Un año de la guerra de Ucrania: lágrimas, firmeza y tanques
Fue el “día más largo” de Ucrania, dijo el presidente Volodymyr Zelenskyy sobre el inicio de la invasión.
El presidente de Ucrania prometió el viernes seguir luchando por la victoria en 2023, mientras los ucranianos conmemoraban el sombrío aniversario de la invasión rusa que ha trastornado sus vidas y la seguridad de Europa.
Fue el “día más largo” de Ucrania, dijo el presidente Volodymyr Zelenskyy sobre el inicio de la invasión, pero la resistencia tenaz del país ha demostrado que “vale la pena luchar por cada nuevo día”.
En un día de conmemoraciones, reflexión y lágrimas, el tono desafiante del presidente reflejó el ánimo nacional de resistir el conflicto más grande y sangriento de Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Zelenskyy, que se ha convertido en un símbolo de la negativa de Ucrania a capitular ante Moscú, dijo que los ucranianos demostraron ser invencibles en “un año de dolor, pena, fe y unidad”.
“Hemos estado resistiendo durante exactamente un año”, dijo Zelenskyy. El 24 de febrero de 2022 fue “el día más largo de nuestras vidas. El día más duro de nuestra historia moderna. Nos despertamos temprano y desde entonces no hemos dormido”.
Los ucranianos lloraron en los actos de conmemoración de sus decenas de miles de muertos, una cuenta que sigue aumentando inexorablemente a medida que continúan los combates, sobre todo en el este del país. Aunque el viernes se cumplió el primer año de la invasión a gran escala, los combates entre las fuerzas respaldadas por Rusia y las tropas ucranianas no han cesado en el este del país desde 2014. Un nuevo video grabado desde allí con un dron para The Associated Press muestra cómo la ciudad de Marinka ha sido arrasada, junto con otras.
La matanza continuaba: los cañoneos rusos mataron a tres civiles e hirieron a 19 en las últimas 24 horas, según la oficina presidencial.
En todo el país, los ucranianos recordaron el año que cambió sus vidas y ensombreció su futuro.
“Puedo resumir el último año en tres palabras: miedo, amor y esperanza”, afirmó Oleksandr Hranyk, director de una escuela en Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Haciendo fila en la capital, Kiev, para comprar timbres postales conmemorativos del aniversario, Tetiana Klimkova describió su corazón como “dolido”.
Aun así, “este día se ha convertido para mí en un símbolo de que hemos sobrevivido durante todo un año y seguiremos viviendo”, afirmó. “En este día, nuestros hijos y nietos recordarán lo fuertes que son los ucranianos mental, física y espiritualmente”.
Aunque China llamó el viernes a un cese del fuego, no se vislumbra la paz en el horizonte. Ucrania ha rechazado treguas anteriormente por miedo a que la pausa permita a Rusia reagrupar sus fuerzas luego de sufrir una serie de reveses en el campo de batalla.
Zelenskyy apoyó con reservas el aparente nuevo interés de China en desempeñar un papel diplomático, y señaló que “el hecho de que China haya empezado a hablar de Ucrania no es malo”.
“Pero la cuestión está en lo que sigue a las palabras”, dijo durante una conferencia de prensa. “La cuestión está en los pasos y a dónde conducirán”.
Un documento de 12 puntos emitido por el Ministerio del Exterior chino exhorta a poner fin a las sanciones que buscan presionar la economía rusa.
Esta sugerencia difícilmente ganará tracción, dado que los países occidentales, lejos de aflojar el nudo corredizo de las sanciones, lo están ajustando. Tanto el Reino Unido como Estados Unidos impusieron nuevas sanciones el viernes.
Ucrania se apresta a lanzar una nueva ofensiva contra las fuerzas rusas con ayuda de las armas suministradas por Occidente. Polonia, un miembro de la OTAN, dijo el viernes que había entregado cuatro tanques Leopard 2A4, siendo el primer país que entrega a Ucrania los vehículos blindados de fabricación alemana.
El primer ministro de Polonia dijo en Kiev que llegarán más tanques. El ministro de Defensa dijo que, con el aporte de otros países, Ucrania formará el primer batallón de 31 tanques.
“Ucrania inicia un nuevo periodo, con una nueva tarea: ganar”, declaró el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov. “No será fácil, pero nos las arreglaremos. Hay furia y deseo de vengar a los caídos”.
Las alarmas de ataque aéreo no sonaron el viernes en Kiev, aliviando la preocupación de que Rusia pudiera lanzar otra andanada de misiles en el aniversario.
Aun así, el gobierno recomendó que las escuelas dieran clases en línea y se pidió a los empleados de oficina que trabajaran desde casa. E incluso mientras viajaban en el metro de Kiev al trabajo, compraban café y estaban ocupados, los ucranianos estaban inevitablemente atormentados por pensamientos de pérdida y por los recuerdos de cuando cayeron los misiles, las tropas atravesaron las fronteras de Ucrania y comenzó el éxodo de refugiados hace un año.
