La misión educativa de los museos
Los museos son instituciones activas
Con motivo de la apertura del Museo del Hombre Dominicano en 1973, que -por cierto- el próximo año conmemorará su cincuentenario, escribí un artículo sobre la función de los museos que encabecé con una reflexión de Willem Sandberg, presidente ejecutivo del Museo de Israel, que decía:
No más depósitos de tesoros artísticos
los museos son instituciones activas
en las cuales las creaciones humanas
de todo tiempo y género
conquistan el derecho
a aportar su mensaje…
Un museo es un hogar para las musas
donde caben todas las artes…
La función del museo
es servir de puente entre el artista y el público
llenar la necesidad de forma y expresión
que palpita consciente e inconscientemente
en la sociedad.
En opinión de Sandberg, los museos deben constituirse en entes dinámicos e interactivos, capaces de promover la comunicación y el intercambio cultural, y establecer un lazo de unión entre las generaciones de hoy y del mañana con las culturas del ayer.
Tal y como define el Consejo Internacional de Museos (ICOM) en su presentación del Día Internacional de los Museos del 2022, los museos son agentes de cambio que contribuyen con su poder transformador al desarrollo integral de la comunidad a través de la educación. Por eso hay que proveer a los museos de los recursos necesarios que garanticen la calidad de su gestión y la preservación de su contenido arqueológico, histórico o artístico, con el fin de atraer la mayor cantidad de público, tanto nacional como turístico, sin que pierdan su mística educativa y cultural.
Para lograr estos propósitos se requiere de espacio físico apropiado y la dotación de los fondos necesarios para cubrir costos operativos y garantizar calidad gerencial, así como la sostenibilidad de programas de difusión mediante visitas guiadas, publicaciones y audiovisuales, conferencias y seminarios para la divulgación de conocimientos, formación de valores ciudadanos y reafirmación de las señas de identidad nacional.
El presidente Luis Abinader, consciente de la relevancia que tienen los museos para la enseñanza básica, la investigación científica y el desarrollo del turismo, ha planteado la pertinencia de una vigorosa coparticipación pública y privada, por medio de la creación de voluntariados, que colaboran con el Estado en el relanzamiento y la buena marcha de los museos ubicados en la Plaza de la Cultura y la Ciudad Colonial, así como en otras localidades del interior del país.
El empresariado y la ciudadanía en general, deben secundar con entusiasmo esta loable iniciativa del presidente de la República. Así obtendríamos una mayor sinergia con la participación conjunta del Gobierno y el sector privado en la reestructuración de nuestros centros museográficos.
Los museos no son exclusivos para el disfrute de las élites. Cumplen una función social como un recurso didáctico para el desarrollo integral de la comunidad. Conservan el acervo patrimonial, amplían el ámbito de la enseñanza, promueven la creatividad, llenan de ensueño la imaginación y enaltecen el espíritu, confiriéndole mayor valor y sentido a nuestra nacionalidad. De ahí que apoyar a los museos es una forma concreta de ampliar el horizonte educativo de la gente y su formación cultural.
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