Empieza evacuación de extranjeros tras el golpe de Estado en Níger
El primer avión de repatriación llevaba 262 evacuados a bordo, incluidos una docena de bebés
Un avión con pasajeros principalmente franceses llegó el miércoles de madrugada a París en la primera evacuación de extranjeros desde Níger tras el golpe de Estado que la semana pasada derrocó a uno de los últimos líderes prooccidentales del Sahel.
El primer avión de repatriación, con 262 evacuados a bordo, aterrizó a la 01:30 del miércoles (23:30 GMT del martes) en el aeropuerto de París-Roissy Charles de Gaulle, dijo a la AFP una fuente aeroportuaria.
"Hay 262 personas a bordo del avión, un Airbus A330, incluyendo una docena de bebés", había informado previamente a la AFP la canciller francesa, Catherine Colonna.
Además de franceses, en la aeronave había ciudadanos de Níger, Portugal, Bélgica, Etiopía y Líbano. Está prevista la llegada de un segundo vuelo durante la noche en el que también irán alemanes, estadounidenses, austríacos e indios.
El Ministerio francés de Relaciones Exteriores prevé un total de tres vuelos y que la evacuación no dure más de 24 horas a ser posible.
Italia indicó que estaba organizando un "vuelo especial", apuntando que alrededor de 90 italianos estaban en Niamey, de un total de casi 500 en todo el país, la mayoría militares.
Horas después del despegue del primer vuelo, los militares golpistas de Níger anunciaron en la televisión local la reapertura de las fronteras terrestres y aéreas con cinco países vecinos: Argelia, Burkina Faso, Libia, Malí y Chad.
Los militares franceses se quedan
Los militares habían declarado el cierre de fronteras del país después de deponer el 26 de julio al presidente Mohamed Bazoum, retenido por su propia guardia.
Fue el tercer país de África occidental en sufrir un golpe desde 2021 tras Malí y Burkina Faso, todos ellos marcados por una fuerte retórica nacionalista antifrancesa y por manifestaciones prorrusas.
El Estado Mayor del ejército francés indicó que la evacuación de sus militares no figuraba "en la orden del día".
Francia llegó a tener alrededor de 5,400 soldados en la zona en el marco de la misión antiyihadista denominada Barkhane, con apoyo de aviones de combate, helicópteros y drones.
Pero el año pasado tuvo que retirar sus tropas de Malí y Burkina Faso y ahora tiene unos 1,500 hombres, gran parte de ellos en Níger.
Hay también un millar de militares estadounidenses en Níger, en el marco de la lucha antiyihadista en la región subsahariana del Sahel.
Francia decidió facilitar la evacuación de sus ciudadanos después de las manifestaciones hostiles del domingo frente a su embajada y de las acusaciones del nuevo gobierno contra la expotencia colonial.
Reunión militar de la CEDEAO
Por otro lado, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) anunció el martes que los jefes militares de sus países se reunirán del miércoles al viernes en Nigeria para hablar del golpe en Níger.
En una cumbre extraordinaria, los dirigentes del bloque regional impusieron el domingo sanciones a Níger, advirtieron que podrían usar la fuerza y dieron a los golpistas una semana para reinstalar a Bazoum.
Al día siguiente, la junta militar acusó a Francia de intentar "intervenir militarmente", algo que París niega.
Malí y Burkina Faso advirtieron que cualquier intervención en Níger sería considerada una "declaración de guerra" contra ellos.
Níger, un país semidesértico que figura entre los más pobres e inestables del mundo, cuenta con importantes reservas de uranio y ya vivió cuatro golpes de Estado desde su independencia en 1960.
Bazoum llegó al poder en 2021 tras ganar las elecciones que marcaron la primera transición pacífica del poder en el país.
Pero su mandato ya estuvo marcado por dos intentos de golpe de Estado previos al de la semana pasada, cuando fue detenido en su residencia oficial por miembros de su guardia presidencial.
El jefe de la guardia, el general Abdurahaman Tiani, se autoproclamó líder del país.
El golpe ha disparado las alarmas en los países occidentales que luchan por contener una insurgencia yihadista regional que estalló en el norte de Malí en 2012.
La insurgencia avanzó hacia Níger y Burkina Faso tres años después y ahora amenaza las fronteras de varios estados en el Golfo de Guinea.
La violencia yihadista ha dejado un número desconocido de civiles, soldados y policías muertos en toda la región. En Burkina Faso, alrededor de 2.2 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares.
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