El nuevo culpable: la ley de la Policía Nacional
Se dice que ya se conspira contra ella
Era de sospecharse desde un principio, y sin necesidad del Chapulín Colorado, que un proyecto que dio tanta agua de beber como la Ley de Policía, no podía aprobarse y como por arte de magia quedar todos felices.
Los interesados, los afectados y los beneficiados.
Todavía no es pieza que se disfruta en la pista, y ya empiezan los bailadores a pisarse unos a otros o regar polvo para que resbalen los menos ágiles.
La advertencia la hace el vocero del PLD, y aunque Elpidio no es bueno adelantando situaciones, pues una vez estuvo acechando una tormenta por un litoral y se le apareció por otro, debe saber de qué habla.
Ahora afirma que la cúpula policial maniobra para que el Ejecutivo observe la nueva legislación y eche por tierra años de trabajo, discusión y consenso.
Habla de la cúpula, y la cúpula no es el destacamento de Los Mina, sino la instancia mayor donde se toman las decisiones. La jefatura, para solo dar las iniciales.
De ser así, ya se sabe de qué irá la cosa. A partir de ahora la Policía se lavará las manos y el auge de la delincuencia tendrá un solo culpable: la nueva ley.
Lo mismo que pasó con el Código.