Díaz-Canel, a las puertas de un segundo mandato presidencial en Cuba

En la sesión parlamentaria se votará por los candidatos a la presidencia y la vicepresidencia de la República

Un coco taxi pasa frente a una fotografía del expresidente cubano Raúl Castro y el actual presidente Miguel Díaz-Canel y un barco de suministro de energía de Turquía que alimenta la ciudad de La Habana, Cuba. (AP/Ramón Espinosa)

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se apresta a ser reelecto sin sorpresas para un segundo y último mandato en una sesión parlamentaria iniciada este miércoles, en medio de la mayor crisis económica en la isla comunista en tres décadas.

Díaz-Canel, un ingeniero electrónico de 62 años, gobierna Cuba desde 2018. Fue el primer civil en tomar las riendas del país tras los mandatos de los hermanos Fidel y Raúl Castro, que mantuvieron el poder desde el triunfo de la revolución en 1959.

En la sesión parlamentaria, encabezada por el líder de la revolución Raúl Castro y Díaz-Canel, se votará por los candidatos a la presidencia y la vicepresidencia de la República. Habrá un solo candidato para cada cargo en este país donde la oposición es ilegal.

Con la presencia de 462 de los 470 diputados que integran la asamblea se elegirán ambos cargos por mayoría absoluta y mediante voto directo y secreto. 

La ley establece que el presidente, que tiene un mandato de cinco años, puede ser reelegido una sola vez.

Al instalar la X Legislatura, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó por mayoría, con 461 votos a favor y una abstención, ratificar en la presidencia de este parlamento unicameral a Esteban Lazo, de 79 años, quien ocupa ese cargo desde 2013, así como a Ana María Mari Machado, de 59 años, en la vicepresidencia.

La sesión parlamentaria comenzó con el himno nacional interpretado por César López, considerado uno de los mejores saxofonistas de Cuba. En la jornada también serán designados el resto de los integrantes del Consejo de Estado, que constituye la directiva de la asamblea nacional.

- "Me siento insatisfecho" -

Díaz-Canel emprendió en 2018 la tarea de acelerar la lenta reforma económica iniciada por su antecesor y mentor político Raúl Castro, cuando comenzaba la crisis actual en la isla.

A principios de 2021, implementó una reforma monetaria que terminó con la tasa de un dólar por un peso cubano que había prevalecido por décadas y provocaba grandes distorsiones en la economía nacional.

También impulsó el trabajo independiente y dio luz verde a las pymes, pero estas medidas resultaron insuficientes para mejorar la economía.

El analista político Arturo López-Levy destaca que aunque el gobierno de Díaz-Canel ha impulsado leyes que dan respaldo constitucional al modelo económico diseñado desde 2011, "no ha realizado una transición completa y abarcadora a una economía de corte mixto".

"Algunos cambios económicos no han tenido lugar, y otros que han tenido lugar, han dejado mucho escepticismo sobre su implementación", estima.

La reforma monetaria provocó una espiral inflacionaria y una fuerte devaluación que han irritado a la población.

La moneda cubana se disparó en dos años de 24 a 120 pesos por dólar en la tasa oficial, mientras que en el mercado negro se cotiza a 185 pesos por divisa.

Actualmente Cuba atraviesa su peor crisis económica en 30 años, con escasez de alimentos, medicinas y combustible, debido al endurecimiento del embargo estadounidense, vigente desde 1962, y los efectos de la pandemia, que el gobierno de Díaz-Canel logró controlar con tres vacunas nacionales. 

"Me siento insatisfecho" por no haber podido "promover un grupo de acciones que sean más eficientes, más eficaces, en la solución de esos problemas", dijo el mandatario durante una reciente entrevista en La Habana con el canal de televisión panárabe Al Mayadeen. 

Para el opositor Manuel Cuesta su "reelección" está "cantada" y se produce "en medio de una doble crisis a nivel económico: del modelo y de las competencias políticas del Estado para encaminar soluciones apropiadas".

- Atrapado en la "continuidad" -

Uno de los "pocos logros" atribuibles a Díaz-Canel ha sido conducir "la transición a un régimen encabezado por una nueva generación nacida después de 1959 que no lleva el apellido Castro", considera Jorge Duany, académico de la Universidad Internacional de Florida.

Sin embargo, destaca que su "mayor fracaso fue el pobre manejo de las protestas" de julio de 2021, las más grandes en la isla desde 1959, que dejaron un muerto, decenas de heridos y más de 1.300 encarcelados, según la organización de derechos humanos Cubalex, con sede en Miami. 

Tras las protestas hubo un éxodo migratorio sin precedentes: más de 300.000 cubanos abandonaron la isla solo en 2022.   

El presidente ha sabido manejar los hilos de la transición entre la generación histórica y la que él representa, pero ha quedado atrapado en su eslogan de ser la "continuidad", estima López-Levy.

"Se ha proclamado como un presidente de continuidad cuando lo que está pidiendo el país y hasta la agenda del propio partido comunista es una agenda de cambio continuado", concluye.

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