Por aquel entonces, se temía que el país cayera en cuestión de semanas. Zelenskyy se refirió a aquellos oscuros momentos en un discurso grabado en vídeo.
“Luchamos enérgicamente cada día. Y aguantamos el segundo día. Y luego, el tercero”, dijo. “Y aún lo sabemos: Vale la pena luchar por cada nuevo día”.
El aniversario también fue conmovedor para los padres de los niños que nacieron hace exactamente un año, cuando las bombas empezaron a matar y mutilar.
“Es una tragedia para todo el país, para todos los ucranianos”, dijo Alina Mustafaieva, que ese día dio a luz a su hija Yeva.
“Mi familia tuvo suerte. No perdimos a nadie ni nada. Pero muchos sí, y tenemos que compartir esta pérdida”, añadió.
Hubo tributos a Ucrania en otros países.
La Torre Eiffel en París y el Coliseo en Roma fueron iluminados con los colores de la bandera ucraniana: amarillo y azul. En Berlín, se exhibió un tanque ruso destruido. Activistas antibélicos en Belgrado, Serbia, colocaron un pastel decorado con rojo en representación de la sangre y una calavera en la calle cerca de la embajada rusa, a la cual la policía les impidió acercarse.
En Rusia, medios de prensa y grupos defensores de derechos humanos informaron sobre nuevos arrestos de manifestantes que habían salido con flores a las calles a gritar lemas contra la guerra en diversas partes del país.
El primer aniversario del conflicto tuvo al presidente ucraniano excepcionalmente ocupado. Zelenskyy comenzó el día con un tuit: “Sabemos que 2023 será el año de nuestra victoria”
Después continuó con su discurso en video, en el que se comprometió a no abandonar a los ucranianos que viven bajo la ocupación rusa. “De una u otra manera, liberaremos todos nuestros territorios”, afirmó. También habló ante las tropas en una plaza de Kiev y entregó condecoraciones, entre ellas a la viuda e hija de un soldado caído a quienes dijo: “Jamás olvidaremos”. En un hospital de Kiev, Zelenskyy condecoró a combatientes heridos.
Ante la imposibilidad de viajar en avión desde Ucrania por el cierre de su espacio aéreo debido a la guerra, Zelenskyy dedicó una conferencia de prensa de dos horas y media a periodistas de diversas partes del mundo. Agradeció el apoyo a todos los países que lo han brindado.
Emotivo en ocasiones y alegre en otras, el presidente ofreció un vistazo a su destreza para conseguir el apoyo de otros mandatarios para la causa de su país. Reiteró su pedido de que le envíen más armas occidentales, entre ellas aeronaves de combate, como las que la Real Fuerza Aérea utiliza en Gran Bretaña pero cuyo gobierno encabezado por el primer ministro Rishi Sunak no está dispuesto a aportar por el momento.
“¿Dónde están nuestros aviones Typhoon?”, preguntó Zelenskyy, que cambió a inglés en ese momento. “Por favor pregúntenle a mi amigo Rishi”.
La conferencia de prensa fue televisada en vivo. Por lo general, durante la guerra, los discursos y comentarios de Zelenskyy son transmitidos con demora hasta que se ha cambiado de lugar a fin de protegerlo de un posible ataque.
Zelenskyy argumentó que Ucrania no puede negociar con Rusia mientras continúe su agresión. “Váyanse de nuestro territorio. Dejen de bombardearnos”, apuntó. También dijo que el presidente ruso Vladímir Putin debería rendir cuentas por crímenes de guerra.
“No se trata de un niño que rompió algo y puede perdonársele”, apuntó.
Zelenskyy dijo que una de sus mayores decepciones durante la invasión fue ver que gente que podía haber combatido abandonó el país, una referencia a los funcionarios que huyeron de Ucrania. Señaló que un momento muy difícil fue el descubrimiento de las atrocidades rusas cometidas en la recapturada localidad de Bucha, cerca de Kiev.
“Fue muy aterrador”, afirmó. “Nos consta que el demonio no está en otro lado más que en la Tierra”.
Cuando ha transcurrido un año del conflicto, las cifras de bajas son horrendas para ambos bandos, aunque Moscú y Kiev mantienen en secreto los números precisos. Según cálculos occidentales, los muertos y heridos suman cientos de miles.
En Járkiv, el soldado ucraniano Dmytro Kovalenko fue sepultado el viernes en el principal cementerio militar de la ciudad, el cual se amplió en 15 nuevas hileras de tumbas en el último año. Kovalenko murió el lunes en la disputada ciudad oriental de Bájmut. Entre quienes le dieron la despedida estaba su amigo Andrii Zatsorenko, quien colocó claveles rojos en la tumba.
“Jamás imaginé que yo le depositaría flores”, dijo Zatsorenko.
“La guerra no terminará pronto”, agregó. “Tenemos un poderoso enemigo”.
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