Las provocaciones producen tragedias

Suspender la marcha estuvo bien, pero...

La marcha haitiana fue suspendida y los organizadores buscaron un bajadero provechoso a su causa, pero perverso y del gusto de sus auspiciadores: dijeron que fueron amenazados por una minoría.

Parece un chiste, pero fue una burla. Los haitianos se consideran mayoría porque los traiciona el inconsciente y creen que la isla es única e indivisible. Si juntan los de allá con los que están aquí, posiblemente sean más. Allá no hay estadísticas y se hace difícil calcularlos. Solo se sabe que son muchos, y tantos que se desparraman y se desbordan a sí mismos.

Como era de suponer, sus ahuizotes aceptan como verdaderas sus explicaciones, sus excusas y sus propósitos. Sin embargo, los del bando que contrarió su actividad, aunque por motivo diferente, evitaron un inicio de tragedia.

Si los haitianos empiezan a manifestarse en las calles, y por razones que creen nobles, la situación que se vivió en Ruanda, no solo asomará, sino que se impondrá. Quieren dividir el país en tutsis y hutus para justificar actitudes, pero también encaminar acciones que no se puede adivinar por ahora a dónde llevarían.

Conviene aprender en cabeza ajena.

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