La lección de Venezuela

La oposición venezolana sigue resistiendo en un régimen sin justicia imparcial

Venezuela ha dado una lección que debería servir de aviso a navegantes: sin independencia de poderes no hay libertad. Y por tanto no hay democracia.

Los dictadores lo son porque tienen seguidores fieles, porque hay ciudadanos que prefieren vivir en dictadura. Los adeptos a Maduro (dentro y fuera de Venezuela) no van a admitir que en las elecciones del 28 de julio ganó la oposición, que el régimen no mostró las actas que “prueban“ su triunfo, que las autoridades electorales no fueron imparciales y que la justicia venezolana obedece al Ejecutivo.

¿Qué puede hacer la oposición venezolana? Además de protegerse de la represión, (¡Diosdado Cabello, ese siniestro personaje, con más poder!), seguir insistiendo en los foros internacionales porque aunque éstos deben ser más severos con la dictadura, hay un apoyo real. Ni Lula da Silva reconoce el triunfo de Maduro. Eso es un mensaje, no tan valiente como el de Gabriel Boric, pero es un mensaje claro. El observador Zapatero sigue mudo, provocando la frustración de Maduro y la indignación de los demócratas.

El disparate de adelantar la Navidad a octubre es una buena señal. A Maduro se le acaban los “argumentos“ y recurre a los disparates, a los que es tan aficionado. El pueblo venezolano debe encontrar dentro las fuerzas para no resignarse a padecer la represión como un hecho contra el que es inútil luchar.

Cuba maneja la policía venezolana y sí sabe cómo aniquilar la rebeldía. Generaciones resignadas a la incompetencia además de a la represión.

Ahora que estamos en reforma constitucional, recordemos que Venezuela ha dado una lección al mundo: el contrapeso real y libre de las instituciones, la separación de poderes,  es innegociable.

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.