España se adhiere a la declaración del G7 que da garantías de seguridad a Ucrania

España se ha adherido a la declaración del G7 en la cumbre de la OTAN celebrada en Lituania y que da garantías de seguridad a Ucrania.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, informó en rueda de prensa posterior a la cumbre que España se incorporaba a esa declaración, a la que se han sumado varios países más además de los del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá).

La declaración fue firmada por los líderes del G7 y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y en ella se plasma el compromiso de garantizar la seguridad de Ucrania a largo plazo y coordinarse con Kiev ante cualquier ataque de Rusia en el futuro para determinar "los pasos apropiados".

Sánchez explicó que el acuerdo da seguridad a Ucrania en el medio y el largo plazo, una seguridad que dijo que ya están aportando en este momento los países que la han suscrito.

El propósito señaló que es garantizar que Ucrania cuente con el apoyo económico, militar y para la reconstrucción de los firmantes para desarrollar sus fuerzas armadas, con el fin de que sean capaces de ejercer su legítima defensa y plantear una disuasión eficaz.

Explicó que el texto plasma lo que se ha venido diciendo muchas veces de que se apoyará a Ucrania "en todo lo que haga falta y todo el tiempo que haga falta".

Respecto a lo que va a suponer para España adherirse a esta declaración, manifestó que ratifica que va a seguir haciendo lo que ha hecho durante los 500 días que se han cumplido ya de la guerra, ayudando de forma bilateral y en coordinación con los aliados de la OTAN.

Ante la reacción de Rusia a esa declaración, advirtiendo de que atenta contra su propia seguridad, el jefe del Gobierno señaló que todo lo que representa reforzar la seguridad del flanco oriental no es una buena noticia para ese país.

Pero dijo que hay que recordar cuáles han sido las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, como el hecho de que dos países tradicionalmente neutrales como Suecia y Finlandia pidieran su incorporación a la OTAN.