Si sigue así, la guerra está perdida

La Policía reafirma su lucha sin cuartel contra la delincuencia, aunque habla en específico del sicariato, y por igual, que no variará de método ni de procedimiento.

Bien una cosa, pero mala la otra.

A menos que sienta gusto por las críticas y goce con las censuras, no tiene sentido que insista en los llamados intercambios de disparos, que nadie acepta ni reconoce. A veces conviene recogerse, como táctica, y esperar que cesen las vibraciones negativas, pues si no existen condiciones adecuadas, toda estrategia será fallida.

No hay dudas de la audacia de los delincuentes y que los ataques a los agentes no es algo ocasional, porque los encontraron en el camino, sino parte de su naturaleza.

Si no, evitarían los enfrentamientos, serían siempre criminales en fuga, y se ve todo lo contrario. Que buscan el intercambio, aun a sabiendas de las consecuencias.

Como si fueran víctimas propicias del barrio, como si lo suyo fuera una particular 'yihad' que solo responde a dioses malos. La situación de verdad que horroriza y el combate no alienta ni ennoblece. La guerra aparenta perdida.