La India toma la batuta del G20 y se presenta como la voz del Sur
El nuevo período inicia con ideas fundamentadas en las ideas pacifistas de Buda y Gandhi
La India asume este jueves la Presidencia del G20 en un momento único, con su economía creciendo pese a las presiones globales y bajo el escrutinio por su posición neutral ante el conflicto en Ucrania. La nación asiática pretende ser la voz líder del sur global para modelar la agenda mundial.
La India toma su asiento, con el acompañamiento de Indonesia y Brasil, predecesor y sucesor a presidir el grupo, con una troika también singular, integrada toda por economías en desarrollo, lo que da a la Presidencia una perspectiva del "sur" en un momento crítico.
La nación asiática no había tenido una oportunidad como esta, al frente de un grupo diverso, desde que asumió de manos del líder cubano Fidel Castro en 1983 la presidencia del grupo de los No Alineados. Entonces la India la encabezaba Indira Gandhi, abanderada por sus simpatizantes como "la líder más poderosa del tercer mundo".
Ahora "a la India le gustaría usar la Presidencia del G20 para reflejar los intereses y las preocupaciones actuales del sur global, ya que sentimos que están siendo marginados", dijo esta semana el ministro de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar.
El nuevo periodo comienza hoy bajo el tema "Vasudhaiva Kutumbakam" o "Una tierra, una familia, un futuro", con ideas fundamentadas en los mensajes pacifistas de Buda y el líder independentista indio "mahatma" (gran alma) Gandhi.
La mirada en el Sur
La India ha proclamado una agenda para el próximo periodo que aborda asuntos fundamentales especialmente para las naciones en desarrollo, incluido el cambio climático, la seguridad alimentaria, la atención médica, y la infraestructura para el uso abierto de la tecnología.
Para el analista indio Sanjaya Baru, esta agenda tendrá sentido si "la India está en condiciones de reunir al sur global, que es, por ejemplo, Indonesia, Brasil, Sudáfrica", y realmente así asumir la voz de las naciones emergentes.
Si esto ocurre, "entonces será un desarrollo interesante porque en las últimas dos décadas, la voz del sur global se ha silenciado y China por ejemplo está centrada en sí misma, y Occidente obsesionado con sus propios problemas", dijo a EFE el exdirector de Geoeconomía y Estrategia del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
La India además ha incluido como invitados del grupo a Bangladesh, Egipto, y Nigeria, entre otros, con intereses compartidos por el sur global.
La luz del camino
Con la economía apuntando al crecimiento, la India está hoy en una posición de ventaja mientras el mundo lidio con tensiones geopolíticas, la desaceleración económica, el aumento de los precios de la energía y los efectos de la pandemia.
La India tomó este año el lugar como la quinta mayor economía según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), desplazando a Reino Unido. Solo Estados Unidos, China, Japón, y Alemania superan a la nación del sur asiático.
La directora gerente del FMI Kristalina Georgieva, durante una rueda de prensa a mediados de octubre, se refirió a la India como "un destello brillante en este horizonte que de otro modo se oscurecería".
Ahora la India "está tomando el liderazgo del G20 desde esa posición de fortaleza, lo que me hace creer firmemente que veremos a la India dejando una marca en el mundo en los años venideros durante la Presidencia del próximo año", dijo Georgieva.
Modi y la gran oportunidad
El G20 (grupo de los veinte países con las economías más desarrolladas y emergentes) es el principal foro para la cooperación económica y representa cerca del 85 % del producto interior bruto (PIB) mundial, más del 75 % de su comercio y alrededor de dos tercios de la población global.
"La India presidirá un grupo tan grande, un grupo tan poderoso a partir del 1 de diciembre. ¡Qué gran oportunidad ha llegado para la India!", dijo Modi el pasado domingo.
El primer ministro ha hecho énfasis en la crisis del clima como una de las grandes preocupaciones, en como la propiedad de los recursos naturales se ha convertido en una de las principales causas de la degradación ambiental, y para ello la India tiene que probar que tiene soluciones para estos desafíos.
La India tiene planes ambiciosos para el nuevo ciclo del G20, alrededor de 200 reuniones oficiales en diferentes estados y ciudades del país supondrá un despliegue coordinado que pocas veces tiene lugar en el país.
El éxito de la Presidencia, que celebrará la próxima cumbre en septiembre de 2023, supone también algunos réditos y oportunidades para el primer ministro indio que, según se prevé, se medirá nuevamente en 2024 en las elecciones generales.
Esta es la dimensión doméstica de la cumbre del G20, señala Baru, que asume que Modi "tratará de presentarse como una especie de líder global desde Nueva Delhi, con Joe Biden, Vladimir Putin, y Xi Jinping" de visita.
A diferencia de la cita de 1983 en la que Indira Gandhi habló a los pueblos latinoamericanos y árabes con Fidel Castro y el líder palestino Yasser Arafat invitados, el analista indio duda que la foto final sea la misma.
"Modi no tiene eso", sostiene este analista crítico con el primer ministro, que opina que el actual gobernante indio carece de la imagen que tuvieron sus predecesores, y en cambio es visto como "un líder hindú asociado con la muerte de musulmanes, por lo que su imagen no es muy positiva".
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