¿Quién es el verdadero ladrón?

Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela (si es que puede llamársele así), se atrevió a llamar “ladrón” ayer a Luis Abinader, un presidente electo bajo todos los parámetros de un sistema democrático.

En una de sus acostumbradas proyecciones televisivas, en las cuales no es cuestionado por nadie y en las cuales ejerce como un rey desde su trono, el dictador venezolano se refirió de esa forma a nuestro mandatario, por la confiscación de un avión de su propiedad en suelo dominicano por parte de las autoridades de los Estados Unidos. Como habla y piensa a lo loco, Maduro no se dio cuenta que con sus palabras insultantes cometió dos errores garrafales. 

El primero fue que admitió que el avión era suyo, cuando la versión oficial era que el propietario es una figura privada y que no está a su nombre.  El segundo es que se olvida de que el mayor ladrón viene a ser él, que se robó unas elecciones al descaro y tiene la desfachatez de creerse el victorioso.

La altura de Luis Abinader no se compara con un personaje como Nicolás Maduro. Uno es un demócrata hecho y derecho, mientras el otro es un tirano que no acepta los caminos de la democracia. 

Al pan, pan, y al vino, vino.