A tres meses de la invasión rusa a Ucrania, día a día
Noventa días después de comenzar la invasión rusa a Ucrania, la incursión armada continúa sin que se vislumbre el final de un conflicto que ha afectado la economía mundial
Cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, lo hizo con la aspiración de tomar el país en una ofensiva relámpago de apenas unos días o pocas semanas. Muchos analistas occidentales también pensaron que sería así.
Sin embargo, el conflicto cumplió el martes 24 de mayo tres meses y Moscú parecía atascada en lo que cada vez se veía más como una guerra de desgaste, sin final a la vista y con pocos éxitos en el campo de batalla.
No hubo una victoria rápida para las poderosas fuerzas del presidente de Rusia, Vladimir Putin, ni una retirada ucraniana en desbandada que permitiera al Kremlin controlar la mayor parte del país y establecer un gobierno títere.
Desde luego, Rusia ha tomado extensiones considerables de territorio en torno a la Península de Crimea, que Moscú se anexionó hace ocho años. También ha logrado cortar el acceso ucraniano al Mar de Azov y asegurado por fin el control del puerto clave de Mariúpol tras un asedio que impedía a parte de sus tropas pelear en otros lugares mientras combatían a persistentes fuerzas ucranianas atrincheradas en un enorme recinto metalúrgico.
Pero la ofensiva en el este también parece haber perdido inercia, conforme las armas occidentales llegan a Ucrania para reforzar a un ejército superado en potencia de fuego.
Continuamos con el día el día de este conflicto armado, que ha afectado la economía mundial y está provocando dificultades graves en el acceso a la alimentación en los países más vulnerables, a tres meses de su inicio.
28 de junio
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó el martes el ataque aéreo ruso contra un centro comercial de Ucrania como un “nuevo crimen de guerra”, prometió que no cesará el apoyo de Occidente a Kiev, y dijo que Moscú “no puede y no debe” ganar la guerra.
El ataque, en el que murieron al menos 18 personas en la ciudad de Kremenchuk, se produjo mientras los mandatarios de los países del G7 se reunían en Europa. Fue parte de una ofensiva rusa inusualmente intensa en toda Ucrania, incluyendo la capital Kiev, que renovó la atención internacional mientras el conflicto se alarga.
Al culminar la cumbre del G7 en Alemania, Macron hizo una aparente referencia a esta preocupación, prometiendo que las siete democracias industrializadas más grandes del mundo apoyarían a Ucrania y sostendrían las sanciones contra Rusia “el tiempo que sea necesario y con la intensidad necesaria”.
“Rusia no puede ni debe ganar”, manifestó, y describió el ataque del lunes al centro comercial como “un nuevo crimen de guerra”.
Al igual que en ataques anteriores, las autoridades rusas afirmaron que el centro comercial no era el objetivo.
La respuesta a Rusia y el apoyo a Ucrania serán también los temas principales esta semana en una cumbre de la OTAN, cuyo apoyo ha sido crucial para la capacidad de Kiev de mantener a raya a las fuerzas de Moscú, las cuales son más numerosas y están mejor equipadas. Sin embargo, el gobierno ucraniano asegura que necesitan más y mejores armas si pretenden repeler a Rusia, que lleva a cabo una ofensiva sin cuartel en la región del Donbás, en el este de Ucrania.
Mientras Macron se pronunciaba, los rescatistas buscaban entre los escombros calcinados del centro comercial que, según las autoridades, fue atacado mientras había más de 1.000 compradores y trabajadores en su interior.
La residente Kateryna Romashyna dijo a The Associated Press que acababa de llegar al centro comercial cuando una explosión la derribó. Unos 10 minutos después se produjo otro estallido, y fue cuando se dio cuenta de que tenía que irse del lugar.
“Me alejé con todas mis fuerzas”, contó. Conteniendo las lágrimas, añadió que “se necesita ser un verdadero monstruo” para atacar un centro comercial.
27 de junio
Bombarderos rusos de largo alcance lanzaron un misil el lunes que cayó sobre un centro comercial atestado de gente en la ciudad de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, causando la muerte de por lo menos 15 personas, de acuerdo con funcionarios.
El presidente Volodímir Zelenski afirmó que había mas de 1,000 civiles dentro del centro comercial, de los cuales muchos lograron escapar. Enormes columnas de humo negro, polvo y llamas se elevaban de los restos, y los servicios de emergencia buscaban víctimas entre los escombros. A lo lejos, muchas personas observaban angustiadas.
Era difícil determinar la cifra de muertos entre los restos humeantes. El gobernador regional, Dmytro Lunin, dijo que al menos 15 personas habían perdido la vida y más de 40 estaban heridas. La agencia de noticias Unian reportó 16 fallecimientos. Zelenski dijo que el número de víctimas era “inimaginable”.
Los soldados seguían trabajando ya avanzada la noche para extraer pedazos de metal y concreto, y uno de ellos taladraba en lo que quedaba del techo del centro comercial. Varios drones sobrevolaban el lugar, y nubes de humo negro seguían saliendo de entre las ruinas varias horas después de que el fuego fue apagado.
“Estamos trabajando para desmantelar la construcción de forma que sea posible meter maquinaria allí, ya que los elementos de metal son muy grandes y pesados, y desmontarlos a mano es imposible”, dijo Volodymyr Hychkan, funcionario de los servicios de emergencia.
A petición de Ucrania, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas programó una reunión de emergencia el martes en Nueva York para analizar el ataque.
En el primer comentario del gobierno ruso sobre el ataque con misiles, el representante permanente adjunto de Rusia ante las Naciones Unidas, Dmitry Polyansky, dijo que había múltiples inconsistencias que no especificó, y afirmó en Twitter que el incidente fue una provocación de Ucrania.
En tanto, mandatarios occidentales se comprometieron a seguir apoyando a Ucrania, y las grandes economías del mundo preparaban nuevas sanciones contra Rusia, incluyendo un tope al precio del petróleo y aranceles más elevados a ciertas mercancías.
Por su parte, Estados Unidos parecía estar dispuesto a responder al llamado de Zelenski y enviar más sistemas de defensa antiaérea, y la OTAN tenía planeado multiplicar por ocho el tamaño de sus fuerzas de reacción rápida.
Zelenski indicó que el centro comercial “no representaba una amenaza para el ejército ruso” ni tenía “valor estratégico”. Acusó a Rusia de sabotear “los intentos de la gente de vivir una vida normal, algo que hace enfurecer a los invasores”.
En su discurso nocturno, el mandatario dijo que al parecer las fuerzas rusas habían atacado intencionalmente el centro comercial, y agregó que “el ataque ruso de hoy contra un centro comercial en Kremenchuk es uno de los atentados terroristas más temerarios de la historia europea”.
Rusia rompió semanas de relativa calma en la capital ucraniana con el lanzamiento de misiles de largo alcance hacia Kiev a primera hora del domingo, una aparente demostración de fuerza del Kremlin mientras mandatarios occidentales se reúnen en Europa para ratificar su apoyo militar y económico a Ucrania.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que los misiles alcanzaron al menos dos edificios residenciales, y mataron a una persona e hirieron a otras seis, entre ellas una niña de 7 años y su madre. Los periodistas de The Associated Press vieron a trabajadores de emergencia luchando contra las llamas y rescatando a civiles de los edificios.
Los ataques también causaron daños en una guardería cercana, donde se veía un cráter en el patio.
Un funcionario local informó después una segunda muerte, diciendo a la agencia de noticias Unian que un trabajador de ferrocarriles murió y varios otros resultaron heridos en los ataques mientras daban mantenimiento a la infraestructura ferroviaria.
El portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuriy Ignat, dijo que se trató de misiles de crucero Kh-101 disparados desde aviones de guerra sobre el Mar Caspio, a más de 1.500 kilómetros (932 millas) de distancia.
El alcalde de Kiev dijo a los periodistas que pensaba que los ataques aéreos eran “tal vez un ataque simbólico” antes de la cumbre de la OTAN que comienza el martes en Madrid. Un excomandante de las fuerzas estadounidenses en Europa dijo que los ataques también eran una señal para los líderes de las naciones del G7 que se reúnen el domingo en Alemania.
“Rusia está diciendo: ‘Podemos hacer esto todo el día. Ustedes son incapaces de detenernos’”, comentó el teniente general retirado Ben Hodges, ex comandante general de las fuerzas del ejército estadounidense en Europa. “Los rusos están humillando a los líderes de Occidente”.
Los mandatarios de los países del G7 se disponían a anunciar la última de una larga serie de medidas económicas internacionales para presionar y aislar a Rusia por la guerra en Ucrania: nuevas prohibiciones a las importaciones de oro ruso. Junto al canciller alemán Olaf Scholz, anfitrión de la reunión de tres días, Biden dijo que los ataques con misiles en Kiev eran “más de su barbarie”.
Un parlamentario ucraniano, Oleksiy Goncharenko, escribió en Telegram que la información preliminar indicaba que Rusia lanzó 14 misiles hacia la región de la capital y la propia Kiev, lo que indica que algunos fueron interceptados.
En una entrevista telefónica, el general retirado estadounidense Hodges dijo a The Associated Press que Rusia tiene existencias limitadas de misiles de precisión y “si los están usando, será para un propósito especial”.
Las fuerzas rusas buscan engullir el último bastión de la resistencia ucraniana que queda en la región oriental de Luhansk, al mismo tiempo que aprieta el paso tras la retirada de las tropas ucranianas de las ruinas carbonizadas de Sievierodonetsk.
El ejército informó que los separatistas respaldados por Moscú tenían ahora el control total de la planta química que era el último bastión ucraniano en la ciudad.
Rusia también lanzó decenas de misiles contra varias zonas del país, lejos del corazón de las batallas del este. Algunos de los misiles fueron disparados desde bombarderos rusos de largo alcance Tu-22 desplegados en Bielorrusia por primera vez, informó el mando aéreo ucraniano.
El bombardeo precedió a una reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, durante la cual Putin anunció que Rusia planeaba enviar a Bielorrusia el sistema de misiles Iskander-M.
Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso, informó que las fuerzas rusas y separatistas controlan ahora por completo Sievierodonetsk y los pueblos que la rodean. Afirmó que se había frustrado el intento de las fuerzas ucranianas de convertir la planta de Azot en un “obstinado centro de resistencia”.
Serhiy Haidai, gobernador de la provincia de Luhansk, confirmó que los combatientes separatistas rusos y apoyados por Moscú estaban tratando de bloquear Lisichansk desde el sur.
La ciudad se encuentra al otro lado de un río, justo al oeste de Sievierodonetsk, que ha sufrido semanas de bombardeos y combates casa por casa.
La captura de Lisychansk daría a las fuerzas rusas el control de todos los asentamientos importantes de la provincia, lo que supondría un paso importante en el objetivo de Rusia de capturar toda la región de Donbás. Los rusos y los separatistas también controlan aproximadamente la mitad de Donetsk, la segunda provincia de Donbás.
