Cantemos de las madres su ternura y su afán
Canción que es canto de Doña Trina de Moya, la esposa del antiguo presidente Horacio Vásquez, una y otra vez cada día, la canto porque además de bonita, es de todas las madres, con el privilegio que nos da la vida. “Venid los moradores del campo y la cuidad, entonemos un himno de intenso amor filial, cantemos de las madres su ternura y su afán y su noble atributo de abnegación sin par...”.
Así es, porque ser madre es el privilegio que nos da la vida, con la maternidad creamos la humanidad, damos ejemplo de educación y buenas maneras a nuestros hijos e hijas. A esos les enseñamos la honestidad, el respeto ajeno y otras tantas cosas para que sean hombres y mujeres con un dulce encanto de sus vidas y ciudadanos con amor a su Patria.
Cuando las madres han muerto, los hijos e hijas tienen que darles un adiós, y de seguro se les estremece su corazón, rezan y van al cementerio a llorar y rezar. “Cubramos con flores la tumba sencilla de madres que moran en la eternidad y honremos con flores la frente que aún brilla, que aún brilla y esplende la maternidad...”.
Si además de ser madre, se es abuela, bendito sea Dios. Abuelear es otro privilegio, se disfruta con risa, se le canta canciones en las cunas mientras se van durmiendo los nietos y se ríe de todo lo que hacen. Dios nos ha dado el privilegio de la maternidad y ser abuela. Yo estoy feliz, aunque solo tengo un hijo y un nieto, los amo, los disfruto y les envío besos y abrazos cada día.
Se celebra el Día de la Maternidad y aunque no se haga celebración, madres y abuelas somos felices. Dios nos bendiga.