Vehículos a legisladores

Entre las propuestas que han surgido para resolver el tema de las exoneraciones de vehículos a los legisladores, una de las más interesantes es la que sugiere que sea el Estado el que asuma el transporte de los diputados y senadores facilitándole vehículos adecuados.

No es una mala idea y ya ha sido puesta en vigencia, tanto en el país como en otros escenarios, y en el extranjero.

En los países desarrollados, por ejemplo, existe un escalafón de vehículos de acuerdo con la categoría del funcionario. Desde vehículos utilitarios para funcionarios que van solamente de su casa al trabajo, hasta algunos según las exigencias de sus funciones estatales.

En el caso de los legisladores, dotarlos de un vehículo adecuado a sus funciones podría contribuir a dar un ejemplo al resto de la población, pues el país necesita abandonar la cultura del “yipetón” ostentoso y gran consumidor de combustible, por vehículos más a tono con la realidad del país, y con la imagen de sobriedad que debe mantener todo legislador.

Y, por supuesto, el mantenimiento debe ir por cuenta del legislador para que lo cuide.

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