Un portavoz de las fuerzas separatistas, Andrei Marochko, fue citado por la agencia de noticias rusa Interfax diciendo que las tropas rusas y los combatientes separatistas habían entrado en Lysychansk y que los combates se desarrollaban en el corazón de la ciudad. No hubo comentarios del bando ucraniano por el momento.
Lysychansk y Sievierodonetsk han sido el punto focal de una ofensiva rusa destinada a capturar todo Donbás y vencer al ejército ucraniano que lo defiende, el segmento más capaz y curtido en batalla de las fuerzas armadas del país.
Los últimos efectivos ucranianos se habían refugiado en la enorme planta química de Azot, situada en las afueras de la ciudad, junto con cientos de civiles. Un representante de los separatistas, Ivan Filiponenko, dijo el sábado que sus fuerzas evacuaron a 800 civiles de la planta durante la noche, informó Interfax.
Luego que Haidai declarara el viernes que las fuerzas ucranianas comenzaron a retirarse de Sievierodonetsk, el analista militar Oleg Zhdanov señaló que algunos efectivos se dirigían a Lisychansk. Sin embargo, las maniobras rusas para cortar Lysychansk darán poco respiro a los soldados en retirada.
Tras semanas de intensos combates, las fuerzas ucranianas han comenzado a retirarse de la asediada ciudad de Sievierodonetsk, en el este del país, para trasladarse a posiciones más fuertes, dijo el gobernador de la región el viernes al cumplirse cuatro meses de la invasión rusa.
El retiro de Sievierodonetsk, el centro administrativo de la región de Luhansk, es el resultado de un incesante bombardeo ruso que ha reducido a escombros la mayor parte de la ciudad industrial y ha disminuido su población de 100,000 a 10,000 habitantes.
Los soldados ucranianos se enfrentaron a los rusos en batallas calle por calle antes de retirarse a la planta química de Azot, en la periferia de la ciudad, donde se atrincheraron en sus vastas estructuras subterráneas en las que también se refugiaron unos 500 civiles.
En los últimos días, las fuerzas rusas habían realizado avances en torno a Sievierodonetsk y en la vecina ciudad de Lysychansk, situada en una escarpada orilla al otro lado del río, en un intento de rodear a las fuerzas ucranianas.
Las ciudades de Sievierodonetsk y Lysychansk han sido el punto central de la ofensiva rusa dirigida a capturar todo el Donbás y destruir al contingente ucraniano que las defiende, el más capacitado y aguerrido de las fuerzas armadas del país.
Las dos ciudades y sus alrededores son los últimos reductos importantes de la resistencia ucraniana en la región de Luhansk, donde el 95 % está bajo control del ejército ruso y de los separatistas locales. Los rusos y los separatistas también controlan cerca de la mitad de la región de Donetsk, la segunda provincia del Donbás.
Rusia aprovechó su ventaja numérica en tropas y armamento para asediar Sievierodonetsk, en lo que se ha convertido en una guerra de desgaste, mientras Ucrania pedía más y mejores armas a sus aliados occidentales.
Los puentes que llevan a la ciudad han quedado destruidos, lo que ha ralentizado la capacidad del ejército ucraniano para reabastecer, reforzar y evacuar a los heridos y otras personas. Gran parte de la infraestructura de electricidad, agua y comunicaciones de la ciudad ha sido destrozada.
23 de junio
Las fuerzas rusas ampliaron la toma de territorio en el este de Ucrania el jueves al capturar dos aldeas y luchar por el control de una ruta crucial en una ofensiva que podría cortar líneas de comunicación y rodear unidades ucranianas en el frente, dijeron fuentes militares británicas y ucranianas.
El ministerio de Defensa británico dijo que fuerzas ucranianas se habían retirado de algunas zonas cerca de Lysychansk, el campo de batalla más reciente en la guerra del presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania, para evitar quedar rodeadas a medida que los rusos envían refuerzos y concentran su poder de fuego en la zona.
El Estado Mayor ucraniano dijo que las fuerzas rusas tomaron el control de las aldeas de Loskutivka y Rai-Oleksandrivka, y trataban de tomar Syrotyne en las afueras de Sievierodonetsk, el centro administrativo de la región de Luhansk.
“El enemigo está quemando todo en el intento de rodear al grupo de fuerzas ucranianas”, dijo el gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, a The Associated Press.
“Los rusos están avanzando sin ahorrar municiones ni tropas, y no se les están agotando ninguna de las dos”, dijo Haidai. “Tienen ventaja en artillería pesada y número de tropas”.
“Parte de la región de Luhansk sigue bajo control ucraniano, desafiando a los rusos y causando su furia y su deseo de arrasarla”, añadió.
Desde hace semanas, las fuerzas rusas atacan Sievierodonetsk con artillería y desde el aire, y combaten al ejército ucraniano casa por casa. Las fuerzas ucranianas siguen atrincheradas en la planta química Azot en las afueras de la ciudad, donde también se refugian unos 500 civiles.
Haidai dijo que los soldados ucranianos utilizaban las amplias estructuras subterráneas, pero observó que “se ha intensificado el cañoneo y ni siquiera los refugios de hormigón pueden soportar el bombardeo”. Añadió que los rusos están usando todo su arsenal, de artillería pesada, tanques y aviones.
Los rusos también aceleraban su ofensiva en Lysychansk, situada en la margen de un río frente a Sievierodonetsk.
Haidai dijo que Lysychansk sufría un intenso cañoneo ruso que mató al menos a un civil e hirió a otros tres en 24 horas. El gobernador dijo que los rusos concentraron un centenar de lanzacohetes para “cañonear manzanas enteras”.
“El ejército ruso está ‘liberando’ a Sievierodonetsk de la vida y los lugares de trabajo”, dijo en alusión sarcástica al objetivo declarado por Rusia de “liberar” la Donbás.
El Ministerio de Defensa británico dijo en su informe de inteligencia el jueves que las fuerzas rusas han avanzado más de cinco kilómetros hacia las afueras de Lysychansk desde el domingo.
“Algunas unidades ucranianas se han retirado, probablemente para evitar quedar rodeadas”, dijo el comunicado. “El mejor desempeño de Rusia en este sector probablemente es resultado de un refuerzo reciente de las unidades y una alta concentración del fuego”.
En Moscú, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a la prensa el jueves que un arreglo político “es posible después que Ucrania satisfaga todos los reclamos rusos”, y añadió que “Ucrania sabe perfectamente bien cuáles son”.
El Kremlin ha exigido que Ucrania acepte la soberanía rusa en la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014, y reconozca la independencia de las regiones separatistas del este. Moscú ha dicho que Ucrania debe reconocer la situación en el terreno, aparentemente en referencia a avances rusos en el sur, donde tomó la región de Jersón y parte de la región de Zaporiyia.
Kiev ha exhortado a sus aliados occidentales a que le envíen más armas pesadas para contrarrestar la ventaja rusa en poder de fuego. El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, anunció el jueves el arribo de lanzacohetes estadounidenses y agradeció efusivamente a su contraparte en Washington el envío de “estas herramientas poderosas”.
Mientras que la Unión Europea concedió el jueves a Ucrania y a Moldavia el estatus de candidatos a la adhesión al bloque de 27 naciones, un primer paso en un largo e impredecible camino hacia la membresía que podría demorarse años. Los líderes de la UE actuaron con una velocidad y unidad inusuales en un claro intento de alejar a la asediada Ucrania de la influencia de Rusia y vincularla más estrechamente a Occidente.
Reunidos en una cumbre en Bruselas, los líderes obtuvieron la aprobación unánime requerida para otorgar el estatus de candidato a Ucrania. La UE también otorgó ese estatus al pequeño país de Moldavia, otro antiguo estado soviético que limita con Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el paso como un “buen día para Europa”. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, tuiteó su gratitud al declarar: “El futuro de Ucrania está dentro de la UE”.
Ucrania realizó el pedido de membresía apenas unos días después del inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
22 de junio
La viceprimera ministra ucraniana a cargo de supervisar el intento del país de ingresar a la Unión Europea dijo el miércoles que tiene "100%" de certeza de que los 27 países del bloque aprobarán la candidatura de Ucrania durante su cumbre esta semana.
En entrevista con The Associated Press, la viceprimera ministra para la integración europea y euroatlántica Olha Stefanishyna dijo que la decisión podría tomarse el jueves, la primera de las dos jornadas de la cumbre en Bruselas.
Preguntada si confiaba que se aceptaría a Ucrania como candidata a la UE, dijo: “En la víspera de la cumbre, puedo decir 100%”.
Los países que se habían mostrado escépticos sobre el inicio de las conversaciones de ingreso mientras Ucrania lucha contra la invasión rusa —Stefanishyna mencionó a Holanda, Suecia y Dinamarca— ahora lo apoyan, aseguró.
La comisión ejecutiva de la UE dio su apoyo a la candidatura de Ucrania la semana pasada. Stefanishyna dijo que esa decisión “cambió todo el panorama” y “quitó el suelo bajo los pies de los más vacilantes, ni siquiera escépticos, los países más vacilantes”.
“La mayoría de los mandatarios de la UE han dicho que ya existe un consenso, de manera que no hay discusión sobre el consenso sobre Ucrania”, dijo a la AP.
En otros sucesos del día, un fotoperiodista ucraniano y un soldado que lo acompañaba cuando fueron asesinados en las primeras semanas de la invasión rusa, parecen haber sido “ejecutados a sangre fría” mientras buscaban en los bosques ocupados por las tropas de Moscú el dron del reportero, dijo Reporteros Sin Fronteras el miércoles, citando las conclusiones de una investigación sobre sus muertes.
El grupo en defensa de la libertad de prensa dijo que regresó al lugar donde se encontraron los cuerpos de Maks Levin y del soldado Oleksiy Chernyshov el pasado 1 de abril, en un bosque al norte de la capital, Kiev. RSF explicó que contó 14 agujeros de bala en el chasis calcinado de su auto, que seguía en el lugar.
Según el grupo, en las inmediaciones se encontraron posiciones rusas en desuso, una de ellas todavía con trampas. Además, se hallaron restos de raciones de comida, paquetes de cigarrillos y otros desperdicios que aparentemente dejaron atrás los soldados rusos.
También se recuperaron algunas de las pertenencias de Levin y Chernyshov, incluyendo la identificación del soldado y partes de su chaleco antibalas, así como el casco del fotógrafo, apuntó.
Un equipo ucraniano con detectores de metales descubrió una bala enterrada en el lugar donde yacía el cadáver de Levin, añadió RSF, señalando que estos hallazgos sugieren “que probablemente fue asesinado con una, quizás con dos, balas disparadas a corta distancia cuando ya estaba en el piso”.
Cerca del sitio donde se recuperó el cadáver quemado de Chernyshov se encontró un bidón de gasolina, agregó.
