Indolencia penosa

El Instituto de Bienestar Estudiantil ha decidido desechar uniformes, zapatos y útiles escolares inservibles, comprados hace doce años, lo que representa un desperdicio de cien millones de pesos

A lo que nada nos cuesta, hagámosle fiesta. No es así, sin embargo, con los bienes públicos. Nada produce el Estado y al no generar riquezas, viene a ser una suerte de parásito que se alimenta de nosotros, los contribuyentes fiscales. Razón sobrada para que nos duela que el Instituto de Bienestar Estudiantil (Inabie) descarte forzosamente uniformes, zapatos y equipos escolares inservibles, comprados hace doce años.

Es irónico que, mientras los dominicanos de clase media y de abajo apenas sobreviven a la "temporada del terror" que supone el inicio del año escolar y sus gastos, el Estado haya malgastado recursos de esta manera.

Basura desde un principio, la mercancía fue rechazada en su momento. De "arriba" vino la contraorden y así se quedaron en los almacenes del Inabie uniformes pésimamente confeccionados, zapatos de material dudoso que se deshace al tocarlo y centenares de útiles escolares que debieron llegar a mano de niños necesitados. ¡Cien millones de pesos desperdiciados en medio de tanta pobreza y urgencias! Ese tan aclamado 4% del PIB a Educación trajo consigo una ilusión perversa de abundancia. Se acumulan los errores y horrores atribuibles a la incompetencia y la corrupción.

Nadie ha pagado por ese delito al que acompaña una connotación social especialmente grave. Para colmo, el Inabie deberá pagar para deshacerse de estos desechos. Dado que gran parte del material es altamente contaminante al quemarse, será necesario contratar una empresa especializada. Eliminar físicamente este robo al Estado y esta afrenta a la sociedad solo servirá para drenar aún más los bolsillos de los contribuyentes.

Las irregularidades son claras y evidentes. ¿Qué espera el Inabie para apoderar al Ministerio Público y que se actúe sin más dilación?

Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en DL.