El OIEA alerta que la central de Zaporiyia se acerca “peligrosamente” al accidente nuclear

"Hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para minimizar el riesgo de un accidente nuclear con mayúsculas", El director general de la OIEA, Rafael Grossi

La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde marzo de 2022. (Fuente externa)

El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, alertó este lunes de que la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde marzo de 2022, se acerca "peligrosamente" a un accidente que de producirse tendría "enormes consecuencias radiactivas".

"No podemos dormirnos en los laureles. Hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para minimizar el riesgo de un accidente nuclear con mayúsculas", añadió Grossi durante la sesión especial dedicada a esta cuestión en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El representante del OIEA, que monitoriza la que fuera la central nuclear más grande de Europa cuando estaba a pleno funcionamiento, pidió que se respeten los cinco principios fijados el año pasado en el propio de Consejo de Seguridad para mantener la integridad de la planta, entre ellos el de no atacar de ninguna forma a la central, lo que fue violado el pasado 7 de abril.

Ese día, se produjeron incursiones con drones contra la cúpula de uno de los seis reactores, y Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de estos ataques.

De hecho, el representante de la Misión Permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, argumentó este lunes que nunca han arremetido contra la planta y que tampoco han desplegado ataques desde la misma.

"Rusia hace todos los esfuerzos posibles por defender la seguridad de la planta frente a los ataques y provocaciones ucranianas. Que a otros les disguste que esté bajo control ruso es otra cuestión", dijo Nebenzia.

Sin embargo, su homólogo ucraniano, Sergiy Kyslytsya, tildó de "descabellado" culpar a su país de los ataques y aludió a una supuesta "militarización" rusa de la central para estar protegidos por realizarse desde una infraestructura crítica.

"Lo que ocurrió el 7 de abril fue una operación bien organizada de falsa bandera para desviar la atención del tema principal de este problema: el desalojo de militares rusos en nuestra central", afirmó Kyslytsya.

Al ser preguntado por la prensa al término de la sesión sobre la autoría de los ataques, Grossi consideró que actualmente no cuentan con "pruebas irrefutables" para poder hacer tal declaración, pero que ahora es importante que las partes vean que el OIEA como un "árbitro" está en el campo y "con la tarjeta roja y amarilla en la mano".

Minutos antes, durante la asamblea, el representante adjunto de EE.UU. ante la ONU, Robert Wood, sí indicó en que el riesgo actual en Zaporiyia es "resultado directo" de la "decisión" de Vladimir Putin de librar una guerra "ilegal, injustificable y no provocada" contra Ucrania.

Mientras que China pidió a Rusia y Ucrania que respeten los cinco principios fundamentales y los siete pilares indispensables de seguridad nuclear del OIEA, así como que establezcan una mesa de diálogo.

"Ante este desafío, deben interactuar entre sí y alcanzar un consenso para evitar una catástrofe", expresó Geng Shuang, representante adjunto de China ante Naciones Unidas.

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