Hablan los roneros

La reforma fiscal de 2012 provocó un efecto indeseado en la industria del ron: el producto de menor precio llegaba al consumidor hasta con un 60% de impuestos. Las marcas dominicanas prefirieron centrarse en la categoría Premium y la demanda del ron más económico se cubrió con alcoholes falsificados, se disparó la evasión y disminuyeron los ingresos fiscales. Salió más cara la sal que el chivo, vienen a decir desde la Asociación de productores de ron y el sector todavía no ha recuperado los niveles anteriores a ese 2012. 

Este es el aviso que dan las industrias roneras ante la reforma fiscal. Los tres tipos de impuestos con que son gravados, opinan, ya no se pueden estirar más.

El ex director de la DGII, Magín Díaz se hacía en la presentación del estudio la pregunta clave sobre la reforma fiscal: ¿Cuánto queremos gastar? ¿Qué Estado queremos? A su juicio hay que empezar por tener muy claro esto antes de ponerse una cifra de recaudación y plantear cómo alcanzarla.

Nadie quiere pagar más, por eso se llaman “impuestos”, porque no son “voluntarios“. Además… viendo las cantidades de dinero que se manejan en los casos de corrupción, más lo que se evade y los recortes que deben hacerse en el aparato público… ¿no habría que empezar por ahí antes de subir impuestos a los que ya pagan?