Exasesor de Boris Johnson fustiga actuación del gobierno durante la pandemia de COVID-19
“Yo diría en términos generales que fue un fracaso, pero que hubo grupos de personas excelentes y equipos excelentes realizando un trabajo excelente en un sistema disfuncional”, dijo
El que fuera principal asesor del primer ministro Boris Johnson hizo un retrato devastador del caos y la disfunción reinantes en el gobierno británico durante la pandemia de coronavirus.
En testimonio muy esperado ante la comisión investigadora de la pandemia de COVID-19, Dominic Cummings no ahorró críticas a muchas de las personas que se ocupaban de la situación, entre ellas su entonces jefe.
“Yo diría en términos generales que fue un fracaso, pero que hubo grupos de personas excelentes y equipos excelentes realizando un trabajo excelente en un sistema disfuncional”, dijo.
En correos electrónicos y mensajes de WhatsApp entregados a los investigadores, Cummings fustigó a muchos miembros del gabinete de Johnson y otros altos funcionarios con groserías. Aunque se disculpó por su lenguaje obsceno, Cummings dijo que las discusiones tuvieron lugar en medio de la “demencia subyacente” que reinaba en las oficinas de Downing Street, donde despacha el primer ministro.
“Mi lenguaje pasmoso siempre ha sido mío, pero mis juicios acerca de muchas personas en altos puestos eran generalizados”, dijo Cummings, que fue el principal consejero del jefe del gobierno durante los primeros meses de la pandemia en 2020.
Cummings también dijo que Johnson, quien enfermó de COVID y pasó varios días en el hospital en abril de 2020, carecía de poder de concentración y disciplina, cambiaba de opinión constantemente durante la pandemia, lo cual dificultaba la elaboración de medidas concretas.
“Casi todos lo llamaban el 'trolley'", añadio, en referencia al carrito de compras del supermercado.
Johnson contrató a Cummings porque fue uno de los autores de la victoriosa campaña por la “salida” británica de la Unión Europea en 2016. Cuando Johnson fue elegido primer ministro en 2019, Cummings fue a trabajar en Downing Street en una función mal definida, pero de gran influencia, que le ganó el mote de “cerebro de Boris”.
En mayo de 2020, salió a la luz que Cummings condujo su auto 400 kilómetros (250 millas) a través de Inglaterra a la casa de sus padres a pesar de que regía la orden de “permanecer en casa” y estaba enfermo de COVID. Luego viajó a una población turística a 50 kilómetros (30 millas) de distancia.
Johnson resistió las exhortaciones a despedirlo, pero Cummings renunció en noviembre de 2020 y ha disparado andanadas contra Johnson desde entonces. Reconoció ante la comisión que cuando renunció al gobierno, dejó al timón a alguien “inapto para gobernar”.
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