El tapón que no deja de ser...

“Hoy son tapones, mañana soluciones”. Aunque este slogan es de otro gobierno, de los tiempos en que se comenzaban a construir los elevados, se usaron palabras similares para hablar de lo que sucedería con la ampliación del tramo de la autopista Duarte a la altura del kilómetro nueve.

No obstante, la anticipada apertura de seis nuevos carriles de la citada autopista ha fallado de manera categórica en los primeros de circulación.

Porque la reducida ampliación no soporta el intenso flujo de vehículos y justo al salir de ese espacio se forma un cuello de botella que causa los mismos problemas de antes... y parece no haber una solución a la vista.

No ayuda tampoco el “tigueraje” de los conductores, que no quieren esperar su turno para avanzar y pasan de una línea a otra, sin importar lo mucho que puedan entorpecer, por la idea aparente de que “mi tiempo vale más que el tuyo”.

Será implementar contraflujos para que aquellos que intentan llegar al Distrito Nacional no tengan que aguantar tapones de cinco kilómetros o concluir los interminables trabajos del Metro a Los Alcarrizos. Algo tendrán que hacer.