Por qué los programas de la extrema derecha y la izquierda preocupan al empresariado francés
Impacto de las elecciones en la inversión y el empleo
La primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia enfrentó a dos modelos de sociedad diametralmente opuestos, pero que tienen algunos puntos en común en sus programas económicos para gobernar el país. La ultraderechista Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) y el Nuevo Frente Popular (NFP), alianza de partidos de izquierda, basan sus propuestas en el expansionismo presupuestario, lo que preocupa a los agentes económicos en un momento en que el deterioro de las cuentas públicas francesas ya perjudica los resultados del país.
Medef, la principal organización patronal francesa, calificó los dos programas de "inoportunos" y "peligrosos" para la economía del país al "generar subidas de impuestos, la huida de inversores extranjeros y quiebras masivas de empresas".
El termómetro de los mercados financieros cristaliza estos temores, con inestabilidad en las bolsas desde que Agrupación Nacional se alzó con la victoria en las elecciones europeas y la coalición de izquierdas se erigió en segunda fuerza política, por delante del partido del presidente Emmanuel Macron. En el mercado de deuda, la diferencia entre los tipos del Tesoro francés y alemán a 10 años, de referencia en el bloque europeo, ha seguido subiendo y ha alcanzado la variación más alta desde 2012.
El economista Jean Tirole, premio Nobel de Economía en 2014, publicó un artículo en el que afirmaba que "lo que puede resultar de estos programas solo puede preocupar a los ciudadanos que quieren mantener nuestro sistema social y nuestra democracia liberal". Criticaba las promesas de los dos adversarios de mejorar el poder adquisitivo de los franceses, pero sin aportar fuentes de riqueza consistentes para financiar las medidas.
Otra Premio Nobel, la francesa Esther Duflo, señaló a France Culture que el partido de extrema derecha apuesta a que su mantra de reducción de impuestos a las empresas y de gastos sociales bastará para convencer a los empresarios, a pesar del vago programa del partido sobre la gestión de la economía. El proyecto prevé un déficit de al menos 14.500 millones de euros al año.
"El problema es que hay muchas medidas que benefician a todos, incluidos los ricos. Por ejemplo, la exención del impuesto sobre la renta para los menores de 30 años también beneficia a los futbolistas o a los empresarios de las empresas tecnológicas que son jóvenes", señala Gabriel Giménez-Roche, profesor asociado de Neoma Business School.
El partido busca ganarse a los votantes de rentas bajas, pero en la práctica sus medidas aumentarían las desigualdades: harían aún más rico al 10% más rico de la población y empeorarían la condición del 30% más pobre, según un detallado análisis del economista Raul Sampognaro, del Observatorio Francés de Coyuntura Económica (OFCE), con su colega Elvire Guillaud, de la Universidad París 1 (Panthéon-Sorbonne).
Llegaron a la conclusión de que la combinación de recortes fiscales y prestaciones sociales tendría un impacto negativo del 1% en los ingresos de la población más pobre, y positivo del 1.5% para la cúspide de la pirámide. "Nosotros visualizamos al 30% más pobre, pero ellos ven a la población extranjera como el objetivo. En resumen, el programa de RN quiere retirar 15,000 millones de euros de ayuda social a los extranjeros, más otros 5,000 millones que dicen que dejarán de enviar a la Comisión Europea", afirma.
"En cuanto al resto de la población francesa, si excluimos a los inmigrantes, vemos que la mayoría de las medidas fiscales benefician a la parte alta de la pirámide de ingresos", señala.
Decisiones como la subvención de los precios de la energía, propuesta por RN, o la anulación de la última reforma de las pensiones, prometida por el Nuevo Frente Popular, aumentarían aún más el endeudamiento de Francia, en un contexto en el que los tipos de los bonos franceses ya están en alza.
Un mes antes de la primera vuelta, la agencia de calificación Standard & Poor's rebajó la nota soberana de Francia, alegando dudas sobre la capacidad del país para revertir el déficit de más del 5.5% registrado en 2023.
El Nuevo Frente Popular quiere bloquear los precios de la energía y de los productos alimentarios básicos, aumentar el salario mínimo un 15% y hacer totalmente gratuitas las escuelas públicas, entre otras medidas. El coste del paquete es un déficit de al menos 160,000 millones de euros al año, según un estudio del think tank Fundación para la Investigación de las Administraciones y Políticas Públicas (Ifrap).
Para financiarlo, la coalición de izquierdas apuesta por aumentar los ingresos fiscales: una reforma para hacer más progresivo el impuesto sobre la renta, la vuelta del impuesto sobre el patrimonio y la creación de dos nuevos impuestos, sobre los "superbeneficios" y los productos importados.
"El Nuevo Frente Popular está diciendo que ya no será posible que Francia financie sus ambiciones medioambientales, de justicia social e incluso de defensa simplemente recortando la protección social", señala Sampognaro. "El Gobierno actual insiste en que nunca subirá los impuestos, pero tampoco recortará el presupuesto de los servicios públicos esenciales. La izquierda está cuestionando el tabú que se ha establecido sobre los impuestos."
En opinión de Gabriel Giménez-Roche, profesor de la Neoma Business School, sin embargo, el paquete de medidas de la izquierda ahuyentaría a los ricos del país, como ha ocurrido en el pasado con gobiernos socialistas que hicieron que la presión fiscal se disparara.
"Tienen el programa más detallado, en términos de cuantificación, pero adolece de un excesivo optimismo sobre los ingresos. La idea es realmente quitar dinero a los que lo tienen, a los ricos", dice el investigador. "El optimismo consiste en pensar que no se moverán, pero son los que tienen la movilidad del capital. Se han ido antes y se volverán a ir. Y los estudios demuestran que cuando se aumenta así la presión fiscal, las pequeñas empresas son las que más sufren, porque no tienen la movilidad de capital de las multinacionales", añade.
Una encuesta de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa indica que las medidas sobre la mesa tendrían un impacto negativo en el clima empresarial de Francia. Según la encuesta, el 60% de los presidentes de empresa retrasarían las inversiones o contrataciones en caso de victoria del Nuevo Frente Popular, y el 36% si ganara Agrupación Nacional.
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