Una buena decisión

El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, anunció que las modificaciones a la Ley de Residuos Sólidos serán revisadas en su hemiciclo, un paso necesario tras las controversias generadas por los cambios aprobados en el Senado.

La Cámara Alta, en dos lecturas consecutivas y con evidente celeridad, introdujo modificaciones que reformulan el Consejo, dejando fuera a los representantes del sector privado y eliminando contrapesos fundamentales. Estas decisiones, tomadas sin el debido consenso, han provocado inquietud en las industrias vinculadas al reciclaje y en los productores de plásticos.

Cabe recordar que los contratos relacionados con el manejo y transporte de desechos han sido históricamente temas sensibles, marcados por denuncias de corrupción. Por ello, que los diputados se muestren abiertos a escuchar e involucrar a los actores del sector es un gesto importante y necesario.

El medio ambiente debe ser la prioridad indiscutible en una legislación de esta naturaleza. Cualquier modificación o derogación merece un análisis profundo y un debate transparente que garantice el correcto funcionamiento de la ley.

La revisión en la Cámara Baja es una oportunidad para corregir posibles errores y construir un marco normativo que responda a los desafíos ambientales y fomente la colaboración entre los sectores público y privado. Es fundamental que esta discusión tenga como norte el bienestar colectivo y la sostenibilidad del país.

La prudencia y el diálogo deben prevalecer para que la Ley de Residuos Sólidos cumpla con su propósito de proteger el medio ambiente, garantizar la transparencia y promover una gestión adecuada de los desechos.