Reporteros Sin Fronteras indició que sus hallazgos “muestran que los dos hombres fueron, sin lugar a dudas, ejecutados a sangre fría”.
21 de junio
Los ataques rusos crearon el martes una cortina de fuego en varias zonas del este de Ucrania, donde los focos de resistencia están privando a Moscú del control militar total de la región, casi cuatro meses después de que el Kremlin desencadenara una invasión.
“Hoy, todo lo que puede arder está en llamas”, dijo a The Associated Press Serhiy Haidai, gobernador de la región de Luhansk, en el este de Ucrania.
La invasión rusa ha causado alarma sobre el suministro de alimentos de Ucrania al mundo y sobre el suministro del gas de Rusia, además de plantear dudas sobre la seguridad en Europa Occidental.
El ejército ruso controla actualmente alrededor del 95% de la región de Luhansk. Moscú ha pasado apuros durante semanas para poder capturarla por completo, a pesar de haber desplegado más tropas y poseer una enorme ventaja en activos militares.
En la ciudad de Sievierodonetsk, el centro de los combates, los defensores ucranianos retienen la planta química de Azot, en los suburbios industriales. Cerca de 500 civiles se refugiaron en la planta y Haidai dijo que las fuerzas rusas están convirtiendo el área en “ruinas”.
“Es una auténtica catástrofe”, aseveró Haidai a la AP en comentarios escritos acerca de la planta. “Nuestras posiciones están siendo atacadas con obuses, lanzacohetes múltiples, artillería de gran calibre y misiles”.
La defensa de la planta química hizo recordar a la planta siderúrgica de Azovstal, en la ciudad de Mariúpol, donde las tropas ucranianas fueron sitiadas durante semanas.
La vecina Lysychansk, la única ciudad en la región de Luhansk que todavía está totalmente bajo control ucraniano, también es objetivo de múltiples bombardeos
Los ataques aéreos en Sievierodonetsk y la cercana Lysychansk dejaron en ruinas más de 10 edificios residenciales y una estación de policía. En la ciudad de Avdiivka, en la región de Donetsk, una escuela se incendió como resultado de los cañoneos, informó la oficina del presidente.
Las regiones de Luhansk y Donetsk componen el Donbás.
Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, también fue objeto de un intenso cañoneo ruso el martes. El gobernador Oleh Syniehubov dijo que 15 civiles murieron y 16 más resultaron heridos en Járkiv y otros lugares de la región.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se dirigió el martes a los graduados de las academias militares rusas en una lujosa recepción en el Kremlin, y los calificó como herederos de las “legendarias” tradiciones militares de Rusia.
“El país está pasando ahora por otra serie de pruebas”, dijo, expresando su confianza en que Rusia superará todos los retos.
“No hay duda de que nos haremos aún más fuertes”, añadió.
20 de junio
Atrincherados en una casa bombardeada en el este de Ucrania, algunos soldados ucranianos llevan un escrupuloso conteo de sus municiones, para lo cual utilizan una puerta como una especie de libro de contabilidad.
En la puerta están escritas con tiza las cifras de proyectiles de mortero, proyectiles fumígenos, proyectiles de metralla y bengalas.
Pero a pesar de la gran afluencia de armas procedentes de Occidente, las fuerzas ucranianas se ven superadas por las rusas en la batalla por la región oriental del Donbás, donde los combates se desarrollan en gran medida mediante el intercambio de artillería.
A diferencia de los rusos, que pueden mantener un fuego intenso y continuo durante horas, la defensa ucrania no puede igualarlos ni en armamento ni en munición, y debe ser más selectiva al utilizar su arsenal.
En el puesto de avanzada del este de Ucrania se apilan docenas y docenas de proyectiles de mortero, pero el comandante de las tropas, Mykhailo Strebizh, conocido con el nombre de guerra de Gaiduk, lamentó que si sus combatientes se vieran sometidos a un intenso cañoneo de artillería, su reserva sólo alcanzaría para devolver el fuego por unas cuatro horas, en el mejor de los casos.
Las autoridades ucranianas afirman que la ayuda de Occidente, de la que tanto se habla, no es suficiente y no llega al campo de batalla con la debida celeridad para afrontar esta fase cruenta y letal de la guerra.
Mientras Rusia no habla de sus bajas de guerra, las autoridades ucranianas dicen que hasta 200 de sus soldados están muriendo cada día.
Las fuerzas rusas están ganando terreno lentamente en el este, pero los expertos afirman que están sufriendo grandes pérdidas.
La semana pasada, Estados Unidos prometió 1,000 millones de dólares adicionales en asistencia militar para ayudar a detener o revertir los avances rusos.
Sin embargo, los expertos señalan que estas entregas no mantienen el paso de las necesidades de Ucrania, en parte porque la industria de defensa no está fabricando armamento con la suficiente rapidez.
“Estamos cambiando de los tiempos de paz a los tiempos de guerra”, dijo Francois Heisbourg, asesor sénior del grupo de expertos Fundación para la Investigación Estratégica, con sede en París.
Cuatro meses de intensos combates en Ucrania parecen estar afectando el estado de ánimo de los soldados en ambas partes del conflicto, desatando deserciones y actos de insubordinación, aseguraron funcionarios de Defensa británicos el domingo. En tanto, el jefe de la OTAN advirtió que la guerra podría prolongarse durante “años”.
“Las unidades de combate de ambas partes están comprometidas a los intensos combates en el Donbás y posiblemente estén experimentando un estado moral variable”, dijo el ministerio de Defensa británico en su evaluación diaria del conflicto.
Es posible que las fuerzas ucranianas hayan sufrido deserciones en las últimas semanas, indicó la evaluación. Añadió que "Muy posiblemente el estado moral ruso siga siendo particularmente perturbado".
Indicó que “siguen ocurriendo casos en que unidades completas rusas se rehúsan a seguir órdenes y de enfrentamientos armados entre oficiales y sus tropas”.
Por otro lado, la Dirección Central de Inteligencia Ucraniana difundió lo que dijo eran llamadas interceptadas en las que soldados rusos se quejan de las condiciones en el frente de batalla, equipos defectuosos y falta de personal, según un reporte del Instituto para el Estudio de la Guerra.
En una entrevista publicada en el semanario alemán Bild am Sonntag, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg dijo que “nadie sabe” cuánto podría durar la guerra. “Necesitamos estar preparados a que dure años”, declaró.
Stoltenberg hizo un llamado a los aliados a que “no debiliten su respaldo a Ucrania, incluso si los costos son elevados, no sólo en términos de ayuda militar, sino también por los aumentos en los precios de productos energéticos y alimenticios”.
En los últimos días, la compañía gasera rusa Gazprom ha reducido su suministro a dos importantes clientes europeos: Alemania e Italia. En el caso de Italia, funcionarios energéticos tienen previsto reunirse esta semana para discutir la situación. El director del gigante energético italiano ENI dijo el sábado que con el gas adicional adquirido de otras fuentes, Italia debería poder sortear el próximo invierno, pero advirtió a la población que las “restricciones” del uso de gas podrían ser necesarias.
El Grupo de las Siete principales democracias dejará en claro en su próxima cumbre que Ucrania puede esperar recibir el apoyo que necesite “el tiempo que sea necesario”, indicó el canciller alemán Olaf Scholz.
En una entrevista con la agencia alemana de noticias dpa que fue publicada el sábado, Scholz señaló que quiere aprovechar la reunión de la próxima semana con sus homólogos del G7 en la localidad bávara de Elmau para examinar las perspectivas de largo plazo de Ucrania.
“Seguiremos apoyando a Ucrania el tiempo que sea necesario”, afirmó Scholz, según dpa. “Queremos garantizar que no funcionen los cálculos del presidente ruso (Vladimir Putin)”.
“Putin obviamente espera que todo caiga en su lugar una vez que haya conquistado suficiente territorio y la comunidad internacional regrese a sus actividades habituales”, agregó. “Ésa es una ilusión”.
Scholz dijo que él y sus homólogos de Francia, Italia y Rumania habían discutido aumentar el envío de armas a Ucrania, específicamente municiones y artillería, con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski cuando visitaron Kiev el jueves.
Los cuatro gobernantes también apoyaron el esfuerzo de Ucrania para ingresar en la Unión Europea, postura que Scholz espera que todos los países del bloque apoyen durante la reunión de la semana entrante en Bruselas.
En tanto que la guerra de Rusia en Ucrania está impidiendo que granos dejen el “granero del mundo”, lo que está encareciendo los alimentos en todo el mundo y amenazando con agravar la escasez, el hambre y la inestabilidad política en los países en desarrollo.
Juntos, Rusia y Ucrania exportan casi una tercera parte del trigo y la cebada del planeta, más de 70% de su aceite de girasol y son grandes proveedores de maíz. Rusia es el mayor productor de fertilizantes del mundo.
Los precios de los alimentos en el mundo ya estaban subiendo y la guerra vino a empeorar las cosas, evitando que unos 20 millones de toneladas de grano ucraniano lleguen al Medio Oriente, el norte de África y partes de Asia.
Semanas de negociaciones para crear corredores seguros que permitan sacar los granos de los puertos de Ucrania en el Mar Negro no han conseguido avances, en momentos en que aumenta la urgencia, pues se acerca la temporada de cosecha del verano.
“Eso tiene que suceder en los próximos dos meses o va a ser horrible”, advirtió Anna Nagurney, que estudia Manejo de Crisis en la Universidad de Massachusetts Amherst y está en la junta de la Facultad de Economía de Kiev.
Recalcó que 400 millones de personas en el mundo dependen de los suministros alimentarios de Ucrania. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proyecta que hasta 181 millones de personas en 41 países pudieran enfrentar este año una crisis alimentaria o peores niveles de hambre.
17 de junio
Rusia no tiene "nada en contra" de una eventual adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE), aseguró el viernes el presidente ruso, Vladimir Putin, después de que la Comisión Europea recomendara otorgar el estatuto de candidato a Ucrania, en plena ofensiva militar rusa.
"No tenemos nada en contra, adherir a uniones económicas es una decisión soberana (...). Es un asunto suyo, un asunto del pueblo ucraniano", declaró Putin en la sesión plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
"A diferencia de la OTAN, la UE no es una alianza militar", prosiguió, en referencia al pacto de defensa transatlántica liderado por Estados Unidos, al cual Zelenski esperó en un momento adherir.
El ejército ruso afirmó el viernes que unos 7.000 "mercenarios extranjeros" originarios de 64 países, llegaron a Ucrania desde el inicio del conflicto y que casi 2.000 fueron abatidos.
"Nuestras listas, al 17 de junio, incluyen a mercenarios y a especialistas en armamento de un total de 64 países. Desde el inicio de la operación militar especial, 6.956 llegaron a Ucrania, 1.956 ya fueron eliminados", indicó en un comunicado el Ministerio de Defensa ruso.
Según las autoridades, otros 1.779 ya salieron de Ucrania.
