El obispo bajo arresto

Monseñor Rolando Álvarez Lagos, junto a cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo fueron arrestados por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En la demencial espiral represiva de la pareja presidencial nicaragüense no faltan las detenciones de opositores, periodistas, políticos municipales, líderes comunitarios e indígenas,  artistas, monjas y ahora... un obispo, Monseñor Rolando Álvarez Lagos.

La dictadura de los Ortega sigue empobreciendo un país ya agotado y recibe el apoyo de unos gobiernos tan dictatoriales como el suyo y del rechazo de las democracias de toda América. Pero todavía esas voces no han sido tan fuertes ni solidarias como merece el pueblo nicaragüense.

Ni las palabras del papa Francisco, pidiendo “un diálogo abierto y sincero” parecen útiles en el contexto de una dictadura, la de Ortega, que de acuerdo a ACNUR ha provocado oleadas de migrantes y solicitantes de asilo político como nunca antes en su historia.

Nicaragua merece un mejor destino, y en el corto plazo, un apoyo internacional más decidido y comprometido.