Víctima y victimario, juntos en la ruta de la paz a ocho años de la firma del Acuerdo con las FARC
Revipaz y la reconciliación en Colombia en el octavo aniversario de la firma de la paz
El 24 de noviembre de 2016 se selló el Acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, la guerrilla más antigua del continente americano. En el octavo aniversario de esta firma histórica, Angélica Pérez ha invitado a nuestros estudios a dos símbolos de esta reconciliación.
Historia de dos colimbias
RFI: Nicole Mahecha nació en 1995 en Chaparral, el sur del departamento colombiano del Tolima, cuna de la guerrilla de las FARC. Entonces Rodrigo Londoño tenía 36 años y llevaba la mitad de su vida combatiendo en las filas de dicha organización insurgente.
La historia de Nicole Mahecha y de Rodrigo Londoño es la historia de dos colombianos en orillas opuestas por la guerra, sin embargo, hoy es la historia de dos colombianos que caminan juntos por la misma ruta, la ruta de la paz.
Nicole Mahecha: Desde que tengo uso de razón hemos sido víctimas de extorsión, de violencia, empezando con el secuestro de mi abuelito, seis meses en cautiverio. Mi papá estaba a cargo de la negociación para que lo soltaran.
La última vez que subió a llevar dinero le dijeron que habían cambiado de planes, que soltaban a mi abuelito y que se quedaba mi papá cuando se terminó de pagar el dinero que solicitaban, ellos le dieron a la familia cinco años de gracia. Una vez cumplidos esos cinco años exactos, regresaron las extorsiones.
Mi abuelo, mi padre y, bueno, mi familia paterna, se negaron a seguir pagando las extorsiones porque dinero no había. Como respuesta fueron detonados tres petardos en la oficina, en la bodega y, el último, en la ventana de mi cuarto.
Explotó, tumbó la pared que daba hacia la calle. Yo salí súper herida. Me sacaron por el hueco de la ventana. Tengo siete cirugías. Tengo el talón de Aquiles reconstruido. Estuve mucho tiempo en silla de ruedas, después pasé a muletas y, luego, empecé a caminar de cero como un bebé.
RFI: Rodrigo Londoño. Acabamos de oír la historia de Nicole. Historias como ésta se escuchan a granel en Colombia, especialmente a partir del histórico Acuerdo de Paz firmado en 2016, en el que usted, como máximo comandante de las FARC, estampó su rúbrica junto a la del entonces presidente del país, Juan Manuel Santos.
¿Qué siente usted, un hombre que empuñó las armas en nombre de una lucha por la justicia social, por lograr un Estado de derecho, cuando escucha historias como la de Nicole que dan prueba de lo que entraña prolongar la guerra?
Rodrigo Londoño: Muy doloroso porque, en mi caso, me fui a los 17 años a la guerrilla con un sueño y los resultados de esa etapa tan dura que fue la confrontación y que vamos descubriendo no corresponden absolutamente con nada de lo que soñábamos.
Entonces, uno siente frustración de ver cómo se degradó la guerra, de ver cómo esas dinámicas que fueron desarrollando los mismos protagonistas de la guerra, nos condujeron a ver personas como Nicole y, como ella, muchas más.
Siento y he escuchado, que para quienes sufrieron esos horrores, la oportunidad de contarlos les ayuda en buena medida con la reparación. Y a uno lo alecciona en el sentido de que la decisión que tomamos era la que había que tomar.
Cuántas tragedias como la de Nicole y mucho más graves hemos evitado. Desafortunadamente, no hemos parado la confrontación en Colombia, pero creo que el Acuerdo nuestro sentó las bases para trabajar en función de terminar la guerra.
Detalles del acuerdo
RFI: Ese acuerdo al que usted se refiere, firmado en 2016 para empezar a andar la paz, implicó la dejación de armas por parte de la guerrilla; pero también implicó una transformación estructural del Estado colombiano, entre otras cosas porque creó un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, basado en tres pilares: la Comisión de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y, la muy sui generis y admirada por los expertos en justicia transicional del mundo entero, Jurisdicción Especial para la Paz, la JEP.
Rodrigo Londoño: La JEP se construye sobre la idea de que debe juzgarnos a los responsables pensando en que hay que garantizar la paz.
