Rebelión en las aulas

La educación sexual es un asunto complicado.

La educación sexual es un asunto complicado. Hay quien se pasa de frenada y la niega y a quien se le van los frenos y se pasa tres pueblos. Cuando la educación sexual se imparte en los colegios y escuelas se complica aún más porque los profesores (además de los padres, del currículum aprobado por las autoridades y de la dirección del centro) pueden tener sus propias opiniones al respecto. O su propia ideología, que no es lo mismo.

Ese es el caso del colegio Carol Morgan. Y la rebelión la encabeza un numeroso grupo de padres de alumnos que ven impotentes que las quejas que mantienen sobre el asunto no son atendidas. Que una cosa es elegir un centro que imparte educación sexual liberal e inclusiva a sus alumnos y otra... que los mensajes sean continuos hasta crear incomodidad en algunos estudiantes y enfado en sus padres.

Cuentan los rebelados que en la librería del colegio, al alcance de los escolares, se encuentran libros de educación sexual de contenido que podría considerarse  extremo. Que los padres no están de acuerdo con la filosofía de las enseñanzas, rechazan el lenguaje empleado y que en cualquier asignatura se traten temas de género y sexo.

Y sí, realmente el lenguaje y los contenidos de esos libros son extremos. Digamos que lo que está en esos textos no podría publicarse en este periódico ni en la sección de Educación ni en la de Salud sin tener un aluvión de quejas de los lectores. Y no, no hace falta explicar a los  escolares cuáles son las aplicaciones de citas para tener relaciones sexuales ni dar instrucciones explícitas de cómo hacer sexo oral a sus parejas de cualquier sexo y en cualquier número.

¿Hasta dónde llegar? Los padres del Carol Morgan creen que su colegio... ha ido demasiado lejos.



Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.