Raquel Peña, la elegancia no se improvisa

La nueva vicepresidenta del gobierno de la República se convirtió en la mejor vestida en el acto de la toma de posesión del nuevo gobierno con este diseño de Luis Domínguez

La vicepresidenta Raquel Peña escogió un tono blanco perla que va muy bien con su piel. (Lali Marte)

Nos tiene acostumbrados a lucir perfecta en cualquier ocasión y ayer no fue la excepción. Raquel Peña escogió para su juramentación un diseño de Luis Domínguez que refleja esa sencillez y naturalidad que le permiten siempre moverse correctamente con naturalidad, armonía respeto y buen gusto. Raquel brilló con su estilo ‘effortless chic’


El niño mimado de la moda o rey de las novias, como conocemos al diseñador Luis Domínguez, fue el elegido para confeccionar este “Robe Tailleur” de manga larga y cuello cisne cruzado con abotonaduras invisibles y cortes curvos de cuello hasta el ruedo, con una falda corte A en seis piezas con longitud estilo Chanel. Fue confeccionado en un exquisito tejido crepe marocain en tono blanco perla.


Junto a él trabajó un equipo que hizo posible ese aura de perfección que la hizo sobresalir: Reading Pantaleón lideró el estilismo, la magia de Michelle Flaz se encargó del maquillaje y Jessica de León hizo posible el bello recogido.

Luis Domínguez relata que fue Reading Pantaleón quien le introdujo a la nueva vicepresidenta y cómo era su estilo: “Reading me comentó que doña Raquel tenía un estilo muy sobrio, era muy discreta y no le gustaba la moda rebuscada, sino las cosas muy sencillas pero que dijeran mucho. Con esto mente empezamos a ver modelos y, tomando en cuenta que se trataba de un acto muy solemne y formal, a pesar de ser en la mañana, pensamos en transformar el vestido sastre, conservando siempre la sencillez que a ella le caracteriza. Ese fue el punto clave: que fuera una vestimenta que reflejara su personalidad, la de una persona segura pero sumamente discreta, bien puesta y sencilla sobre todo. Obviamente elegimos un tejido que le permitiera movilidad, que respirara a pesar de tener espesor, que no le diera calor y fuera en color blanco por el protocolo”. La elección no pudo ser más acertada.