Daño social

Nuria Piera acudió voluntariamente a dialogar con la Comisión congresual que analiza el caso de Félix Bautista. La Comisión, (motu proprio y/o siguiendo instrucciones superiores) invitó también al senador de San Juan, que acudió rodeado de sus abogados a "escuchar" a la periodista.

El entrecomillado es necesario en este verbo, porque la intención de intimidar es absolutamente obvia. No iban a escuchar, iban a torpedear el diálogo. A coaccionar.

Félix Bautista insiste en defender su imagen con procedimientos contraproducentes a su causa. Le bastaría explicar, para edificar adecuadamente a la opinión pública, cómo alguien consigue reunir una fortuna tan desproporcionada a sus ingresos oficiales en tan poco tiempo.

Igualmente, sus aliados en el partido morado y en el Congreso, al protegerlo de cualquier proceso, solo consiguen enturbiar todavía más su dañada reputación, desprestigiando, de paso, las instituciones.

Y ese es un problema mayor. Es un daño social. Utilizar las instituciones judiciales y congresionales para entorpecer la libertad de prensa y el derecho de la sociedad a defender sus intereses y a defenderse de los que envilecen la democracia es un residuo del clientelismo, ese cáncer que va a acabar con nuestras amenazadas posibilidades de desarrollo.

El PLD discutirá en su próximo Congreso muchos asuntos. Debería repensar su apoyo a militantes con maestría en "indelicadezas". (Esta semana, en el top ten, Euclides Gutiérrez y el propio Félix Bautista).

IAizpun@diariolibre.com