El ministerio ruso afirma que Polonia es el principal país europeo de donde son originarios los combatientes, seguido del Rumania y el Reino Unido.
Al menos dos personas murieron y 20 resultaron heridas el viernes en un ataque ruso contra la ciudad de Mikolaiv, en el sur de Ucrania, informó el gobernador de la región, Vitaly Kim.
"Dos muertos y 20 heridos en un bombardeo contra un barrio residencial, hasta ahora", señaló Kim en su cuenta Telegram.
Mikolaiv, una ciudad portuaria e industrial de cerca de medio millón de habitantes antes de la guerra, sigue bajo control ucraniano, pero está ubicada cerca de la región de Jersón, ocupada por los rusos desde el inicio de la invasión el 24 de febrero.
Los combates en esta región son menos intensos que en el Donbás (este), pero los ejércitos ucraniano y ruso se enfrentan a diario en ataques con artillería.
16 de junio
Estados Unidos reclamó el jueves a Rusia que acepte abrir rápidamente puertos ucranianos para permitir la exportación de millones de toneladas de cereales almacenadas.
El secretario estadounidense de Agricultura, Tom Vilsack, dijo que Rusia "debería actuar inmediatamente para abrir esos puertos y terminar esta guerra". "No se deberían utilizar los alimentos como armas", dijo en una conferencia tras varias discusiones en la ONU.
Desde hace semanas, la ONU negocia con Moscú, Kiev y Ankara un acuerdo que permita que los cereales ucranianos puedan salir del país y que los fertilizantes rusos vuelvan al mercado internacional. Moscú se queja de las trabas a sus exportaciones debido a las sanciones que le fueron impuestas por invadir Ucrania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el jefe del gobierno italiano, Mario Draghi, visitaron el jueves la ciudad devastada de Irpin, en las afueras de Kiev, donde se puede ver el "heroísmo" de los ucranianos, en palabras del mandatario galo.
"Todos hemos visto estas imágenes de una ciudad devastada, que es a la vez una ciudad heroica, ya que es aquí, entre otros lugares, que los ucranianos detuvieron al ejército ruso que bajaba hacia Kiev", dijo Macron durante la visita.
"Representa el heroísmo del ejército, pero también el de la población ucraniana", añadió.
La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, advirtió este jueves que la magnitud de la destrucción en la ciudad ucraniana de Mariúpol, tomada por las tropas rusas tras meses de bombardeos, sugiere graves violaciones del derecho internacional.
"Los horrores infligidos a la población civil dejarán un rastro indeleble, incluso en las próximas generaciones", dijo la expresidenta chilena ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
"En los padres que tuvieron que enterrar a sus propios hijos, en las personas que presenciaron el suicidio de sus amigos, en las familias destrozadas, en todos aquellos que tuvieron que abandonar una ciudad muy querida con perspectivas inciertas de volver a verla", precisó.
15 de junio
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se mostró el miércoles "agradecido" por la nueva ayuda estadounidense en armamento para Ucrania anunciada por el presidente de Estados Unidos Joe Biden.
"Estados Unidos anunció un nuevo apoyo en armamento para fortalecer nuestra defensa por 1.000 millones de dólares", dijo Zelenski.
"Estoy agradecido por este apoyo; es especialmente importante para nuestra defensa en (la región del este) Donbas."
Dos veteranos de las fuerzas armadas estadounidenses oriundos de Alabama que se encontraban en Ucrania colaborando en la guerra contra Rusia se encuentran desaparecidos, informaron el miércoles miembros de la delegación del estado en el Congreso.
Los familiares de Andy Tai Ngoc Huynh, de 27 años, y Alexander Drueke, de 39 años, han estado en contacto con las oficinas del Senado y la Cámara de Representantes para tratar de obtener información sobre su paradero, señalaron asistentes de prensa.
El representante Robert Aderholt dijo que Huynh se ofreció como voluntario para combatir con el ejército ucraniano en contra de Rusia, pero sus familiares no tienen noticias suyas desde el 8 de junio, cuando se encontraba en la región de Járkiv, en el noreste de Ucrania, cerca de la frontera rusa. Huynh y Drueke estaban juntos, según un colaborador de Aderholt.
14 de junio
El papa Francisco condenó el martes la "brutalidad" de las tropas rusas frente a un pueblo ucraniano "valiente", al tiempo que afirmó que la guerra "podría haber sido provocada".
En una entrevista concedida a revistas jesuitas europeas el mes pasado y publicada el martes por la revista italiana La Civilta Cattolica, el pontífice se negó a "reducir" el conflicto actual a "una distinción entre buenos y malos".
"Lo que vemos es la brutalidad y la ferocidad con la que se está librando esta guerra por parte de las tropas, generalmente mercenarias, utilizadas por los rusos. Los rusos prefieren enviar chechenos, sirios, mercenarios", lamentó Francisco, que ha hecho repetidos llamamientos a la paz desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.
"Pero el peligro es que solo vemos eso, que es monstruoso, sin ver todo el drama que se juega detrás de esta guerra, que puede haber sido, de alguna manera, provocada o no impedida", matizó antes de condenar la industria de armamento.
"Llegados a este punto, algunos me dirán: 'Pero usted es pro-Putin'. No, no lo soy. Sería simplista y erróneo decir tal cosa", añadió el líder espiritual católico, que considera necesario "razonar sobre las raíces y los intereses" de este conflicto "que son muy complejos".
Ucrania recibió de sus aliados occidentales apenas "un 10% de las armas" que precisa pare enfrentar la invasión rusa, afirmó este martes la viceministra ucraniana de Defensa.
"Hemos recibido un 10% del armamento que indicamos necesitar", dijo la viceministra, Anna Maliar, en declaraciones a la televisión ucraniana.
"Por muchos esfuerzos que haga Ucrania y por muy profesional que sea nuestro ejército, sin la ayuda de nuestros socios occidentales no podremos ganar esta guerra", añadió.
Las tropas rusas destruyeron un tercer puente que conecta Severodonetsk con la vecina Lysychansk, pero esta ciudad clave del este de Ucrania no se encuentra "aislada" y las tropas ucranianas no están bloqueadas, insistió un responsable local este martes.
"Bombardeos masivos destruyeron un tercer puente, pero la ciudad no está aislada. Hay vías de comunicación aunque son complicadas", aseguró el alcalde de Severodonetsk, Oleksandre Striuk, a una televisión local.
"Las tropas rusas no abandonan su intento de controlar la ciudad, pero los militares resisten", agregó.
13 de junio
Un día tras otro, Rusia castiga la región ucraniana del Donbás con fuego constante de artillería y ataques aéreos, en un avance lento pero continuado para tomar el corazón industrial de su país vecino.
El conflicto ya está en su cuarto mes, y la lucha por el Donbás podría decidir el rumbo de la guera.
Si Rusia se impone, Ucrania perderá no sólo territorio, sino quizá el grueso de sus fuerzas armadas más capaces, lo que abriría camino a que Moscú capture más territorio e imponga sus términos a Kiev. Un fracaso ruso podría sentar las bases para una contraofensiva ucraniana, y quizá causar turbulencias políticas para el Kremlin.
Tras los intentos fallidos de capturar Kiev y la segunda ciudad más grande del país, Járkiv, al comienzo de la invasión, sin coordinación ni planificación adecuadas, Rusia dirigió su atención hacia el Donbás, una región de minas y fábricas donde separatistas con apoyo ruso combaten con fuerzas ucranianas desde 2014.
Rusia ha aprendido de sus errores previos y opera con más cautela allí, apostando por bombardeos desde mayor distancia para erosionar las defensas ucranianas.
El sistema parece estar funcionando. Las fuerzas rusas, mejor equipadas, han avanzado en las dos regiones que forman el Donbás, Luhansk y Donetsk, y controlan en torno al 95% de la primera y la mitad de la segunda.
Ucrania pierde entre 100 y 200 soldados al día, según dijo a la BBC el asesor presidencial Mykhailo Podolyak, ya que Rusia “básicamente ha lanzado todo lo que no es nuclear en el frente”. El presidente, Volodymyr Zelenskyy, había dado antes una cifra diaria de muertos de hasta 100 personas.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, describió la situación de combate como “extremadamento difícil” e hizo referencia a una antigua deidad asociada a los sacrificios al decir que “el Moloch ruso tiene muchos medios de devorar vidas humanas para satisfacer su ego imperial”.
Cuando la guerra iba mal para Rusia, muchos pensaron que el presidente, Vladimir Putin, proclamaría una victoria tras algunos avances en el Donbás y después pondría fin a un conflicto que ha asestado un duro golpe a su economía y mermado sus recursos. Pero el Kremlin ha dejado claro que espera que Ucrania reconozca todos los avances que han hecho las fuerzas rusas desde el comienzo de la invasión, algo que Kiev ha rechazado.
Fuerzas rusas controlan toda la costa del Mar de Azov, incluido el estrategico puerto de Mariúpol, toda la región de Jersón -un punto de acceso crucial a Crimea- y buena parte de la región de Zaporiyia, desde donde podría adentrase más en Ucrania, y pocos esperan ahora que Putin se detenga.
12 de junio
Funcionarios designados por el Kremlin en la región ocupada del sur de Ucrania celebraron el domingo el Día de Rusia y empezaron a emitir pasaportes rusos a residentes de una ciudad que los solicitó, parte de los intentos de Moscú para afianzar su control sobre las partes capturadas del país.
En una de las plazas centrales de la ciudad de Jersón, bandas rusas ofrecieron un concierto para celebrar el Día de Rusia, el feriado que celebra su surgimiento como estado soberano tras el colapso de la Unión Soviética, según la agencia noticiosa estatal rusa RIA Novosti.
En la región vecina de Zaporiyia, funcionarios designados por Moscú izaron la bandera rusa en el centro de la ciudad de Melitópol.
Según reportes de la prensa ucraniana, muy pocos residentes —si es que alguno— acudieron a las festividades por el Día de Rusia en ambas ciudades.
El Día de Rusia también se conmemoró en otras partes ocupadas de Ucrania, incluyendo el destruido puerto de Mariúpol, donde fue develado un nuevo letrero de la ciudad pintado con los colores de la bandera rusa a las afueras de la localidad y se ondearon banderas rusas en una autopista que conduce a esta ciudad del sur del país.
Además, el gobierno prorruso de Melitópol comenzó a emitir pasaportes rusos para quienes solicitaron la ciudadanía rusa. RIA Novosti publicó un video de un funcionario respaldado por Moscú que felicita a los nuevos ciudadanos rusos, diciéndoles: “Rusia no se va a ir a ningún lado. Estamos aquí para quedarnos”.
El presidente ruso Vladimir Putin emitió este año un decreto con el fin de acelerar el proceso para otorgar la ciudadanía rusa a los residentes de las regiones de Jersón y Zaporiyia. En las ciudades capturadas del sur y este de Ucrania, Moscú también ha introducido el rublo como moneda oficial, transmite noticiarios rusos y ha tomado medidas para introducir un programa escolar ruso.
