Autoridades irresponsables

El caos vial provocado por los motoristas ha escalado a niveles alarmantes. No solo invaden las aceras, poniendo en riesgo la seguridad de los peatones, sino que además ignoran constantemente las señales de los semáforos, contribuyendo a un ambiente de anarquía en las calles.

Este tipo de comportamiento, que debería ser sancionado con firmeza, es, sin embargo, pasado por alto sistemáticamente por las autoridades del tránsito, cuya inacción perpetúa el desorden.

La falta de regulación y control eficaz afecta el tráfico vehicular, pero también erosiona la confianza de la ciudadanía en las instituciones encargadas de mantener el orden. El respeto por las normas de tránsito no es opcional; es fundamental para garantizar la seguridad y la convivencia en los espacios públicos. Si las autoridades continúan ignorando estas infracciones, contribuirán a fomentar la impunidad y promover un ciclo de caos y peligrosidad.

Es urgente que se tomen medidas inmediatas para regular y controlar este tipo de comportamientos. La solución no está únicamente en imponer multas, sino en una intervención integral que eduque a los conductores y garantice el cumplimiento de las normas para proteger a todos los ciudadanos. ¿Habrá quién haga caso?