El amigo americano

Los grandes operativos contra la corrupción y/o el narcotráfico se despliegan por iniciativa, con la asistencia o por la presión de organismos de los Estados Unidos.

Podrá argumentarse que los delitos son transnacionales y la delincuencia, especialmente el tráfico de drogas, global. Pero queda siempre la duda. Si desde allá no se pide al sujeto en cuestión, se mueve una investigación, se destapa una trama, se organiza un expediente, se ejecuta el operativo... ¿éste ocurriría? Probablemente no.

Da miedo pensarlo. De ser así, estaríamos en las manos de intrincadas redes de complicidad que solo pueden acabar mal para todos. Porque está demostrado que la policía dominicana encuentra a quien quiere, sabe más de cada uno de nosotros de lo que nos gustaría y tiene oídos y ojos hasta en el último rincón del país.

Entonces... no necesita que vengan de fuera a ayudarle a atrapar a dos peloteros y tres dueños de discoteca que hacen vida pública, grandes negocios con gente conocida y se muestran en las redes con la tranquilidad de quien nada oculta. Y además algunos habían tenido tantos y tan serios problemas con la ley que es dificil que “se olvidaran” de ellos.

Lo que representaba César el Abusador era vox populi. Si en las redes circulaba todo tipo de conjeturas (incluida la versión de que se había acercado a la clínica donde se internó a David Ortiz “para rematarlo”), los organismos del Estado tendrían absolutamente todo el mapa de sus conexiones. ¿Podían haber actuado sin la fuerza del FBI y compañía? Sin duda. Por qué no lo hicieron es otro asunto.

El operativo ha reanimado el interés de los medios de Estados Unidos por el caso de David Ortiz y su extraña explicación. A lo mejor así, por la curiosidad del “amigo americano” nos enteramos de qué paso realmente.

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.