Los administradores del Kremlin en las regiones de Jersón y Zaporiyia han expresado planes de incorporar las áreas a Rusia, a pesar de las protestas e indicios de una insurgencia entre los residentes locales.
Funcionarios designados por el Kremlin en Melitópol reportaron el domingo la explosión de un contenedor de basura cerca de los cuarteles policiales de la ciudad y dijeron que dos residentes resultaron heridos.
Además, se reportó otro estallido en una subestación eléctrica de la ciudad de Berdyansk, que también se encuentra bajo control ruso. El gobierno respaldado por el Kremlin dijo que se trató de un ataque terrorista, y funcionarios dieron a conocer que se cortó el servicio de luz en partes de la ciudad.
En tanto que a tres meses después de que McDonald's suspendió sus operaciones en Rusia, cientos de personas se congregaron el domingo en su antiguo y famoso establecimiento en la Plaza Pushkin de Moscú para la reapertura del restaurante bajo un propietario ruso y con un nuevo nombre.
En marzo, McDonald's suspendió las operaciones de sus restaurantes operados por la compañía en Rusia. Aunque algunos establecimientos operados por franquicias siguieron abiertos, la acción por parte de la cadena de comida rápida multinacional fue una de las respuestas más visibles por parte de compañías extranjeras a la invasión rusa de Ucrania.
Dos meses después, McDonald's decidió salir por completo de Rusia y vendió sus 850 restaurantes a Alexander Govor, quien tenía licencias para 25 franquicias en Siberia.
Govor está apurándose para reabrir los restaurantes cerrados. Apenas un par de horas antes de que el restaurante ubicado en la Plaza Pushkin abriera, el nombre de la nueva cadena rusa fue anunciado: Vkusno-i Tochka (Delicioso. Punto).
11 de junio
Funcionarios ucranianos y británicos advirtieron el sábado que las fuerzas rusas ya están utilizando armas con capacidad de destrucción a gran escala en su intento por avanzar y capturar el este de Ucrania en tanto que a ambos bandos ya se les está agotando su armamento debido a la intensidad y prolongación de la lucha.
Los bombarderos rusos quizá están disparando misiles pesados antibuques de la era soviética correspondientes a la década de 1960 en Ucrania, apuntó el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña.
Los misiles Kh-22, de 5,5 toneladas, fueron diseñados para destruir portaaviones con una ojiva nuclear. Cuando se emplean en operaciones terrestres con ojivas convencionales “son altamente imprecisos y pueden causar graves daños y bajas colaterales”, señaló el según el ministerio.
Ambas partes han gastado grandes cantidades de armamento en una guerra de desgaste por la parte oriental del país, conocida como Donbás, donde hay minas de carbón y fábricas, lo que supone una carga extrema para sus recursos y arsenales.
Es probable que Rusia esté empleando los misiles pesados antibuques porque se está quedando sin proyectiles modernos más precisos, señaló el ministerio británico sin explicar por qué considera que es lo que está ocurriendo.
En momentos en que Rusia intenta consolidar su control sobre los territorios capturados a la fecha en la guerra que ha durado 108 días, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que la invasión de Moscú a Ucrania “es lo que sucede cuando los opresores pisotean las normas que nos protegen a todos”.
“Es lo que sucede cuando grandes potencias deciden que sus apetitos imperialistas importan más que los derechos de sus vecinos acíficos”, dijo Austin durante una visita a Asia.
“Y es el preludio de un posible mundo de caos y agitación en el que ninguno de nosotros desea vivir”.
El subdirector de la inteligencia militar ucraniana, Vadym Skibitsky, dijo en declaraciones al diario The Guardian que Ucrania utilizaba entre 5.000 y 6.000 proyectiles de artillería al día, y ahora depende de lo que le entregue Occidente.
Por otra parte, el gobernador de la provincia oriental de Luhansk, Serhii Haidai, acusó a Moscú de usar armas incendiarias en un poblado en el este de la rovincia de Luhansk, al suroeste de las las ciudades de Sievierodonetsk y Lysychansk, escenario de una fuerte lucha.
10 de junio
El presidente Joe Biden, en declaraciones vertidas ante donantes en una recaudación de fondos demócrata, dijo que el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy “no quiso escuchar” cuando las agencias de inteligencia de Estados Unidos recabaron información de que Rusia se estaba preparando para invadir.
Las declaraciones se produjeron mientras Biden hablaba de su trabajo para recabar y consolidar apoyo para Ucrania mientras la guerra avanza por su cuarto mes.
“No había ocurrido nada parecido desde la Segunda Guerra Mundial. Sé que mucha gente pensó que quizás estaba exagerando. Pero sabía que teníamos datos para sostener que él —el presidente ruso Vladimir Putin— iba a entrar, cruzar la frontera”.
“No había ninguna duda”, afirmó Biden. “Y Zelenskyy no quiso escuchar”.
Sigue el éxodo
Cientos de personas continuaron huyendo de los intensos combates en el este de Ucrania mientras las fuerzas rusas y ucranianas se disputan el control de ciudades y pueblos clave en las regiones de Luhansk y Donetsk.
Decenas de ucranianos salieron el viernes de la ciudad de Pokrovks en un tren especial de evacuación que se dirigía a Dnipró y otras ciudades más al oeste.
El tren transportaba a unas 300 personas —en su mayoría mujeres, niños y ancianos— que se vieron obligadas a marcharse al acercarse los combates a sus hogares.
9 de junio
El presidente ruso Vladimir Putin dijo que las compañías extranjeras que han abandonado Rusia se arrepentirán de su decisión.
“En las condiciones actuales, cuando alguien se mude a algún sitio, se vaya, opte por dejar alguna actividad aquí, se arrepentirá”, declaró en una reunión con jóvenes empresarios en Moscú.
“Se arrepentirán, no porque estemos amenazando a alguien”, continuó Putin. “Se arrepentirán porque Rusia es un país con un gran potencial, de verdad”.
Putin también pareció afirmar que el éxodo de empresas extranjeras de Rusia era prueba del dominio de Estados Unidos sobre otros países y economías occidentales.
“Muchos lamentan tener que irse. Todo esto es una manifestación del estado interno de estos países que no pueden tomar decisiones soberanas”, añadió.
Reiteró que Rusia es “un país soberano que debe mirar al futuro”.
También habló de la necesidad de Rusia de “recuperar (territorio) y defenderse” en un discurso en el que se comparó con Pedro el Grande.
En una reunión con jóvenes empresarios en Moscú, Putin estableció un paralelismo entre la fundación de San Petersburgo por parte del monarca conquistador y la anexión de territorio por parte de su gobierno.
“Cuando fundó la nueva capital, ningún país europeo la reconoció como Rusia. Todos la reconocían como Suecia”, dijo Putin. “Y los pueblos eslavos siempre habían vivido allí junto con los finoúgrios, y el territorio estaba bajo el control del Estado ruso”.
"¿Qué estaba haciendo? Retomando y reforzando. Eso es lo que hizo. Y parece que nos ha tocado a nosotros recuperar y reforzar también”, señaló.
Putin también pareció dejar la puerta abierta a una mayor expansión territorial, al tiempo que afirmó la soberanía de Rusia.
“No hay ningún estado intermedio. Un país o es soberano o es una colonia”, puntualizó.
“Es imposible -entienden- imposible construir una valla alrededor de un país como Rusia. Y no tenemos intención de construir esa valla”, añadió Putin.
En tanto que las fuerzas rusas intentan reanudar su ofensiva en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, para tomarla totalmente, aseguró el jueves un oficial superior ucraniano.
Oleksei Gromov, subjefe del Directorio de Operaciones Principales del Estado Mayor ucraniano dijo que probablemente las fuerzas rusas atacarán desde la región sureña de Jersón, controlada mayoritariamente por Moscú, hacia la vecina Zaporiyia.
“El enemigo se ha concentrado en mantener las líneas, pero no ceja en sus intentos de reanudar la ofensiva en estas zonas, probablemente para llegar a las fronteras administrativas de la región de Zaporiyia”, declaró Gramov en una conferencia realizada por la agencia estatal Ukrinform.
8 de junio
Trabajadores recuperaron decenas de cuerpos de los escombros de edificios destruidos en una “interminable caravana de muerte” dentro de la devastada ciudad de Mariúpol, informaron el miércoles funcionarios locales, mientras los temores de una crisis mundial de alimentos aumentaban ante la incapacidad de Ucrania para exportar millones de toneladas de cereales debido al bloqueo en sus puertos.
Al mismo tiempo, las fuerzas rusas y ucranianas escenificaron intensos combates por el control de Sievierodonetsk, una ciudad que se ha convertido en parte central de la campaña de Moscú para controlar la región industrial del este de Ucrania conocida como el Donbás.
El costo humano de la guerra continúa acumulándose a medida que se prolongan los combates. En muchos de los edificios de Mariúpol, los trabajadores encuentran entre 50 y 100 cuerpos en cada uno, según un colaborador de la alcaldía en la ciudad portuaria que se encuentra bajo control ruso.
Petro Andryushchenko dijo en Telegram que los cuerpos son trasladados en una “interminable caravana de muerte” hacia la morgue, fosas comunes y otros lugares. Al menos 21.000 civiles de Mariúpol murieron durante el asedio ruso de varias semanas, según estimados de las autoridades ucranianas.
Las consecuencias de la guerra se resienten más allá de Europa oriental, debido a que los cargamentos de cereales ucranianos continúan sin poder salir del país, elevando los precios de los alimentos.
Ucrania, conocida desde hace tiempo como "el granero de Europa”, es uno de los principales exportadores de trigo, maíz y aceite de semilla de girasol a nivel mundial, pero buena parte de ese flujo se ha visto interrumpido por la guerra y el bloqueo ruso en la costa ucraniana en el Mar Negro. Se calcula que 22 millones de toneladas de granos continúan en Ucrania. El no poder exportarlos pone en peligro el suministro alimenticio de muchas naciones en vías de desarrollo, en especial en África.
Rusia se expresó el miércoles a favor de un plan de la ONU para establecer un corredor marítimo seguro que le permita a Ucrania reanudar sus exportaciones de cereales. Entre otras cosas, el plan pide a Ucrania retirar las minas de las costas cercanas al puerto de Odesa, en el Mar Negro.
Pero Rusia insiste en que se le permita inspeccionar los barcos entrantes en busca de armamento. Y Ucrania ha expresado temor de que despejar las minas le permita a Rusia atacar la costa. Las autoridades ucranianas dijeron que no se puede confiar en las garantías del Kremlin de que no lo harán.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acusó el miércoles al Kremlin de “usar los suministros de alimentos como arma y rodear sus acciones en una red de mentiras, al estilo soviético”.
Aunque Rusia, que también es uno de los principales proveedores de cereales al resto del mundo, ha atribuido la inminente crisis de alimentos a las sanciones de Occidente contra Moscú, la Unión Europa refutó ese señalamiento y aseguró que la culpa es de Rusia por enfrascarse en una guerra contra Ucrania.
