Ladrones en Didi, Uber y Pedidos Ya

Y nadie da una respuesta satisfactoria al usuario

Mucho se habla del tigueraje dominicano, es algo así como un tema cultural, y  esa conducta, en muchos casos de corte delictivo, ha llegado a las plataformas digitales. Me ha pasado a mí, lo conozco de primera mano, y unas cuantas personas han sufrido la misma experiencia, según me han contado.

En Didi y Pedidos Ya el tema está en que los repartidores dan las compras como entregadas y desaparecen, sobre todo, cuando hay comida involucrada. Entonces, uno tiene que someterse a un proceso terrible de “servicio al cliente” que le amarga la existencia a cualquiera, porque al final te quedas sin comida, otro se la come, aunque tú la pagaste, y te reembolsan en 30 días, si tienes suerte de que un ser humano te responda.

En Uber y Didi, en términos de transporte, son expertos cancelándote el viaje e intentando cargarlo a tu tarjeta cuando no se paga en efectivo y, muchas veces, lo consiguen. Igualmente, si intentas viajar al aeropuerto, cuando aceptan el servicio y ven que es para allá, te escriben por mensaje que no hacen el viaje sino reciben entre 30 o 40 dólares de tarifa.

Son unos ladrones descarados y estas plataformas digitales deberían ser más eficientes en controlar estos fraudes, que afectan el día a día de uno, que ha puesto la confianza en ellos para obtener servicios por los que se paga muy caro, pues, por ejemplo, Pedidos Ya y Uber han subido sus tarifas salvajemente, y la primera se ha inventado un cargo por servicio de 10 pesos que no se entiende, pues ellos cobraban ya lo suyo.

Escribo indignado, porque me pasó en Didi y en Pedidos Ya, justo los días que en Diario Libre decidimos juntarnos los compañeros a compartir nuestras tradicionales cenas navideñas. Está demás decir que me las amargaron, porque yo confié en ustedes para un servicio y dos de sus motoristas se comieron nuestra comida.


Periodista puertorriqueño y subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue director asociado.