El “complejo del gancho”

La desconfianza interpersonal persiste en la sociedad dominicana, según la Encuesta de Cultura Democrática

Creía que el “complejo del gancho”, noción teórica para describir la desconfianza en las relaciones interpersonales, era un resabio atávico de la dictadura, ya superado. La Encuesta de Cultura Democrática 2022-2023 revela que no es así, y que la incredulidad sigue marcando nuestras interacciones sociales.

Cifras apabullantes: el 70 por ciento de los dominicanos desconfía del otro, lo que desmiente la adscripción cristiana y aquello de amarás al prójimo como a ti mismo. Como decimos en mi Cibao rural, somos más espantados que una guinea tuerta. Prima la sospecha de que las relaciones no se basan en el amor o en la amistad genuina, sino en el interés por obtener algún beneficio, sea económico, social o de estatus.

Convencidos de que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, se impone una dinámica en la que predomina el recelo sobre las verdaderas motivaciones de los demás. En adición, se percibe que las relaciones están más basadas en lo utilitario que en lo emocional, lo que complica la formación de vínculos auténticos.

Así, el “complejo del gancho” refleja nuestras aspiraciones colectivas y resalta las tensiones y desconfianzas que marcan el contexto social donde las relaciones son vistas a menudo como transaccionales. Esto, definitivamente, afecta la manera en que los dominicanos conectamos y en cómo entendemos nuestras interacciones sociales en general. El descreimiento también se aplica al Estado, con menos del cincuenta por ciento de la población confiando en las instituciones públicas.

Panorama desalentador, ya que, como señala la encuesta, la desconfianza interpersonal atenta contra el mínimo de compromiso y cohesión social necesarios. La sospecha constante socava el fortalecimiento de las instituciones y la generación de acciones colectivas. ¿Dudas sobre mi preocupación genuina? 

Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en DL.