La hora

La Pepca sabrá si era necesario actuar con nocturnidad

Resulta improbable que cualquiera de los detenidos (culpables y/o inocentes) en el operativo del fin de semana, en el marco de la Operación Calamar, guardara algún tipo de documentación incriminatoria en su casa.

Sorprendía más, en realidad, el retraso que parecía sufrir el caso, después de que se conociera su magnitud y los incriminados. Así, un operativo en la madrugada de un domingo provoca cierta incredulidad. Si se busca el efectismo, es innecesario. El escándalo estaba servido de antemano por las cifras que se manejan, por los cargos que ocupaban los acusados, por el entramado utilizado.

Ahora toca demostrarlo.

Este caso -si se demuestra- refleja una corrupción sistémica que, desde el Palacio Nacional y pasando por diferentes instituciones, llega a empleados de niveles inferiores pero indispensables para que esquemas como el utilizado sean factibles. Los altos cargos, los perfiles más sonoros, son los que acaparan los titulares y las conversaciones, pero, para desmontar la corrupción en el Estado dominicano, va a haber que trabajar no solo de manera independiente, también sin sesgos ni prejuicios.

La Pepca sabrá si era necesario actuar con nocturnidad. Si era necesario “sorprender” a un grupo que estaba más que avisado y que, probablemente, habría acudido a una llamada, aunque solo fuera por evitar tal aparataje a familiares y vecinos.

Lo que la sociedad le pide, porque le apoya, son resultados. Expedientes bien montados, solidez en las pruebas, argumentaciones serenas e irrebatibles. Coordinación institucional, respeto a sus reglamentos internos y a las leyes.

Sobra decir que el Caso Odebrecht dejó en la sociedad dominicana un poso de incredulidad sobre su  institución. Esa misma sociedad quiere Justicia. Nada más.



Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.