado su preocupación sobre la inteligencia artificial y su uso; por lo que, la se encuentra trabajando en un proyecto de ley para establecer las reglas de juego sobre la aplicación y límites de utilizar esta herramienta.

Acusaciones de racismo y sexismo en sistemas de identificación son otros de los problemas pendientes a resolver dentro de los programas de Inteligencia Artificial.

El 2023 será un año en el que veremos una mayor democratización de sistemas de inteligencia artificial, en el que más herramientas intentarán cambiar la forma en la que interactuamos con estos sistemas, por algo más natural y con información contextualizada.