Libros de lujo, libros de encanto

Hay libros de lujo sobre áreas protegidas, arte de la porcelana, monumentos coloniales, litorales marinos, maravillas de nuestra naturaleza, ornitología, gastronomía, deportes

Una de las fachas más sobresalientes de la bibliografía dominicana es la edición de libros de gran formato, de diseños de etiqueta que, a su vez, se estructuran en base a un contenido de excelencia. Si la Sociedad Dominicana de Bibliófilos inició, hace 49 años, una colección de libros de inusual delineación entonces, que habían quedado en el olvido o eran prácticamente desconocidos, la aparición, pienso que en los últimos tres decenios de los conocidos como libros de lujo, le otorgó madurez a nuestra producción histórica, literaria y turística.

Los Bibliófilos continúan su labor incansable, con los contratiempos que esta época gris comporta, en muchos sentidos,  por lo que su contribución al desarrollo de nuestra cultura bibliográfica, de casi medio siglo, ha de ser, sin duda alguna, la más relevante en el impulso del conocimiento de libros imprescindibles de nuestra historia, escritos por autores locales y extranjeros. La producción de libros de gran formato me parece que viene de tiempos posteriores a la aparición de la entidad fundada por Enrique Apolinar Henríquez, y ha cobrado un auge casi imposible de abarcar, aún cuando en la mayoría de los casos las ediciones no lleguen a muchos  lectores.

Se trata de ediciones de gran costo, con una belleza de diseño que revela la formación adquirida por nuestros diseñadores de libros, desde la época de las magas Saleme, madre e hija, hasta los nuevos artistas del montaje editorial que han ido surgiendo en los últimos años. Pero, lo que más llama la atención es el contenido, pues no se trata de libros simplemente hermosos, sino que ofertan textos que obligan a la lectura de los mismos, por los aportes que contienen y la buena escritura, acompañados dichos escritos, en la generalidad de los casos, por fotografías de “genio y pelaje”, como me la definió Carlos Fuentes, que sirven para mostrar el desarrollo que ha tenido el arte fotográfico en República Dominicana. Menciono a Carlos Fuentes, porque en su única y memorable visita al país, invitado por la Feria del Libro, le entregué un conjunto seleccionado de libros de lujo de producción criolla, y quedó sorprendido de la calidad que mostraban, y esa fue la frase que utilizó –cómo olvidarla- al definir la belleza que exhibían los mismos.

Este tipo de edición bibliográfica que se conoce como Coffee Table Book, en muchos casos sirve para adornar las mesas de residencias donde se sirve el té, el café o alguna buena bebida espirituosa, modalidad que a mí me gusta disfrutar (el libro como objeto de adorno especial, biscuit que expone un bien cultural, que para eso es también útil, ¿por qué no?). Es imposible nombrar todas las producciones de estos objetos de lujo en nuestra bibliografía porque van resultando cada vez más inabarcables. Generalmente, lo producen empresas diversas que las destinan a obsequiar a sus clientes y relacionados. Todas estas ediciones son  contribuyentes eficaces –no conozco una que no lo sea- al desarrollo de la cultura dominicana, y a su vez sirven para obsequiar a amigos, dentro o fuera del país, que puedan apreciar las mismas. Las que edita anualmente el Banco Popular son extraordinarias, con un empeño creciente de que diseño visual, armazón fotográfico y contenido textual corran parejas. Años atrás, Codetel publicaba este tipo de libros en ediciones navideñas para obsequiar a sus clientes y relacionados, dejando una colección de nueve volúmenes que van exigiendo, por el contenido que ofertaron, reediciones populares. Las de Domingo Batista son icónicas en materia fotográfica, labor que emprendiera como pionero Wifredo García y que han seguido Miriam Calzada, Polibio Díaz, Julio González, Nicole Sánchez, entre otros más. Soledad Álvarez comandó un grupo de escritores y artistas de “genio y pelaje” que editó unas inigualables visiones de la ciudad de Santo Domingo. Lo mismo hizo el poeta Fernando Cabrera en una edición excepcional que retrata y recompone desde la literatura y la fotografía a la hidalga ciudad de los 30 caballeros. Pintor que se respeta debe tener el coffee table book suyo. Colson, Bidó, Prats Ventós, Peña Defilló, Elsa Núñez, Amaya Salazar, Fernando Ureña Rib, Mariano Sánchez, Iván Tovar, Jorge Pineda, y son más, contribución que ha tenido en Jeannette Miller, María Ugarte, Marianne de Tolentino y Danilo de los Santos editores de linaje. Cándido Gerón es, probablemente, el escritor dominicano que, con sus recopilaciones y estudios sobre las artes visuales dominicanas, diccionarios y otros aspectos culturales, ha editado la mayor cantidad de libros de lujo en nuestra bibliografía. Me tocó presentar, en 1982,  en noche espléndida, un libro de Ellis Pérez, con textos de Frank Moya Pons y fotografías del italiano Piero Giorgio Sclarandis (en español, inglés, francés y alemán) sobre República Dominicana.  Después se editarían otros sobre el país y sus bellezas naturales con distintas características y valores.

