El rey Carlos III rompe con una de las tradiciones de la familia real británica

Además de buscar reducir a los miembros activos en la monarquía inglesa, el rey Carlos III tiene otro as bajo la manga en cuanto a ahorro y modernización: el monarca no quiere vivir en el palacio de Buckingham, donde han residido los últimos reyes de su nación, incluida su mamá, la reina Elizabeth II.

El palacio de Buckingham cuenta con 775 habitaciones, tiene su propio quirófano, 78 baños, 188 habitaciones para el personal, 19 salones y más.

La actual residencia de Carlos III y su esposa, la reina consorte Camilla, en Clarence House desde 2003 y de acuerdo con una fuente cercana al rey, no tiene planes de mudarse.

“Sé que no es fanático de ‘la casa grande’, como llama al palacio. Él no lo ve como un hogar futuro viable o una casa que se ajuste al propósito en el mundo moderno”, señaló de acuerdo con “Daily Mail”.

“Siente que su mantenimiento, tanto desde el punto de vista económico como ambiental, no es sostenible”. La fuente aseguró que Camilla está en la misma sintonía con Carlos III.

Por su parte, “The Sun” informó que Carlos III y Camilla seguirán viviendo en Clarence House, que se ubica a 366 metros del palacio de Buckingham, pero también pasarán algunas noches en el castillo de Windsor y los fines de semana en Sandringham en Norfolk.

Hace poco menos de dos años, medios británicos dieron a conocer que cuando el entonces príncipe Charles se convirtiera en rey, una de las primeras reformas que realizaría sería abrir el palacio de Buckingham al público, así como otras casas reales, como el castillo de Windsor y Balmoral.

“El príncipe quiere atraer a la gente para que se conecte con la institución. Reconoce que necesita seguir evolucionando y en la era moderna la gente quiere poder acceder a sus palacios”.

Fuente: Periódico de Puerto Rico El Nuevo Día