Ni por arriba ni por abajo

La sobre explotación de los acuíferos subterráneos, colocan al país en una situación alarmante. No sólo falta lluvia, no sólo las presas están vacías... es que los depósitos del subsuelo están en niveles mínimos.

Como cualquiera se hace un pozo, sin preguntar mucho y sin averiguar dónde se piden los permisos, no sólo las construcciones individuales, también muchas de las grandes expansiones de la capital se han construido desconectadas del acueducto central.

Total... cada casa, cada torre se hace un pozo, se construye una cisterna y “problema resuelto”. De hecho, Naco y Piantini, dos de los sectores más caros de la capital tienen graves problemas de suministro. Hay torres “de lujo” comprando camiones de agua como si de un barrio espontáneo sin planificación se tratara.

Volvemos al mismo problema: incapacidad de supervisión de las autoridades correspondientes, irresponsabilidad a la hora de otorgar permisos de construcción, frivolidad a la hora de priorizar las necesidades de la ciudad. De la capital, de Santiago, del Este, de Moca...

Además, la contaminación del subsuelo ha sido largamente advertida. No sólo se filtran todo tipo de aceites y desechos, sino que los pozos sépticos de viviendas unifamiliares o torres, terminan en contacto con las aguas subterráneas.

Es decir, el problema de la sequía no es sólo de falta de agua. Hemos agotado prácticamente el agua de los pozos y por si no era suficiente... hemos contaminado la que queda.

IAizpun@diariolibre.com