RFI: La gran particularidad de este tribunal extraordinario es que los victimarios o perpetradores, llamados por la JEP comparecientes, escogen poner la cara ante las víctimas y reconocer que cometieron crímenes graves de guerra, de lesa humanidad - a diferencia de los tribunales penales a los que el victimario llega a negar fundamentalmente sus delitos-.
Pero, en los tribunales de la JEP las víctimas también ventilan sus historias. En ese sentido, Nicole, ¿qué ha supuesto para usted poder contar la historia y tener enfrente, por ejemplo, a Rodrigo Londoño?
Nicole Mahecha: Es empezar a construir una nueva historia. Por ahí empieza el cambio, por tener la iniciativa, las ganas, el corazón para hablar de un pasado.
Y no es cualquier pasado, es un pasado doloroso. Pero, si no se habla y no se construyen bases sólidas a partir de eso, todo va a continuar igual, tanto personal como sentimentalmente porque es algo que te marca para siempre.
Toca hacer borrón y cuenta nueva. Tú no puedes vivir así. Así no se puede vivir realmente.
El regreso
RFI: Así no se puede vivir. Y eso lo entendió su padre.
Cuando usted regresa de su larga convalecencia, de la cura y de estos años dolorosos de recuperación, se da cuenta de que su padre ha ido restaurando la vida y que lo ha hecho de la mano de los ex miembros de las FARC.
Nicole Mahecha: Cuando regreso a Colombia me encuentro con la sorpresa de que mi padre, con ese enorme corazón que tiene -porque yo creo que en la tierra yo no conoceré un hombre que tenga un corazón para el perdón más grande que el de él- me encuentro que estaba involucrado de lleno en un proceso de restauración.
De seguir trabajando incansablemente no por él, sino por todas las víctimas. Y no sólo en restaurar, sino en proyectos para que las cosas no queden ahí, sino que crezcan. Y ahí es donde viene algo muy importante que es Revipaz.
Yo muchas veces le he dicho papá, ¿es en serio?, ¿tú quieres hacer eso realmente? Y él, con la seguridad del caso, sin titubear, dice ‘claro que sí, vamos a lograr este proyecto y vamos a hacer esto, y vamos a hablar y vamos a la reunión y tocamos puertas.
Si cierran, las tocamos otra vez’. Le da solución absolutamente a todo. Es muy bonito ver la iniciativa que él tiene muy a pesar de todo lo vivido.
RFI: O, justamente, tal vez por lo vivido. Si no tuviera la historia que tiene el país, pues seguramente que no se estarían dando estos proyectos. Y en ese proyecto específico aparecen no solamente los miembros de la antigua guerrilla de las FARC, sino que hay una participación directa suya, Rodrigo Londoño.
Rodrigo Londoño: Sí, es una iniciativa muy hermosa. Fue una experiencia que hemos vivido con las víctimas. Mientras no estén ideologizadas, con una posición política que no les permite ver más nada, hay mucha generosidad de parte de ellas, de la gran mayoría.
Y lo vimos en este caso que todo el mundo vio a través de la televisión, de la audiencia pública del caso 01. Fue muy duro para todos, para nosotros y para las víctimas.
Detalles del delito
RFI: El macro caso 01 que tuvo su audiencia pública, ¿Qué delito implica? ¿Secuestro?
Rodrigo Londoño: Sí. Cuando se construye la Justicia Especial para la Paz (JEP), se ve que va a ser muy difícil, en un universo de nueve millones de víctimas, coger caso por caso.
Entonces se establece que la JEP va a trabajar con macro casos; es decir, con políticas criminales que se desarrollen en el marco del conflicto y que se puedan unir en una sola, como en el caso del secuestro.
Y después de esa audiencia, por iniciativa de las víctimas, entre ellas el papá de Nicole, se nos plantea una reunión en el sitio más hermoso de Colombia, en el Quindío. Y nos sentamos a hablar sobre qué podíamos hacer juntos, tanto las víctimas como nosotros los responsables.
Entonces surge la iniciativa de parte de ellos, formemos una fundación para que hagamos proyectos productivos. Y la organizamos.