7 de junio
Rusia aseguró el martes que ha tomado el control del 97% de una de las dos provincias que conforman la región del Donbás, acercando al Kremlin a su objetivo de capturar la zona industrial del este de Ucrania, donde se encuentra minas de carbón y fábricas.
El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, dijo que las fuerzas de Moscú controlan casi toda la provincia de Luhansk. Y aparentemente, Rusia ahora ocupa prácticamente la mitad de la provincia de Donetsk, según funcionarios ucranianos y analistas militares.
Después de desistir de su intento de entrar en Kiev hace dos meses, Rusia declaró que la captura del Donbás era su objetivo principal. Separatistas prorrusos han estado combatiendo a las fuerzas del gobierno ucraniano en el Donbás desde 2014, y la región ha sido escenario de los combates más intensos en las últimas semanas.
A principios de la guerra, las fuerzas rusas también tomaron control de toda la región de Jersón y de buena parte de la región de Zaporiyia, ambas en el sur de Ucrania. Funcionarios rusos y sus designados locales han discutido planes para que esas regiones declaren su independencia o se sumen a Rusia.
Pero en lo que podría ser la más reciente instancia de sabotaje antirruso dentro de Ucrania, la prensa estatal rusa señaló el martes que cuatro personas resultaron heridas por una explosión en una cafetería en la ciudad de Jersón. La agencia noticiosa Tass se refirió a la explosión en la ciudad ocupada por Rusia como un “acto terrorista”.
Antes de la invasión del 24 de febrero, funcionarios ucranianos habían dicho que Rusia controlaba alrededor del 7% del país, incluyendo la Península de Crimea que se anexó Moscú en 2014 y áreas bajo poder de separatistas en Donetsk y Luhansk. La semana pasada, el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski señaló que 20% del territorio se encontraba ahora bajo control de Rusia.
A pesar de que Rusia tiene más armas y elementos, los defensores ucranianos continúan atrincherados y han mostrado capacidad para contraatacar.
Aunque insiste en la necesidad de que Ucrania derrote a Rusia en el campo de batalla, Zelenski dijo en una conferencia del Financial Times que sigue abierto a las negociaciones de paz con el presidente ruso Vladimir Putin.
Pero una funcionaria de inteligencia estadounidense aseguró que no es el momento adecuado.
6 de junio
El ministerio del Exterior de Rusia anunció sanciones contra 61 estadounidenses. Señaló que la medida fue “en respuesta al interminable aumento de las sanciones estadounidenses contra figuras públicas y políticas rusas, así como representantes de negocios nacionales”.
La lista incluye a funcionarios federales y a directivos y exdirectivos de grandes compañías estadounidenses, como la secretaria del Tesoro Janet Yellen, la secretaria de Energía Jennifer Granholm, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, y el director general de Netflix, Reed Hastings.
En tanto que el ministro de Asuntos Exteriores ruso advirtió el lunes a los países de Occidente que si proporcionan a Ucrania misiles de largo alcance, Moscú responderá apoderándose de zonas más amplias de suelo ucraniano.
Estados Unidos y Gran Bretaña han anunciado que suministrarán a Ucrania lanzacohetes múltiples capaces de atacar objetivos a una distancia de hasta 80 kilómetros (50 millas). Los sistemas son capaces de disparar misiles de mayor alcance que pueden alcanzar zonas de hasta 300 kilómetros (186 millas) de distancia, pero Estados Unidos dijo que no suministraría ese tipo de cohetes.
“Cuanto más largo sea el alcance de las armas que se suministren, más se alejará la línea desde la que los neonazis podrían amenazar a la Federación Rusa”, afirmó Sergey Lavrov durante una teleconferencia de prensa.
Al preguntársele cómo respondería Moscú si Estados Unidos y sus aliados cambian de opinión y suministran cohetes de largo alcance a Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin dijo el domingo en comentarios televisados que Moscú “sacará las conclusiones apropiadas y utilizará medios de ataque, de los que disponemos en abundancia, para golpear las instalaciones que aún no hemos golpeado”.
5 de junio
Rusia atacó suministros de armas de Occidente para Ucrania, lanzando ataques aéreos sobre Kiev que dijo destruyeron tanques donados por naciones extranjeras, y el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que cualquier entrega occidental de cohetes de largo alcance hará que Moscú impacte “objetivos que no hemos atacado”.
La enigmática amenaza del mandatario ruso de un incremento en la ofensiva no especificó cuáles podrían ser esos nuevos blancos. Hizo su advertencia días después de que Estados Unidos anunció planes de entregar 700 millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania que incluyen cuatro sistemas de cohetes de precisión de mediano alcance, así como helicópteros, sistemas antitanque Javelin, radares y vehículos tácticos, entre otras cosas.
Analistas militares dicen que Rusia espera tomar completamente la asediada región industrial del Donbás, en el este de Ucrania, donde separatistas prorrusos se han enfrentado al gobierno ucraniano desde 2014, antes de la llegada de cualquier armamento estadounidense que pudiera alterar el curso de la guerra. El Pentágono informó la semana pasada que tomará al menos tres semanas llevar esas armas al campo de batalla.
Ucrania señaló que los misiles dirigidos a la capital impactaron un taller de reparación de trenes. En otras partes, ataques aéreos rusos en la ciudad oriental de Druzhkivka destruyeron edificios y causaron la muerte de al menos una persona, informó un funcionario ucraniano. Los residentes narraron que caminaban bajo el sonido de los impactos de los misiles, y con escombros y vidrios cayendo a su alrededor.
“Era como en una película de terror”, dijo Svitlana Romashkina.
El Ministerio de Defensa de Rusia señaló que se usaron misiles de precisión lanzados desde el aire para destruir talleres en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, incluyendo Druzhkivka, donde se reparaba equipamiento militar dañado.
En tanto, el Estado Mayor de Ucrania dijo que las fuerzas rusas lanzaron cinco misiles crucero X-22 desde el Mar Caspio hacia Kiev, uno de los cuales fue destruido por sistemas antiaéreos. Los otros cuatro impactaron “instalaciones de infraestructura”, pero no hubo víctimas, señalaron autoridades ucranianas.
4 de junio
Las reforzadas fuerzas rusas, con apoyo de su aviación, atacaron el sábado una parte del este de Ucrania, donde destruyeron puentes y dispararon artillería contra edificios en su intento por capturar dos ciudades, lo que en caso de suceder pondrá a una disputada provincia bajo control de Moscú, indicaron las autoridades ucranianas.
Las fuerzas rusas y ucranianas combatían calle por calle en Sievierodonetsk y la vecina Lysychansk, dijo el gobernador regional Serhiy Haidai. Debido a los ataques, cuatro personas murieron, entre ellas una madre y un niño, en el poblado cercano de Hirske, afirmó Haidai.
Las ciudades son las principales áreas de la provincia de Luhansk todavía en poder de Ucrania. La ofensiva rusa es crucial en el calendario de guerra del Kremlin debido a que le apremia capturar toda la región del Donbás, donde separatistas apoyados por Moscú han luchado contra las fuerzas ucranianas durante ocho años y establecieron autoproclamadas repúblicas.
Rusia también intensificó su ofensiva en Donetsk, la otra provincia que conforma el Donbás, indicó el ejército ucraniano, en momentos en que la guerra ha cumplido 101 días. En un reflejo de la corta distancia de los combates, oficiales militares rusos y ucranianos se culparon unos a otros de un incendio que destruyó la principal iglesia en el monasterio de Sviatohirsk, uno de los sitios más sagrados del cristianismo ortodoxo en Ucrania.
En un discurso por video, el presidente Volodímir Zelenski acusó el sábado a Rusia de “destruir deliberadamente la cultura ucraniana y su legado histórico así como su infraestructura social y viviendas, todo lo necesario para una vida normal”.
En los últimos días, las fuerzas rusas se han concentrado a capturar Sievierodonetsk, que antes de la guerra tenía unos 100,000 habitantes. En un momento, los rusos controlaban 90% de la ciudad, pero los soldados ucranianos han recuperado algo de terreno, dijo el viernes Haidai. Zelenski señaló el sábado que la situación de la ciudad es “extremadamente difícil”.
3 de junio
Este viernes se cumplieron 100 días de la invasión de Rusia a Ucrania. En la ocasión, en un video subido a Instagram el presidente ucraniano Volodímir Zelenski aseguró: "La victoria será nuestra".
"Los representantes del Estado están aquí, defendiendo Ucrania desde hace cien días", declaró el mandatario en un video de 36 segundos grabado en el edificio de la presidencia en Kiev junto con el primer ministro Denys Chmygal y el jefe del partido de gobierno David Arakhamia.
Dos periodistas de la agencia Reuters resultaron heridos en el este de Ucrania en un ataque por parte de las fuerzas ucranianas cerca de la ciudad de Severodonetsk, en el este del país, mientras que el conductor del vehículo en el que viajaban ha fallecido.
Mientras el presidente ruso Vladimir Putin culpó a Occidente por las crisis alimentaria y de combustibles en el mundo, y repitió las ofertas de su gobierno de ofrecer paso seguro a los buques que exportan granos desde Ucrania si se retiran las minas de las aguas.
“Por supuesto, vemos ahora los intentos de achacar a Rusia la culpa por lo que está sucediendo en el mercado mundial de alimentos, los problemas emergentes en este mercado", le dijo Putin a la televisión rusa. “Debo decir que es un intento, como dice nuestro pueblo, de pasar esos problemas de una cabeza enferma a una cabeza sana”.
2 de junio
Las fuerzas ucranianas enfrascadas en una desgastante batalla por el control del este del país pasaban problemas el jueves para contener a las tropas rusas y ganar tiempo hasta que lleguen los cohetes y sistemas antiaéreos de última tecnología que les prometió Occidente.
Ante la posibilidad de que las armas tarden varias semanas en llegar, Ucrania enfrenta un periodo prolongado de inclementes combates, aseguraron algunos analistas militares.
“Existe un desfase, así que las próximas semanas serán bastante complicadas para nuestros amigos ucranianos”, dijo el teniente general retirado Ben Hodges, quien fue comandante de las tropas estadounidenses en Europa.
Ucrania está determinada a fatigar a las fuerzas rusas, como lo evidencian los combates calle por calle en la ciudad de Sievierodonetsk, en el este del país, aseguró el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov.
“Y esto puede continuar por algún tiempo”, advirtió.
Gran Bretaña prometió el jueves enviar a Ucrania sofisticados sistemas de cohetes de alcance medio, sumándose a Estados Unidos y Alemania en el equipamiento de Ucrania con armas de última tecnología que la nación había estado pidiendo para derribar aeronaves y destruir artillería y líneas de suministro.
Las armas de Occidente han sido fundamentales en el éxito de Ucrania para contener a un ejército ruso más grande y mejor equipado durante el conflicto, que el jueves cumplió 99 días.
