“El caníbal de Atizapán”, regalaba carne humana a sus vecinos y les decía que era de jabalí
Gran expectativa generó el estreno de la serie documental en México
La serie documental “Caníbal, indignación total” llega a su tercer episodio relatando el desenlace que tenía parte de los cuerpos de las víctimas de Andrés Filomeno Mendoza Celis en Atizapán, México.
En el capítulo titulado “El Caníbal”, Jonathan J. González, capitán de Bomberos de Atizapán, relata los hallazgos en la casa de la colonia Lomas de San Miguel, en esa localidad, que sirvió al feminicida para ejecutar los asesinatos y para esconder los restos de sus víctimas.
Aunque no todos los restos de las mujeres asesinadas por este sujeto se quedaban en el lugar donde fueron privadas de la vida, pues Mendoza Celis se valía de sus conocimientos de carnicero, oficio al que se dedicó gran parte de su vida, para llevar más allá sus actos sicópatas.
De acuerdo a la publicación de El Universal de México, un plato con un corte de carne y una tortilla dejaron ver que Andrés Filemón consumía la carne de las mujeres a quienes les quitaba la vida, así lo relató el capitán de bomberos al acudir a la escena del crimen y constatar que en el lugar se encontraban reservados “cortes perfectos de carne”, además de herramientas de cocina, libros de anatomía, películas de asesinatos, cuchillos con manchas hemáticas, carne cocida, pedazos de piel colgados en un tendero y sangre.
Asimismo, detalla que en una libreta azul escribía día, mes y año de cada feminicidio que realizaba, anotaba direcciones y el peso de cada parte del cuerpo de sus víctimas. Calculan que en esa libreta había entre 30 o 40 datos de mujeres.
Un sótano convertido en carnicería
Al llegar a una parte de la casa se descubrió que el caníbal de Atizapán tenía un sótano, al cual se ingresaba a través de una escalera de madera sobrepuesta.
Una mesa llena de sangre, cuchillos de diversas dimensiones, un mandil, un bozal estilo Hannibal Lecter, una cámara de grabación, entre otros utensilios, fueron hallados en el lugar impregnado por un aroma penetrante, como lo describen las autoridades.
En el lugar también fueron halladas libretas con datos estructurados sobre el peso de cada una de las partes del cuerpo de las víctimas, método llevado a cabo en el oficio de la carnicería para saber cuál es el precio que darán en el mercado.
“Había en específico una hoja donde él ponía los pechos pesaron 2 kilos, la pierna pesó 4 kilos [...] eran muchísimas hojas que él escribía, como unas 20 hojas llenas por ambos lados”, relató Jonahthan González.
Repartía la carne entre sus vecinos
Andrés Filemón era conocido entre la comunidad por ser un hombre agradable, callado, pero gentil con sus vecinos, hecho que quizá hizo que no levantar sospechas cuando se acercaba a ellos para regalarles carne, presuntamente proveniente de sus víctimas.
“El señor Andrés repartía carne humana, les invitaba de comer a varios policías de la zona, a varias personas, a la señora de la tienda de la calle [...] sí llegaba a invitar mucho de comer, de hecho, llegaba a invitar específicamente carnitas, que era lo que él decía que hacía”, relató un testigo que rentaba en el lugar donde el caníbal llevaba a cabo los crímenes.
Andrés diseccionaba la carne como bisteces, corte que fue encontrado en el plato cuando comenzaron las diligencias en el domicilio donde mataba y descuartizaba a sus víctimas.
Pero no solo regalaba la carne, también la vendía por kilos, ya que argumentaba que le regalaban mucha carne.
“Les decía que era carne enchilada e inclusive carne de jabalí que ‘estaba muy buena, que la probaran’, las otras dos vecinas nos llegaron a decir que sí se las regalaba y que sí la consumían”.
De Edomex a Oaxaca
Originario de Oaxaca, Andrés Filemón visitaba una vez al año su comunidad, ubicada en San Sebastián Río Dulce, Municipio de Zimatlán, a donde llevaba carne en hieleras y cuando la repartía decía que era de origen de cerdo, así lo contó el presidente municipal de la demarcación, Javier Barroso, tras los relatos de personas entrevistadas por las autoridades.
Al enterarse sobre la hipótesis de que Andrés Filemón consumía carne humana, las personas que recibieron la carne que el feminicida les ofrecía se asombraron e incluso comenzaron a sospechar que no solo la carne, sino también la ropa que el sujeto les llevaba, era de sus víctimas.
No obstante, entre sus vecinos de Atizapán, el feminicida les comentaba que el producto que les ofrecía era de jabalí, adquirido en Oaxaca.
Al ser cuestionada sobre la posible antropofagia de Andrés, la Fiscal Central de Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, Dylcia García, señaló lo siguiente: “En virtud de que no es correspondiente a la investigación, no se va a contestar esa pregunta”.
Documental genera interés entre la audiencia
Gran expectativa generó este lunes el estreno de la serie documental producida por la SCJN “Canibal, Indignación total”, vista por alrededor de 5,77 millones de personas, pero mayor sorpresa fue la transmisión del segundo capítulo este martes, pues esta audiencia creció un 8 %. La última parte de la serie se transmitiría este jueves 30.
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