Hay libros de lujo sobre áreas protegidas, arte de la porcelana, monumentos coloniales, litorales marinos, maravillas de nuestra naturaleza, ornitología, gastronomía, deportes. Inicia, del grupo Vicini publicó una evolución de la gastronomía dominicana, con textos de Indira Mejía y Emilia Pereyra, y fotografías de Víctor Siladi, que es toda una exquisitez (“Sabores ancestrales”, 2018). En esta misma línea gastronómica, doña Rosalía Gómez de Caro dio a conocer “El arte de vivir” con fotografías de Luis Nova y de otros invitados (2019). Un paseo por la buena mesa y la pitanza gourmet y casera, que pienso, al paso de los años, tendrá un valor antropológico. Domingo Marte ha publicado dos libros fundamentales, en este tipo de edición, por los conocimientos que aporta en temas poco evaluados y porque él mismo, en plena adultez, ha viajado por el país para tomar las fotografías. Su labor no tiene parangón, lo que se comprueba con sus libros “Ecos de la costa. Travesía por el litoral marino dominicano” (Banco Popular, 2016) y “Frutas en República Dominicana” (JAD, 2020).

Libros de las autorías de los historiadores dominicanos Frank Moya Pons, como “Infraestructuras. Las bases físicas del desarrollo dominicano” (Grupo Estrella, 2019) y  “El gran cambio. La transformación social y económica de la República Dominicana 1963-2013” (Banco Popular 2014), así como “Raíces y desarrollo de un orgullo dominicano. Historia de la cerveza en la República Dominicana” de Roberto Cassá (Grupo León Jimenes, 2003) y “Taínos. Arte y sociedad” de Manuel A. García Arévalo (Banco Popular, 2019) son joyas de contenido y continente que es casi un deber de lector poseerlas y consumirlas. Esta última incorporó, por primera vez en la edición dominicana la APP Mira, de realidad aumentada, un plus que permite que el libro de García Arévalo sea único en su especie en el país y, tal vez, en gran parte del continente.

El último libro de alta edición que me ha llegado es “Sueños y gloria. Los titanes del béisbol de la República Dominicana”, de Sofía Torres Prida (Grupo SID, 2021). En onda minimalista, sin grandes textos, con la finalidad de resaltar lo visual, pero con muy bien distribuidas anotaciones, refrescantes, sencillas y profundas, recoge los retos, las discriminaciones raciales, la pobreza familiar, los bajos pagos de los fundadores de nuestra dinastía beisbolera en Grandes Ligas, desde Osvaldo Virgil, Felipe Alou, Julián Javier, Juan Marichal, hasta Edwin Encarnación, Albert Pujols, Nelson Cruz y Robinson Canó, sin dejar de lado a Winston Llenas, Félix Fermín, Miguel Diloné, Manny Acta, Pedro Martínez, David Ortíz y Vladimir Guerrero. Son 34 en total. Por la forma escritural que adopta la autora y fotógrafa, el diseño singularísimo y atractivo para cualquier lector (el objetivo se consigue con creces) a más de  los asesores que se gastó: Frank Moya Pons (que prologa la obra, además del patrocinador, José Miguel Bonetti Du-Breil), Kevin Cabral y Freddy Ginebra, esta obra es de valor incalculable.

Y no quiero referirme a las referencias de otros países, de los que colecciono y disfruto grandes libros de lujo: México, España, Bruselas, Estados Unidos, Reino Unido, Panamá, Israel, Colombia, Marruecos, entre otros muchos, incluyendo un par de Haití, cuatro de Cuba, uno de ellos impresionante, escrito y fotografiado por el reportero norteamericano Lee Lockwood, diseñado e impreso en Italia titulado “La Cuba de Fidel” (Taschen, 2016), que cubre los tiempos de Sierra Maestra y los primeros años de la Revolución, con prólogo y epílogo de Saul Landau, periodista californiano, especializado en América Latina.

En estos libros de gran formato, siempre he considerado como la obra máxima de estas prendas de biblioteca, “La ciudad del Ozama. 500 años de historia urbana” (1998) de don Eugenio Pérez Montás, diseñado por Lourdes Periche, con fotografías de Francisco Manosalvas Gómez y la colaboración de los historiadores Raymundo González, Genaro Rodríguez y el siempre recordado fray Vicente Rubio. Impreso en Lunwerg Editores, una de las más reconocidas editoras de libros de arte de España.

Estas son apenas algunas anotaciones de libros de lujo nacionales, auténticos libros de encanto que toda biblioteca debería poseer. Algunos de alto costo y otros más de difícil adquisición por tratarse de ediciones no venales, solo distribuidas entre relacionados comerciales o amigos de las empresas patrocinadoras. Cada vez que pueda hacerlo, tenga consigo y aprecie los Coffee Table Book, que tanto prestigio otorgan a nuestro país cultural y a su bibliografía. Serán libros de élite, pero alhaja cultural que forma parte del condimento que alimenta nuestra gran bibliografía, por encima de las de otros muchos países.

Libros
  • República Dominicana Monumental

    (Serigraf, 2012). Textos de Marcio Veloz Maggiolo y fotografías de Julio González. Visualmente extraordinario. Y textos que ilustran sobre los monumentos fundacionales hasta los monumentos provinciales. Básico.

  • Pacto con las aguas

    De Miriam Calzada (Fundación Popular, 2015). Con textos de Llilian Llanes y Eleuterio Martínez y diseño de Ninón de Saleme. Defensa del agua, como antes lo hizo la gran fotógrafa con la tierra. Pacto de vida. Hermoso y orientador.

  • Enciclopedia de las artes plásticas dominicanas

    En tres tomos, edición en tres lenguas, de Cándido Gerón, el escritor y crítico de arte dominicano que mayor cantidad de libros propios ha editado en el sistema coffee table book. Un logro sin iguales.

Escritor y gestor cultural. Escribe poesía, crónica literaria y ensayo. Le apasiona la lectura, la política, la música, el deporte y el estudio de la historia dominicana y universal.