¿Cuánto subirá la tasa de cambio?
De 60.91 a 64 pesos por dólar, proyecciones de la tasa de cambio para 2025
En la empresa. En la universidad. En el gimnasio. En la iglesia. En cualquier parte, la gente se pregunta cuánto subirá la tasa de cambio del peso dominicano frente al dólar de Estados Unidos. En esta columna se indicó hace meses que, para diciembre de 2024, la tasa alcanzaría los 61 pesos por dólar y se comentó también que no habría que rasgarse las vestiduras por ese motivo.
A 13 de diciembre, la tasa de cambio spot se situó en 60.91 pesos por dólar. En lo que va de año, la cotización del dólar respecto al peso ha subido un 4.6 %. Esa variación supera el promedio simple interanual de 3.5% registrado desde el inicio de la política monetaria, en enero de 2012, basada en metas de inflación. No obstante, el comportamiento actual no significa que la tasa de cambio se encuentre sobre una trayectoria divergente y explosiva.
La volatilidad de la tasa de cambio aumentó significativamente tras la pandemia del covid-19. Gran parte del incremento de dicha inestabilidad se debe a la adopción, desde marzo de 2020, de medidas monetarias muy cambiantes e inconsistentes en el tiempo, primero expansivas para estimular la demanda agregada, y luego restrictivas para controlar la tasa de inflación.
Existe evidencia empírica que avala la vinculación de la tasa de cambio con los movimientos de la oferta de dinero. Cuanto más rápido crece la liquidez en una economía, más rápido tiende a depreciarse la moneda local.
La inyección de liquidez aprobada por la Junta Monetaria en marzo de 2020, que en pocos meses superó los doscientos mil millones de pesos, provocó que la tasa de cambio del peso en relación al dólar se incrementase, entre abril y julio de ese año, de 53.74 a 58.35 pesos por dólar, equivalente a una variación mensual de 1.15 pesos. Asimismo, la ejecución del programa de facilidades de liquidez rápida, aprobado a inicios de junio de 2023 con el objetivo de estimular el crecimiento económico, se tradujo en un aumento mensual de la tasa de cambio de casi 70 centavos de peso entre junio y agosto de dicho año. Esas variaciones absolutas de la tasa de cambio superan significativamente el promedio mensual de 12 centavos registrado entre diciembre de 2005 y febrero de 2020.
En 2024, el Banco Central ejecutó una política monetaria que combinó simultáneamente medidas contractivas y expansivas, con el objetivo de mantener la estabilidad de la tasa de inflación, impulsar el crecimiento del producto interno bruto (PIB) y reducir la volatilidad de la tasa de cambio.
Los valores en circulación son títulos de renta fija de corto y largo plazo, emitidos por el Banco Central para influir sobre la cantidad de pesos en el mercado. Cuando el organismo emisor busca reducir la oferta monetaria, aumenta la cantidad de títulos en circulación; y si, por el contrario, lo que desea es expandir la oferta monetaria, recompra esos títulos financieros o los redime a vencimiento. Durante los dos primeros meses de 2024, el Banco Central incrementó los valores en circulación en 104,805 millones de pesos, alcanzando así un máximo histórico de 1.067 millones de millones de pesos, lo que significó un apriete monetario que se manifestó en el aumento de las tasas de interés. Sin embargo, a partir de esa fecha, y con mayor intensidad desde octubre, las autoridades decidieron revertir ese apriete mediante la redención de títulos financieros por la suma de 182,679 millones de pesos. En total, los valores en circulación se redujeron a lo largo de 2024 en 77,874 millones de pesos, lo cual implica un aumento de la oferta de dinero y un entorno propicio para la depreciación del peso frente al dólar.
La gestión de las reservas internacionales del Banco Central influye también sobre la cantidad de medios de pago en circulación. Cuando aumentan las reservas internacionales, se incrementa la liquidez en pesos y, si se venden reservas, se extrae moneda nacional del mercado. Durante 2024, el Banco Central se desprendió de reservas internacionales por un monto de 2,532 millones de dólares, equivalente a 113,649 millones de pesos, lo que generó una presión hacia la baja de la oferta monetaria y ayudó a mantener estable el valor del peso frente al dólar.
Los movimientos simultáneos de las reservas internacionales y de los títulos emitidos por el Banco Central provocaron un efecto neto negativo sobre la disponibilidad de liquidez. Ese resultado empujó al alza las tasas de interés de mercado durante 2024, aun cuando el Banco Central intentó reducirlas mediante un recorte de 100 puntos básicos de la tasa de interés de referencia entre agosto y noviembre. La tasa de interés activa aumentó de 13.6 % en diciembre de 2023 a 16.09 % en noviembre de 2024, variación que impacta negativamente la demanda agregada.
Con el objetivo de revertir la tendencia ascendente de las tasas de interés, la Junta Monetaria aprobó a finales de noviembre la liberación de 35 mil millones de pesos del encaje legal para que los intermediarios financieros otorguen préstamos a tasas de interés que no superen el 10 % anual. El efecto inmediato de ese anuncio ha sido la aceleración del ritmo de depreciación mensual del peso frente al dólar.
Es muy probable que la tasa de cambio continúe subiendo en las próximas semanas, en especial en enero de 2025, mes en el que estacionalmente se registra un comportamiento ascendente, a menos que el organismo emisor vuelva a intervenir en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales o a través de la colocación de títulos financieros que extraigan pesos del mercado. De acuerdo con el análisis histórico de la función de reacción monetaria, se puede proyectar que la tasa de cambio spot cerrará en diciembre de 2025 con un promedio situado en un rango que va de 63.15 a 64.66 pesos por dólar. Ese ritmo previsto de depreciación del peso es compatible con lo requerido para que las exportaciones de bienes y servicios sean competitivas, y para que se mantenga la estabilidad macroeconómica con expectativas de inflación ancladas alrededor de la meta del Banco Central.
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