Las pinturas de James E. Taylor

Entrada de la casa de Damián Báez, a la salida de la capital, en el camino de Haina, 1871.

Contrariamente a lo que algunas personas creen, la historia se construye a partir de algo más que los documentos escritos. Una moneda, un pañuelo, un escritorio, una silla de montar, un vestido, y muchos objetos más, pueden servir al historiador en algún momento para explicar o narrar ciertos hechos históricos.

Lo mismo ocurre con las fotografías, las pinturas y los grabados, y hasta con los dibujos dejados en una pared o un cuaderno. Muchas veces esas imágenes fueron realizadas con intención meramente anecdótica o sentimental, pero otras veces tuvieron un objetivo periodístico o documental.

Así pasó con los grabados que realizó Samuel Hazard, mientras acompañaba a la Comisión de Senadores de los Estados Unidos que visitó el país en 1871 para determinar si existían condiciones para anexar la República Dominicana a aquel país.

Hazard, como se sabe, recogió sus grabados en un libro titulado "Santo Domingo, Past and Present, with a Glance at Hayti", que ha tenido varias ediciones en español. Sus grabados fueron tan bien apreciados, que la Sociedad Dominicana de Bibliófilos y la Editora de Santo Domingo realizaron una edición separada de éstos hace ya más de treinta años.

Poca gente, sin embargo sabe que la Comisión de Senadores también fue acompañada de uno de los mejores dibujantes y acuarelistas de los Estados Unidos, el corresponsal gráfico James E. Taylor, famoso en aquel país por sus pinturas y dibujos de la expansión norteamericana en el Lejano Oeste, así como por sus pinturas sobre las guerras contra los indios, y sobre el período de la llamada Reconstrucción, una vez terminada la Guerra Civil norteamericana.

Taylor se ganaba la vida pintando para diversas revistas y publicaciones periódicas que necesitaban ilustraciones para sus noticieros, particularmente para la revista "Leslie's Illustrated", y dejó una gran colección, que hoy se conserva en varias bibliotecas y museos y, particularmente, en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

De esta colección, hemos extraído las doce pinturas que publicamos a continuación, algunas de ellas recogidas en su día por Emilio Rodríguez Demorizi en su libro "Pintura y Dibujo en Santo Domingo" y por Bernardo Vega en su libro "Imágenes del Ayer".

Reproducimos algunas de ellas a continuación como una forma de dar a conocer cómo lucían algunos lugares del país en 1871, cómo vestía la gente, qué medios de transportación utilizaban los campesinos, cómo lavaban la ropa en los ríos, cómo lucían los embarcaderos de Santo Domingo y Samaná, de dónde se abastecían de agua, cómo enterraban a sus muertos en las iglesias, y cómo hacían la guerra.

De Taylor se conoce bastante. Nació en Cincinnati, Ohio, en 1839, y murió en Nueva York en 1901, según la esquela mortuoria publicada por el New York Times al día siguiente de su fallecimiento. Viajó extensamente por el oeste y el sur de los Estados Unidos y, como hemos dicho, visitó la República Dominicana en 1871 como "pintor y dibujante de Frank Leslie's", según consta en el Informe de la Comisión de Investigación del Senado de los Estados Unidos.

Como reportero gráfico, Taylor llenó un importante vacío pues en aquellos años, la tecnología no permitía a los periódicos y revistas ilustrar con fotografías, y los ilustradores gozaban de mucha demanda pues los lectores querían algo más que su imaginación para captar el contenido de los reportajes de las publicaciones periódicas.

Como Taylor no recogió en un libro sus pinturas dominicanas, muy pocas son conocidas en el país, y por ello hoy queremos contribuir a su conocimiento y difusión publicándolas en esta sección de "Lecturas de Diario Libre", anunciando al mismo tiempo la futura publicación de otras ilustraciones y fotografías poco conocidas, o inéditas, producidas en el siglo XIX y principios del XX.

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