Perder-perder

A estas alturas, Hipólito y Miguel pueden contar a lo sumo con medio PRD cada uno.

Esta es, razona un joven empresario, una muestra más de que en nuestra cultura las negociaciones nunca se hacen con la decidida intención de llegar a un ganar-ganar, que es lo que aconsejan los "guruses". Aquí, "si alguien se sienta a una mesa de negociación con una lista de objetivos, y los consigue todos, en vez de salir contento, se va con la idea de que de alguna manera le han engañado, de que hay algo raro".

Pues eso... que el gran perdedor ha sido todo el PRD, no una facción.

Pero es un problema para todos. La democracia no funciona sin contrapeso. Esa ficción de "la dictadura con respaldo popular" no deja de ser un ingenioso juego de palabras para esconder un peligrosísimo régimen político de mal augurio.

Los políticos tienen hoy, en República Dominicana, demasiado poder. Y el único contrapeso que podrían encontrar, aparte de alguna prensa y el gesto ciudadano, es una oposición inteligente, decidida, sensata.

No cuenten con los tribunales ni con la autoregulación de los partidos. Eso es, visto lo que hay, una pérdida de tiempo.

La clase política controla (manipula) el poder legislativo, el ejecutivo y detenta el judicial. Logró estropear la Educación y no sabe cómo arreglarla, tiene ya tanto dinero que compite con el empresariado... con la ventaja de que pone las normas. Los políticos tienen prensa, dinero y tribunales. El voto popular parece ser ya la propina.

IAizpun@diariolibre.com