Dos rivales dicen estar al frente de Níger. Uno está detenido y lleva días en silencio
Han pasado casi dos semanas desde el golpe de Estado en Níger
Han pasado casi dos semanas desde el golpe de Estado en Níger, y los dos hombres que alegan tener derecho al poder han guardado silencio en los últimos días. Uno de ellos es el presidente derrocado, que la semana pasada dijo que lo tenían como rehén. El otro es el líder de la junta militar, que dice haber actuado porque le preocupa la seguridad del país y ha alentado a los nigerinos a defenderla de cualquier intervención extranjera.
A continuación presentamos un vistazo al presidente Mohamed Bazoum y al general Abdourahmane Tchiani en un momento en que la junta militar de Níger rechazó una amenaza de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental de intervenir y usar la fuerza de ser necesario:
El presidente Mohamed Bazoum
Bazoum, de 63 años, asumió el puesto en 2021 en la primera transferencia pacífica y democrática del poder desde que el país se independizó en 1960. El sucesor preferido del presidente saliente Mahamadu Issoufou, Bazoum había estudiado para maestro y fue ministro del gabinete durante largo tiempo. Proviene de la pequeña minoría árabe de Níger.
Acogido con satisfacción por su cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos, Francia y otros a medida que se deterioraban las alianzas con los países vecinos, Bazoum fue uno de tres “socios cercanos” entre los gobernantes africanos en reunirse con el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken en la cumbre Estados Unidos-África del año pasado.
Además, Bazoum fue elogiado por abordar asuntos como el del matrimonio infantil en el país con la tasa de natalidad más elevada del mundo.
Pero presuntamente algunos dentro de sus fuerzas de seguridad se sintieron amenazados después de que Bazoum hizo algunos cambios en el liderazgo en meses recientes. Bajo arresto domiciliario mientras se desarrollaba el golpe de Estado, logró permanecer en contacto con el mundo exterior por vía telefónica, al menos durante más de una semana.
“Escribo esto como rehén”, logró dictar Bazoum para un editorial publicado en The Washington Post el jueves.
En ese texto, rechazó las afirmaciones de los líderes del golpe de que habían actuado en respuesta a la creciente inseguridad en Níger, diciendo que “hacia el sur, donde enfrentamos al grupo terrorista Boko Haram, casi no ha habido ataques durante dos años”. Y añadió: “El norte y el oeste del país tampoco sufrieron ataques de importancia desde que asumí el puesto”.
El Proyecto de Localización y Datos de Conflictos Armados respaldó eso en una declaración después del golpe de Estado en Níger, diciendo que “los niveles de violencia letal están en descenso constante, y se han reducido significativamente en comparación con Mali y Burkina Faso”.
Bazoum exhortó a Estados Unidos y a otros socios internacionales a intervenir. Esos socios están preocupados. China emitió un comunicado el jueves en el que dijo que Bazoum es amigo de los chinos y dijo esperar “que su seguridad personal esté asegurada”.
Funcionarios estadounidenses indicaron que aún podían comunicarse con Bazoum y que su contacto más reciente ocurrió el lunes por la mañana.
El general Abdourahmane Tchini
Exjefe de la guardia presidencial de Níger, Tchiani ha acusado a Bazoum de no hacer lo suficiente para mantener al país a salvo de extremistas islámicos y se declaró líder de los soldados amotinados que se hacen llamar Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria.
Ahora él y sus aliados han contactado al Grupo Wagner de mercenarios rusos para solicitarles su ayuda, según Wassim Nasr, periodista e investigador del Centro Soufan, en un cambio radical en los socios internacionales de Níger.
Además, la junta militar se está alineando con los vecinos Mali y Burkina Faso, que también están encabezados por juntas militares y están enviando una delegación a Níger tras declarar que cualquier intervención extranjera allí sería considerada una “declaración de guerra” contra ellos.
Tchiani, que tiene poco más de 60 años, es un veterano del Ejército y aliado del expresidente Issoufou. Presuntamente ayudó a impedir un intento de golpe de Estado en marzo de 2021, poco antes de que Bazoum fuera juramentado presidente.
El general proviene de la región de Tillaberi al noroeste de la capital y fronteriza con Mali. Es parte del área de Níger que ha sufrido mucho por los ataques de los extremistas islámicos. Después del golpe de Estado, manifestó que había intervenido para evitar ser testigo de la “desaparición inevitable” de Níger.
Al igual que varios altos oficiales militares de naciones africanas, recibió cierto entrenamiento en Estados Unidos. En el pasado se desempeñó como agregado militar en la embajada de Níger en Alemania. También participó en una misión con el bloque CEDEAO, que ahora amenaza con intervenir militarmente si Bazoum no es reincorporado en la presidencia.
Bazoum había estado preparándose para quitar a Tchiani de la jefatura de la guardia presidencial, indicó el organismo no gubernamental International Crisis Group en un informe el lunes, en el que citó a personas cercanas al mandatario.
El general no ha hablado públicamente desde que pronunció un discurso televisado el miércoles, en el que exhortó a los nigerinos a estar listos para defenderse contra “todos aquellos que desean infligir un sufrimiento indescriptible” sobre el país. Prometió también crear las condiciones para que haya una transición pacífica que permita convocar a elecciones.
Sin embargo, en su última declaración pública Bazoum afirmó que aún está a cargo del gobierno.
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