Las ocasiones perdidas

Nadie discute que las intenciones de Pro Consumidor sean las correctas. Es su estrategia de comunicación lo que ha convertido en una ocasión perdida el "Caso de los salamis", como antes lo fue la "Operación pollo".

Si el 15% de los embutidos de esta clase contiene heces fecales, el 85%... no. Pero es esa mayoría más que absoluta la que se ha visto condenada a la sospecha y probablemente a la reducción de sus ventas.

"Sí, diremos los nombres", se defiende el organismo. Pero ya es tarde: ése era el principio, no el final. Sobra decir que junto al cierre de las empresas que cometen semejante delito contra la salud pública.

Primero el pollo, ahora el salami. Pero que no se froten las manos los vegetarianos; nadie cree que Pro Consumidor persiga un cambio en los hábitos alimenticios dominicanos. No se descarta que en breve denuncie el exceso de pesticidas en los vegetales (un tema recurrente) o de plaguicidas en las plantaciones de arroz.

¿Apoyar a Pro Consumidor? Sí y con muestreos más frecuentes y análisis más minuciosos. La defensa de los derechos del consumidor es una asignatura pendiente, una obligación que el Estado dominicano ha obviado por demasiado tiempo. Por eso es tan importante que las denuncias de Pro Consumidor sean justas. Que no convierta en una alharaca y en una ocasión perdida cada campaña que emprende.

En dos semanas ha conseguido más portadas que en cuatro años. Y por ahora el consumidor no está más seguro.

IAizpun@diariolibre.com