Dos partidas
Doña Carmen Quidiello de Bosch vivió junto a don Juan una parte importante de la historia reciente de la República Dominicana. Una larga vida, pues llegó a cumplir 105 años.
No renunció a su propia inquietud intelectual, llegó a escribir y a estrenar alguna obra de teatro, como “La eterna Eva y el insoportable Adán”. Se mantuvo siempre cerca de escritores y artistas, además de ser una compañera en la vida política de Don Juan, tanto en las luchas que les tocó vivir aquí como en el exilio.
Vinicio Franco deja también un recuerdo imborrable, esta vez en la historia musical de la vida de varias generaciones. En su larga carrera de décadas se distinguió por su afabilidad y corrección, además de ser parte de una generación de artistas que encumbró el merengue a su más alta calidad.
Ambos vivieron una vida plena y larga, fueron ejemplo para una sociedad que está viendo partir a referentes en varios campos de la vida pública. Lo hicieron con elegancia y discreción en un tiempo que no siempre fue fácil, dando ejemplo de sencillez y compromiso ciudadano. Paz a sus restos.
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