El dilema

Como la Constitución no permite que Danilo sea candidato en 2016, lo lógico es que la discusión pública se centre en quién será el candidato del PLD. Pues no; la discusión empujada por danilistas, elucubra sobre cuál es la vía para cambiar la Constitución para que Medina pueda reelegirse.

¿Habrá alguna vez un presidente que respete la Constitución que juró respetar y hacer respetar? Ese es el dilema de Danilo. Ser un presidente coherente con su palabra o ser otro político que se "sacrifica" por el bien del pueblo.

El problema de la falta de institucionalidad -que permea hasta los niveles más simples de la vida diaria de todos los ciudadanos- empieza por asumir que una Constitución simplemente "dura" tres años.

El dilema de Leonel Fernández parece otro. ¿Por qué querría alguien que ha sido presidente tres periodos volver a serlo? ¿No tiene otro interés, forma de vida, metas personales, deseos, planes? ¿Por qué no puede servir a su país, si esa es su motivación, desde otra plataforma que no sea la del poder total que otorga el cargo en un país sin institucionalidad y presidencialista?

¿Qué implicaciones tiene que creamos que es normal que la Constitución se cambie al ritmo de las apetencias específicas de tal o cual grupo?

La clase política tiene que auto regenerarse. No hay seminario auspiciado por agencias internacionales, donaciones a la sociedad civil... que tengan efecto sobre este tema. Danilo Medina puede ser el primero en hacer algo contundente.

IAizpun@diariolibre.com