El Kremlin advirtió de “escenarios absolutamente indeseables y lamentables” en caso que las armas proporcionadas por Occidente se disparen hacia Rusia.
“Esta inyección de armas a Ucrania traerá más sufrimiento a Ucrania, la cual es una simple herramienta en manos de esos países que la abastecen de armas”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Las tropas rusas continuaron con su ofensiva sobre poblados y ciudades durante la noche, y afianzando su control sobre Sievierodonetsk, en la región oriental del Donbás, la cual Moscú está determinada a capturar. Alrededor de 800 personas, incluyendo niños, se resguardaban en refugios antibombas ubicados en una fábrica de productos químicos que se encuentra bajo ataque en la ciudad, aseguró el gobernador regional.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña reportó que Rusia ha tomado la mayor parte de Sievierodonetsk, una de dos ciudades en la provincia de Luhansk que seguían bajo control ucraniano. El Donbás está compuesto por las provincias de Luhansk y Donetsk.
1 de junio
Estados Unidos y Alemania se comprometieron el miércoles a enviar a Ucrania algunas de las armas más modernas para derribar aviones y neutralizar artillería, mientras las fuerzas rusas que libran una intensa ofensiva en el este del país se acercaban el miércoles a la toma de una ciudad clave.
Alemania afirmó que proporcionará a Ucrania misiles antiaéreos modernos y sistemas de radar, mientras que Estados Unidos tenía previsto presentar más tarde un paquete de armas que incluiría sistemas de cohetes de medio alcance de última tecnología.
Estados Unidos está tratando de inclinar la balanza a favor de Kiev mientras Ucrania sufre fuertes ataques de las fuerzas rusas, pero sin proporcionarle armas que podrían permitirle alcanzar objetivos en lo profundo de Rusia y desencadenar una escalada grave de la guerra.
El Kremlin acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego”.
Las armas occidentales han sido fundamentales para que Ucrania haya logrado frenar a un ejército mucho mayor y mejor equipado. Las fuerzas ucranianas frustraron el esfuerzo inicial ruso de tomar la capital y obligaron a Moscú a cambiar de estrategia y centrarse en la región industrial del Donbás, en el este del país.
Sin embargo, conforme se alarga la guerra y Rusia bombardea localidades en su avance milimétrico, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido reiteradamente a Occidente más armas para defenderse. Incluso Zelenski ha acusado en ocasiones a los países occidentales de lentitud en el envío de armas. El jefe de la oficina del presidente ucraniano, Andriy Yermak, elogió las nuevas armas occidentales.
Las nuevas armas podrían ayudar a Ucrania a establecer y mantener nuevas líneas de defensa en el este, al devolver los ataques a la artillería rusa, que ha estado atacando pueblos y ciudades, y a limitar los ataques aéreos rusos, opinó el general francés retirado Dominique Trinquand, exjefe de la misión militar de Francia en Naciones Unidas.
En tanto que un gobernador regional ucraniano asegura que las tropas rusas han asumido el control de alrededor del 80% de la ciudad de Sievierodonetsk.
El gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, dijo que las tropas rusas avanzan en medio de intensos enfrentamientos con los defensores ucranianos por las calles de la ciudad. Resaltó que los soldados ucranianos lograron replegar a las fuerzas de Moscú en algunos distritos.
Sievierodonetsk, el centro administrativo de la región de Luhansk, ha sido el blanco principal de la ofensiva rusa en la región industrial del Donbás, en el este de Ucrania. La localidad ha sido objeto de incesantes ataques, y Haidai dijo el martes que un ataque aéreo ruso impactó un tanque de ácido nítrico en una fábrica de sustancias químicas, lo que liberó gases tóxicos.
31 de mayo
Con un “avance frenético”, las fuerzas rusas han tomado la mitad de la ciudad de Sievierodonetsk, en el este de Ucrania, que es clave para los planes de Moscú de completar rápidamente la captura de la región industrial del Donbás, dijo el martes el alcalde a The Associated Press.
“Básicamente, la ciudad está siendo destruida sin piedad cuadra por cuadra”, denunció el alcalde Oleksandr Striuk. Agregó que los intensos combates callejeros continúan y que los ataques con artillería amenazan la vida de los casi 13,000 civiles que aún se refugian en la ciudad en ruinas donde alguna vez residieron más de 100,000 personas.
Un ataque aéreo ruso sobre Sievierodonetsk alcanzó un tanque de ácido nítrico en una planta de sustancias químicas, provocando una enorme fuga de gases, según Serhiy Haidai, gobernador de la región de Luhansk. Publicó una fotografía de una gran nube que se cernía sobre la ciudad e instó a los residentes a permanecer en el interior y llevar máscaras de gas o protecciones improvisadas.
Haidai dijo más tarde el martes que “la mayor parte de Sievierodonetsk” estaba bajo control ruso, aunque añadió que continuaban los intensos combates y que la ciudad no estaba rodeada.
Por su parte, Striuk dijo que más de 1,500 residentes han muerto por diversas causas desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania a finales de febrero. Las labores de evacuación en Sievierodonetsk se han suspendido debido a los ataques.
“Los civiles están muriendo por los ataques directos, por las heridas con armas de fragmentación y bajo los escombros de los edificios destruidos, ya que la mayoría de los habitantes se esconden en sótanos y refugios”, afirmó Striuk.
No hay electricidad y la gente necesita agua, alimentos y medicamentos, agregó el alcalde. “Hay suministros de alimentos para varios días más, pero el problema es cómo distribuirlos”, indicó.
Sievierodonetsk es importante para los planes rusos de capturar la región de Donbás antes de que lleguen más armas occidentales para reforzar la defensa de Ucrania. Los separatistas respaldados por Moscú ya tenían territorio tomado en la región y llevan ocho años luchando contra las tropas ucranianas.
Mientras que la decisión de la Unión Europea de prohibir casi todas las importaciones de petróleo ruso con el fin de castigar al país por su invasión a Ucrania es un golpe a la economía de Moscú, pero sus efectos podrían perder peso por el aumento en los precios de los energéticos y por la disposición de otras naciones a adquirir parte de ese crudo, aseguraron expertos en la industria.
Los gobernantes de la UE acordaron la noche del lunes reducir las importaciones de petróleo ruso en cerca de un 90% durante los próximos seis meses, una medida drástica que se consideraba impensable apenas hace unos meses.
El bloque de 27 naciones depende del Rusia para el 25% de su petróleo y el 40% de su gas natural, y los países europeos que dependen todavía más de Moscú se habían mostrado particularmente renuentes a implementar acciones.
En tanto que el gobierno de Estados Unidos anunció el martes que enviará a Ucrania una pequeña cantidad de sistemas lanzacohetes de alcance intermedio de alta tecnología.
Se trata de un arma fundamental por la que el gobierno de Ucrania ha estado rogando mientras intenta frenar el progreso ruso en la región del Donbás.
El plan de Estados Unidos es encontrar el equilibrio entre su deseo de ayudar a Ucrania a combatir los incesantes ataques de artillería rusa, sin proveer de armas que le puedan permitir a Ucrania atacar objetivos en lo profundo del territorio ruso que puedan desencadenar un recrudecimiento del conflicto.
En un ensayo publicado la tarde del martes en The New York Times, Biden confirmó que ha decidido “proveer a los ucranianos con sistemas de cohetes y municiones más avanzados que le permitan atacar con mayor precisión blancos en el campo de batalla en Ucrania”.
Las fuerzas rusas se adentraron en una ciudad del este de Ucrania de enorme importancia estratégica y combatieron el lunes calle por calle con los soldados ucranianos en batallas que el alcalde aseguró han dejado a la ciudad “completamente destruida” y han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares.
Analistas militares describieron los combates en Sievierodonetsk como parte de una carrera contra el tiempo para el Kremlin, que aseguran quiere completar su captura de la región industrial de Donbás antes de que lleguen más armas de Occidente para reforzar las defensas ucranianas.
Las armas de Occidente ya ayudaron a las fuerzas de Kiev a frustrar el avance ruso hacia la capital en las primeras semanas de la guerra. Dicho fracaso obligó a Moscú a replegarse, reagruparse y buscar un objetivo más limitado de capturar en Donbás, donde separatistas prorrusos ya controlaban grandes extensiones del territorio y han estado en combate con fuerzas ucranianas durante los últimos ocho años.
En los últimos días, los combates se han centrado en Sievierodonetsk, en una batalla que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha llamado “indescriptiblemente complicada”. Los ataques incesantes de la artillería rusa han destruido infraestructura vital y dañado el 90% de los inmuebles. Además, la ciudad que tenía 100.000 habitantes antes de la guerra ha quedado en buena medida sin servicios de luz y comunicaciones.
“El número de víctimas aumenta hora tras hora, pero no hemos podido contar los muertos y heridos en medio de los combates callejeros”, declaró el alcalde Oleksandr Striuk a The Associated Press en una entrevista telefónica. Añadió que las tropas de Moscú avanzaron unas cuantas cuadras más hacia el centro de la ciudad.
“La ciudad ha sido destruida por completo”, comentó. Añadió que solamente quedan entre 12.000 y 13.000 habitantes, los cuales se refugian en sótanos y búnkeres para escapar de la ofensiva rusa, una situación que recuerda el asedio en Mariúpol, donde los residentes quedaron atrapados y resultó en algunas de las peores imágenes que se han visto del conflicto.
Si bien se cree que en Mariúpol murieron decenas de miles de personas, Striuk calculó que en su ciudad han muerto alrededor de 1,500 civiles desde el inicio de la guerra, tanto a consecuencia de los ataques rusos como por condiciones extremas, por ejemplo, la falta de medicamentos y atención médica.
En tanto que los gobernantes de la Unión Europea alcanzaron el lunes un acuerdo para imponer un embargo parcial al petróleo ruso durante una reunión enfocada en ayudar a Ucrania con un paquete de sanciones que fue bloqueado por Hungría.
El embargo suavizado incluye únicamente el petróleo ruso que sea trasladado por vía marítima, permitiendo una excepción temporal para las importaciones a través de oleoductos.
Mientras que un periodista francés de 32 años de edad murió en el este de Ucrania, después de ser alcanzado por la metralla de un proyectil mientras cubría una operación de evacuación ucraniana, informó la cadena de noticias francesa para la que trabajaba.
La cadena BFM dijo que su periodista Frédéric Leclerc-Imhoff falleció mientras “cubría una operación humanitaria en un vehículo blindado” cerca de Sievierodonetsk, una ciudad clave en la región de Donbás que está siendo disputada por las fuerzas rusas y ucranianas. Había trabajado durante seis años para la cadena de televisión francesa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, rindió homenaje a Leclerc-Imhoff, tuiteando que él fue Ucrania “para mostrar la realidad de la guerra”.