Es Revipaz, ‘Renacer para vivir en paz’, con muchas dificultades desde el principio, no ha sido fácil que nos abran las puertas.
La comunidad internacional ha estado muy pendiente de ayudarnos - Francia, en especial- porque la condición de la Comunidad internacional es que esto sea un Toar - Trabajos, Obras y Actividades con carácter Restaurativo-.
Pero solo hasta ahora, hace apenas unos días, lo pudimos certificar después de varios meses de mucho toque de puertas, angustias por aquí y por acá, y sin una explicación clara. Tenemos proyectos turísticos, hay propiedades de algunas de las víctimas que las han puesto a disposición.
Ahí estamos. Tenemos una limitante muy dura, muy difícil, y es que para cualquier actividad usted necesita cuenta bancaria y a nosotros no nos abren cuenta bancaria y nadie nos explica por qué.
Las víctimas
RFI: Nueve millones de víctimas. 13,000 excombatientes. Son cifras colosales. Y así mismo, restaurar, reparar implica mucha creatividad. La JEP había pensado que la restauración para las comunidades pasaría por hacer caminos, placas, estatuas.
Pero las mismas víctimas junto a los victimarios se han inventado otro tipo de restauración concreta y práctica para salir adelante juntos. Y son estos proyectos productivos de desarrollo comunitario, desarrollo social. Entiendo que eso es Revipaz.
Rodrigo Londoño: Renacer para vivir en paz. Bonito nombre.
RFI: ¿Es volver a nacer para vivir en paz y tal vez, suplir lo que no está dando el Estado en los territorios. Es decir, hacerlo ustedes mismos por cuenta propia?
Rodrigo Londoño: Sí, en el fondo está eso, porque el elemento más reparador es el acuerdo en sí mismo que genera una dinámica distinta en la política y en la sociedad colombiana. Y esas actividades van encaminadas en ese sentido.
Proyectos que lleven desarrollo a las regiones y que permitan a quienes fueron víctimas y a quienes estamos reincorporándonos proyectar nuestro futuro.
RFI: La magistrada de la JEP, Julieta Lemaitre, cuenta que para paliar el dolor que produce en el alma las horas de escucha de tantas historias de horror y de muerte, ella echa mano de la admiración tras escuchar a unos y a otros.
Nicole ¿usted siente algún tipo de admiración por el proceso que están llevando a cabo los firmantes de la paz al lado de las víctimas?
Nicole Mahecha: Sí, claro que sí. Siempre será admirado el tener la iniciativa de reconocer. Ya eso es un paso gigante, porque si no lo quisieran hacer, no lo hacen. Si tienen la iniciativa es porque quieren ser parte de un proyecto y de una restauración total de todo el daño causado.
Los firmantes
RFI: 100% de los firmantes de la paz han hecho este reconocimiento ante las víctimas. 80% de los miembros de la Fuerza Pública también lo han hecho.
¿Qué siente Rodrigo Londoño en este momento. Ocho años después de la firma de la paz, con los procesos que se han vivido junto a las víctimas, con estas iniciativas y con estos actos de reconocimiento?
Rodrigo Londoño: Que acertamos en el camino escogido, porque además eso fue un acuerdo, no entre un vencedor y un vencido, sino entre dos partes que nunca derrotó la una a la otra.
Si en una confrontación, el otro está vencido, el vencedor no lo va a llamar a un acuerdo, sino que le va a plantear una rendición.
Pero había que resolver el tema de las víctimas, de las heridas tan profundas que el conflicto generó en una parte de la sociedad colombiana. ¿Cómo hacerlo? Hacerlo de manera reparadora, colocando las víctimas en el centro, pero a partir de la verdad.
Hemos aprendido que la verdad restaura y que la posibilidad de estar aquí, frente a frente, es una forma también de reparar. El objetivo que nos une a todos es trabajar con fuerza para una sociedad donde esto no se vuelva a repetir.
Entrevistados:
Rodrigo Londoño, último comandante en jefe de la guerrilla de las FARC, actual presidente del Partido Político Comunes, creado por el Acuerdo de Paz y representante de los firmantes ante la comunidad internacional.
Nicole Mahecha, diplomada en Psicología Jurídica y Forense y en Gestión Estratégica de Talento Humano.
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