Familias de rehenes israelíes secuestrados hace 300 días temen lo peor tras la muerte de Haniyeh

Tras los ataques contra Beirut y Teherán, Irán y sus aliados advirtieron que tomarían represalias. Israel, por su parte, sigue sin reconocer ser el autor del atentado selectivo que se cobró la vida de Ismail Haniyeh en pleno corazón de Teherán. El país está a la defensiva y advierte a sus adversarios. Las familias de los rehenes, mientras tanto, están sumidas en la incertidumbre y ahora temen lo peor para sus seres queridos, que llevan 300 días cautivos en Gaza.

Será probablemente hoy, o será mañana, esta semana o la siguiente, pero en Israel están convencidos que Irán, Hezbolá y Hamás cumplirán sus promesas de venganza por los fulminantes atentados contra sus dirigentes.

Israel cerró el espacio aéreo en toda la zona norte del país permitiendo solo el vuelo de fuerzas militares, mientras que varias compañías aéreas internacionales ya anunciaron la anulación de sus vuelos a Tel Aviv.

Sin embargo, el comando de retaguardia civil no dictó nuevas reglamentaciones de seguridad y llamó a la población a mantener sus actividades rutinarias en alerta.

Esta mañana el ejército israelí confirmó la muerte de Muhammad Deff, el comandante de las fuerzas armadas de Hamás, en el ataque fulminante lanzado semanas atrás en la ciudad de Khan Yunis, en la franja de Gaza.

El gobierno de Israel estima que la eliminación de los más altos comandantes de las organizaciones terroristas contra las que combate llevará a su moderación en las negociaciones por la liberación de los cautivos israelíes, mientras que los familiares de los secuestrados temen que por el contrario sus amados se encuentran en mayores peligros al cumplirse 300 días desde su cautiverio durante el despiadado ataque de Hamas el pasado siete de octubre.

Este jueves se llevan a cabo manifestaciones en todo el país en solidaridad con los rehenes. Las familias de los rehenes están sumidas en la mayor incertidumbre. Las negociaciones para la liberación de sus seres queridos están en punto muerto: 115 personas siguen retenidas en Gaza desde hace 300 días, y se cree que 41 de ellas ya no están vivas. Las familias temen las consecuencias de los acontecimientos de los dos últimos días. Es el caso de Ayelet Lévy Shahar. Su hija Naama, de 19 años, fue capturada por hombres de Hamás el 7 de octubre.

"Creo que el mensaje es recordar cuáles son nuestros verdaderos objetivos. El objetivo no es este o aquel ataque selectivo. Las vidas de mi hija y de los demás rehenes están en peligro constante. Y lo han estado durante 300 días. Tenemos que recordarlo. Todo debe servir, apoyar y hacer avanzar las posibilidades de un acuerdo", explica. Pero este acuerdo parece más lejano que nunca. Familias de rehenes afirman que Benjamin Netanyahu y su gobierno están haciendo todo lo posible para torpedear las posibilidades de una tregua, de un alto el fuego duradero y, sobre todo, de un mecanismo que permita liberar a un cierto número de rehenes.

En el entorno del Primer Ministro israelí se afirma que, por el contrario, estas duras operaciones de Israel están aumentando la presión militar sobre Hamás y acercando así la conclusión de un acuerdo. Pero la mayoría de las familias de los rehenes rechazan este planteamiento.