Tropas rusas y ucranianas luchaban el domingo cuerpo a cuerpo en una ciudad del este de Ucrania, mientras soldados de Moscú respaldados por proyectiles intentaban ganar posiciones estratégicas en la región ante una firme resistencia ucraniana.
Fuerzas ucranianas reportaban que tropas rusas “asaltaban” la ciudad oriental de Sievierodonetsk, donde los combates han cortado los servicios de celular y electricidad y aterrorizan a los civiles que aún no han huido.
Sievierodonetsk, un centro de manufactura, se ha convertido en epicentro de la campaña rusa por conquistar la región industrial ucraniana del Donbás. Moscú también ha redoblado sus esfuerzos por tomar la cercana Lysychansk, donde funcionarios ucranianos reportaron ataques constantes.
Las dos ciudades, con una población combinada de unas 200,000 personas antes de la guerra, son las últimas grandes poblaciones bajo control ucraniano en la provincia de Luhansk, que forma el Donbás junto con la vecina Donestk. Rusia ha priorizado la toma de las zonas que los separatistas con apoyo ruso no controlan aún.
Fuerzas rusas han hecho pequeños avances en los últimos días, mientras los bombardeos castigaban las posiciones ucranianas y mantenían a los civiles atrapados en sótanos o les hacían huir a la desesperada. Se cree que los ataques contra objetivos militares en distintas zonas del país han causado bajas en zonas civiles.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, describió la situación en el este como “muy complicada” e “indescriptiblemente difícil” en su mensaje del sábado por la noche. El “ejército ruso intenta exprimir al menos algún resultado” concentrando sus ataques allí, afirmó.
El alcalde de Sievierodonetsk, Oleksandr Striuk, dijo que el sábado había combates en la estación de autobús de la región. Un centro humanitario no podía operar debido al peligro y la electricidad y la señal de celular estaban cortadas. Los vecinos se arriesgaban a ser blanco de los proyectiles cuando salían a por agua a media docena de pozos, señaló.
Algunas rutas de suministro funcionaban y todavía era posible evacuar a los heridos, dijo Striuk. El alcalde estimó que 1,500 civiles de la ciudad, donde antes de la guerra vivían una 100,000 personas, habían muerto en combates, o por falta de medicamentos y enfermedades que no podían recibir tratamiento.
El gobernador regional, Serhiy Haidai, afirmó que los rusos se habían retirado “con pérdidas” de la zona en torno al poblado de Bobrove, unos 20 kilómetros (12 millas) al sureste de Sievierodonetsk, pero atacaban desde el aire un poblado cercano en el estratégico río Siverskiy Donetsk.
28 de mayo
Al tiempo que Rusia afirma que ha logrado avances en su objetivo de apoderarse de toda la disputada región oriental de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin intentó el sábado quebrantar la firmeza europea de castigar a su país con sanciones y mantener el envío de armas que han sostenido la defensa de Ucrania.
El Ministerio de Defensa de Rusia indicó que Lyman, la segunda ciudad pequeña en caer esta semana, fue “liberada completamente” por una fuerza conjunta de soldados rusos y separatistas apoyados por el Kremlin que libran una guerra desde hace ocho años en la región industrial del Donbás, fronteriza con territorio ruso.
El sistema de trenes de Ucrania ha transportado armas y desalojado a ciudadanos por Lyman, un crucial eje ferroviario en el este. El control del lugar dotaría a las fuerzas rusas de otro punto de apoyo en la región; tiene puentes para que efectivos y equipo crucen el río Siverskiy Donets, que a la fecha ha impedido el avance ruso en el Donbás.
Las autoridades ucranianas han enviado señales contradictorias sobre Lyman. El viernes, el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo que los efectivos rusos controlaban la mayor parte de la ciudad e intentaban impulsar su ofensiva hacia Bakhmut, otra ciudad en la región.
El sábado, la viceministra de Defensa, Hanna Malyar, rechazó la aseveración de Moscú de que Lyman había caído y afirmó que la lucha continuaba en la ciudad.
En su mensaje del sábado por video, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy afirmó que la situación en el este del país era “muy complicada” y señaló que el “ejército ruso intentaba conseguir al menos algún resultado” concentrando esfuerzos en la zona.
El Kremlin informó que Putin conversó por teléfono el sábado durante 80 minutos con los gobernantes de Francia y Alemania en que censuró los continuos envíos de armas occidentales a Ucrania y responsabilizó a las sanciones de Occidente de la interrupción del suministro global de alimentos en medio del conflicto.
La inteligencia ucraniana consideró este viernes que la guerra puede prolongarse al menos hasta finales de 2022 pues el presidente ruso, Vladímir Putin, no está dispuesto a renunciar a sus planes de conquista y sí a una confrontación prolongada contra Ucrania.
Rusia recrudeció sus ataques en diversos puntos de Ucrania, en especial en la periferia de Járkov, en la región de Dnipro, en el centro del país, y en la de Donetsk, en el este.
En concreto, Moscú afirmó este viernes que ha atacado instalaciones de defensa antiaérea de Ucrania en las afueras de Járkov, en el este de Ucrania, incluida una estación de radar y un complejo de misiles Buk-M1.
Durante la jornada pasada, las tropas rusas también atacaron con misiles de alta precisión posiciones del Ejército ucraniano cerca de la localidad de Bajmut, en la provincia de Donetsk, informó hoy el portavoz del Ministerio de Defensa, general mayor Ígor Konashénkov.
Asimismo, las fuerzas rusas bombardearon objetivos en la región de Dnipro, en el centro de Ucrania, donde causaron importantes daños.
En cuanto a la zona este, el Alto Mando del Ejército ucraniano informó en su parte de este viernes de que los invasores rusos han renovado su asalto a la ciudad de Sloviansk, en la región de Donetsk, donde continúan disparando contra unidades ucranianas, lanzando ataques con misiles y reagrupando tropas.
Los separatistas prorrusos de Donetsk aseguraron hoy que las tropas rusas han tomado "el control completo" de la ciudad de Limán, cerca de Sloviansk, uno de los objetivos principales de Rusia en su intento de envolver a las tropas ucranianas en el Donbás.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se quejó de la tardanza de la Unión Europea (UE) en aprobar un nuevo paquete de sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania, que incluiría un embargo al petróleo, y se preguntó por qué se le permite a algunos socios bloquear el plan.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, anunció que va a formar un comando militar y que enviará un grupo táctico de batallón al área de la frontera de su país con Ucrania.
Lukashenko no dio detalles, pero los grupos tácticos de batallón usualmente consisten en infantería mecanizada, incluyendo tanques. El territorio de Bielorrusia fue usado por Rusia para lanzar ataques con cohetes contra Ucrania, pero las fuerzas armadas de Bielorrusia no participan en la operación terrestre rusa.
Las autoridades ucranianas han expresado alarma de que Bielorrusia pudiera acepar una mayor participación en la guerra.
En tanto que la primera ministra de Finlandia Sanna Marin visitó Ucrania en una muestra de apoyo al país víctima de la invasión rusa. Marin se reunió con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en Kiev, reportó la emisora finlandesa YLE.
También visitó los poblados de Bucha y Irpin, donde han surgido denuncias de que soldados rusos cometieron atrocidades contra civiles. Zelenski agradeció a Marin por las armas entregadas por Finlandia y por su apoyo a las sanciones contra Rusia.
Estremecida por la invasión rusa de Ucrania, Finlandia recientemente abandonó su política de neutralidad y pidió aliarse con la OTAN, como lo hizo Suecia también.
Mientras que el presidente ruso Vladimir Putin vaticinó que Occidente fracasará en su intento de aislar a Rusia y que enfrentará más problemas económicos.
En declaraciones por videoenlace a miembros del Foro Económico Euroasiático, en el que participan varios ex países soviéticos, Putin dijo que Rusia no se aislará de la cooperación internacional.
Aislar a Rusia, insistió, “es imposible, totalmente irrealista en el mundo moderno” y “quienes los intenten más bien se perjudicarán a sí mismos”.
Citó problemas económicos en Occidente como “una inflación que no se ve desde hace 40 años, un creciente desempleo, la ruptura de las cadenas de suministros y el empeoramiento de crisis globales como la alimentaria”. “No es broma”, afirmó. “Es un tema serio que tendrá impacto en todo el sistema de relaciones políticas y económicas”.
Las tropas de Moscú continúan intentando hacer avanzar su ofensiva en varios puntos de la línea del frente en el este de Ucrania, y lanzan ataques aéreos y con misiles contra infraestructura en todo el país, dice el Estado Mayor del ejército ucraniano.
Rodion Miroshnik, un representante de la región separatista de Luhansk en Rusia, afirmó que alrededor de 8,000 soldados ucranianos están en cautiverio en las regiones de Donetsk y Luhansk y que la cifra aumenta en “cientos” a diario. Sus afirmaciones no pudieron verificarse de forma independiente.
25 de mayo
El presidente ruso Vladimir Putin emitió una orden con el fin de acelerar los trámites de naturalización rusa para los residentes de partes del sur de Ucrania controladas por las fuerzas del Kremlin, y los legisladores de Moscú aprobaron un proyecto de ley para reforzar al Ejército.
El decreto de Putin se aplica a las regiones de Jersón y Zaporiyia y podría permitirle a Rusia fortalecer su control sobre el territorio que se encuentra entre el este de Ucrania -donde los separatistas respaldados por Moscú ocupan algunas áreas-, y la península de Crimea, de la que Rusia se apoderó en 2014.
El Ejército ruso libra una batalla intensa para controlar el Donbás, el corazón industrial del este de Ucrania. En un indicio de que el Kremlin está tratando de reforzar su maquinaria militar —que está combatiendo en diversas partes y por lo tanto se encuentra sometida a un intenso desgaste-, los legisladores rusos acordaron eliminar el límite de edad máxima de 40 años para las personas que firman sus primeros contratos militares voluntarios.
Una descripción del proyecto de ley en el sitio web del Parlamento indicaba que a los reclutas de mayor edad se les permitiría operar armas de precisión o desempeñar funciones médicas o de ingeniería. El presidente de la comisión de Defensa del Parlamento ruso, Andrei Kartapolov, dijo que la medida facilitaría la contratación de personas con habilidades “de mucha demanda”.
Las autoridades rusas han dicho que solamente se están enviando a Ucrania soldados que han firmado voluntariamente su contrato, aunque han reconocido que algunos reclutas fueron llevados a combatir por error en las primeras etapas de la guerra.
Tres meses después de que Rusia inició su invasión al país vecino, Putin visitó un hospital militar de Moscú y se reunió con algunos soldados que resultaron heridos en Ucrania, informó el Kremlin en un comunicado en su página web.
El evento fue la primera visita conocida públicamente del líder ruso a soldados que luchan en Ucrania desde que ordenó iniciar la guerra el 24 de febrero. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha visitado a soldados, civiles y niños heridos, incluso en momentos en que las tropas rusas luchaban en las afueras de Kiev.
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