Los manifestantes detenidos denuncian un sistema de justicia expeditiva utilizado por el Estado

Salomé Zurabishvili critica la reacción “lenta” de Europa mientras crece la represión en Georgia

Manifestantes de la oposición sostienen fotos de manifestantes heridos por las fuerzas del orden frente al Parlamento en Tiflis, Georgia. (Fuente externa)

El miércoles 18 de diciembre, volvieron a celebrarse en Georgia manifestaciones proeuropeas por vigésimo primer día consecutivo, pero cientos de participantes ya han sido detenidos y condenados por una justicia sumaria.

Aunque aún quedan otros juicios por celebrarse, la oposición no se rinde, mientras que la presidenta saliente, Salomé Zurabishvili, critica la “lenta” reacción de Europa y le pide que actúe “más” ante la crisis política que sacude a su país.

Flota un poco en su traje y le tiemblan las piernas bajo la mesa de esta pequeña sala. Sergo Kitiachvili espera nervioso el veredicto. Será simplemente una advertencia para este joven de 22 años, acusado de “vandalismo” y “desobediencia” a la policía: “No esperaba esta decisión, pensaba que al menos iba a pagar una multa”.

Su juez sólo lleva dos meses en el cargo, pero todo el mundo le conoce. La semana pasada, Zviad Tsekvava fue multado por Estonia por violación de los derechos humanos.

A la abogada Tamar Zarkua no le sorprende: “La primavera pasada defendí a personas que se manifestaron contra la ley rusa y me di cuenta de que el tribunal no era tan severo como ahora”.

Asistencia de abogados

Algunos manifestantes comparecen ante el juez sin ir acompañados de abogado, como permite la ley. Así que Tamar Zarkua y una veintena de colegas suyos pasan horas esperando fuera de los juzgados para ofrecer su ayuda, pro bono.

“Nos impiden presentar nuestra defensa, se basan únicamente en el testimonio de los policías, y a menudo se dirigen a los acusados preguntándoles por qué se manifestaron, diciéndoles 'no vuelvas por allí', etcétera. Todo esto demuestra que el Estado georgiano utiliza la institución judicial para reprimir, asegura.

Las penas de cárcel son más escasas, pero las multas son más elevadas: hasta 800 euros, el doble del salario medio en Georgia. Aunque todavía hay más de veinte personas en prisión, ningún policía ha sido condenado aún por violencia.

La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, pidió este miércoles a Europa que fortalezca su apoyo a los manifestantes que ocupan calles de la capital del país, Tiflis, para pedir nuevas elecciones.

De acuerdo con Zurabishvili, la UE ha sido "lenta en despertar y en reaccionar" a la crisis en Georgia, donde el nuevo gobierno enfrenta una creciente protesta internacional por la represión a las protestas.

El apoyo a las nuevas elecciones "es la forma en que Europa puede apoyarnos. Precisamos que Europa apoye esta llamada como la única salida pacífica", expresó ante la plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.

"Europa es el mayor donante de Georgia, y el mayor mercado de Georgia. Si Europa no puede ejercer influencia sobre un país de 3,7 millones de habitantes, ¿cómo puede esperar competir con los gigantes del siglo XXI?", dijo Zurabishvili este miércoles.

La mandataria está en abierto conflicto con el gobernante partido Sueño Georgiano, que reivindica la victoria en las elecciones legislativas del 26 de octubre.

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