Las nuevas ideas de Manuel Mora Serrano
Homenaje a un soñador
Hace ya un año (este dos de noviembre) mi padre detuvo su pluma. Pero su voz sigue viva en cada una de sus obras y en el corazón de tantas personas a las que quiso, y que lo quisieron. Era un soñador incorregible que amó la literatura y a su país por sobre todas las cosas. Hoy, quisiera recordarlo con algunas de esas ideas suyas que presentó en artículos de periódicos y en largas tertulias, porque todavía hoy resultan novedosas y ameritan ser consideradas para implementarlas.
La literatura viva
Un día sugirió que alguna universidad o entidad pedagógica entrevistara y grabara a los escritores de su generación. Usar las redes, YouTube, para que las nuevas generaciones conocieran lo que pensaban los escritores y así pudieran acercarse a ideas y sus obras. Hay un gran patrimonio para conservar y sería una forma moderna de enseñar literatura dominicana.
Una gran escritora como Irene Vallejo se hace cercana a través de las redes y transmite esa hermosa forma de describir la vida y el arte, especialmente los libros. No necesitamos que los escritores sean influencers y no todos tendrán la facilidad o la disposición de hacerlo, pero sí es posible grabar una serie de entrevistas con los que aún viven y, quién sabe, tal vez rescatar videos de conferencias y entrevistas a los que ya partieron.
Las universidades como centro de desarrollo regional
Creía en el poder de las universidades y entendía que en vez de limitarse a ofrecer las mismas carreras en los distintos los pueblos y regiones, podían convertirse, además, en centros de desarrollo y de excelencia para las actividades económicas propias de esas regiones. Por ejemplo, formar más expertos en cacao en el Nordeste, o más técnicos especializados en turismo en La Altagracia.
Cuando hablamos de desarrollo regional, generalmente nos referimos a replicar o extender modelos exitosos en otras latitudes. Podríamos en cambio aprovechar la diversidad. No necesitamos, por ejemplo, “otro Punta Cana” en Pedernales: se puede apuntar a un turismo ecológico que atraiga a esa nueva generación de turistas que buscan y pagan por preservar el medioambiente. Los temas fronterizos también se pueden analizar y abordar desde esa mirada.
El apoyo a los jóvenes talentos
Uno de los atributos más mencionado sobre mi padre fue su esfuerzo consistente por descubrir e incentivar a los nuevos talentos literarios del país. Muchos de ellos son parte importante de la literatura nacional. Definitivamente, no son cosas del siglo pasado: el quehacer intelectual puede aportarles mucho a nuestros jóvenes y contar con alguien que les oriente y apoye parece más relevante. Saber que hay algo más que ser político, pelotero o vociferar sin reflexionar en las redes. Es tener mejores maestros, pero también apoyar las iniciativas, concursos, espacios donde esos jóvenes y no tan jóvenes con inquietud literaria puedan aprender y expresarse.
A sus 90 años, Manuel Mora Serrano aún tenía muchas ideas vanguardistas y le entusiasmaba escribir de poesía en este periódico porque sabía que hay gente que ama y quiere leer y escuchar poesía. El sentido de la vida y el tiempo universal viven en un verso. Mi padre también.
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